XXXVIII. No me voy.

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Dylan

–Dylan –Gime mientras interrumpo en ella.

Sus piernas se aferran a mis caderas con fuerza. Dejo besos en su cuello y me aferro a la orilla de la encimera de la cocina. Me clava las uñas en los hombros

–Más –Suplica. Hago caso cuando la penetró con fuerza.

La embisto con dureza. Gime con fuerza aferrándose a mí como puede. Se oculta en mi cuello dejando suaves y cálidos besos. Gimo junto a ella deleitándome con su coño.  Me sostengo del mesón y presiono sus trasero con fuerza sacándole un gemido. La sostengo de las caderas arremetiendo contra ella. Se esconde en mi cuello y me deleitó con cada gemido que proporcionas mis embestidas crudas.

–Dylan –gimotea en mi oído...

–¿De quien eres? –Gruño

–Tu... Maldición... Tuya –Se lo meto más duro.

–¿A quien le perteneces?

No responde... Sabe que me jode que no lo haga...

–No lo vuelvo a preguntar...

La embisto con violencia logrando que jadee con fuerza.

–Hice una pregunta –Niega. Presiono sus piernas embistiéndols con agresividad. Dejo que una de las manos repose en sus caderas mientras con la otra subo su mentón para que me vea a los ojos. Él castaño brilla con morbo y deseo –¿A quien le perteneces?

Traga grueso pero calla. Dejo que mis labios arremetan contra los de ella. Me rodea del cuello recibiéndome sin problemas. Se mueve junto a mi deseando más. Anhelando más. Vuelvo los movimento violentos chocando contra sus caderas. Tiembla entre mis brazos y se vuelve un manojo de gemidos desperados.

–Dilo –Ordeno. Dejo sus labios para buscar su cuello y acariciar su piel con mis labios –¿A quien le perteneces?

–A ti –Gime cuando lamo su piel sabiendo que es su punto sensible...

–Que no se te olvide –Demando.

–Nunca –Niega tragando –Soy tuya y... –Da un pequeño grito –Te... Te pertenezco.

Sus paredes se contraen y tiembla bajo mi toque. Mis labios vuelven a chocar contra ella traga dime todos los gemidos. La felicidad de sentirla piel con piel es la gloria. Entrar perfectamente en su estrecho y delicioso coño.

Mordisqueo su labio. Entreabro los mismos ahogando jadeos

–Dylan –Grita desatando sus orgasmo.
La presionó con fuerza. Solo hace falta otra embestida para que me corra junto a mi mujer.

Dejo caer mi cabeza atrás. Trago grueso y me voy a devorar sus labios, pasa sus manos por mi abdomen desnudo y la beso con mas firmeza logrando un gemido... Me alejo sabiendo que no a descansado por que me la e follado seis veces desde que la busque en el bar.

Salgo con sumo cuidado y me guardo la polla en el mono. Hace una mueca cuando ve que no la voy a volver a follar. Me río con gracias notando su linda carita amargada fruncida.

–Amor, te he follado toda la noche y se supone que vinimos a la cocina a comer...

–Cómeme... Te doy permiso –Sonríe con malicia.

La observo y no niego que verla desnuda sobre el mesón me revive las ganas y más notando el descaro con la que se mantiene de piernas abiertas dejándome muy visible su coño húmedo. Sin embargo también tono la leve hinchazón.

–¿Estas seguro que no tienes hambre? –Pregunta con picardía. Apoya sus manos a sus espaldas en el mesón dejándome una jodida imagen.

–No –Le cierro las piernas y ella hace un puchero –Tienes que comer... te he hecho mía desde que llegamos y eso fue a las dos de la madrugada cuando te busque –Reviso mi reloj –Son las cinco de la madrugada lo único que tienes en el sistema es alcohol.

Serendipia #1 [Completa✓] Where stories live. Discover now