Serendipia #1 [Completa✓]

XVI. La Locura

Marihela

Estamos listas desde hace rato. Nessa lleva unos pantalones blancos ajustados con una blusa negra y unas botas de tacón negras junto con una chaqueta blanca. Su cabello esta suelto y desordenado, pero de manera hermosa. Yo, pues en realidad fui sencilla, con unos pantalones negros y una camisa roja amarrada en la cintura y subida hasta los codos junto con una franela negra adentro, llevo unos tacones negros, cerrados hasta el tobillo dejando ver la cadena que cuelga de mi tobillo con sus respectivos diges, los tacones son como de seis dedos de alto. En el cabello me hice una cola alta, soltando dos mechones de cabello a los lados. Me maquille lo necesario y me coloquen unos zarcillo largos de cadenas delicadas y finas que cuelgan, son de plata junto con su cadena que es igual.

Los chicos nos vienen a buscar, no tengo ni mínima idea de cómo vamos a caber en el carro con dos chicas mas. Miro el teléfono. Me meto en instagram y noto como muchas notificaciones. ¿Desde hace cuánto no me meto?

Voy a las notificaciones. Varias son de nuevos seguidores. Me llega un nuevo mensaje. Salgo de Instagram y veo el chat.

Dylan

Estamos afuera, Pervertida. Bajen.

–Nessa. ¡Vamos! –Grito. 

Sale del cuarto y juntas tomamos nuestro rumbo fuera del departamento. Bajamos por el ascensor. Al salir del edificio vemos el carro de Dylan estacionado. Vanessa es la que abre la puerta de atrás.

Cuando entro. Casi al instante siento la mirada de Dylan sobre mí analizando me de pies a cabezas detallando cada pedazo de mí. Sonríe con satisfacción. Adoro su forma, la manera de detallar mi cuerpo, de registrarme en su mente. La manera en que me analiza con deseo. Me encanta.

El camino estuvo tranquilo hasta llegar al departamento de las chicas, salieron. Valentina tiene una leguin color crema junto con una franela color mostaza manga larga con un escote atrás y cerrada por al frente. Lleva unas botas de tacón. Rebecka se coloco unos pantalones azul oscuro con una blusa gris y tacones grises abiertos de aguja. Cabello suelto. Maquillaje medianamente sencillo. Por ultimo Nayely, con unos pantalones ajustados color azul claro y una franela descubierta por los hombro, llega hasta la cintura, tacones negros de la misma altura que los míos. Nayely es mas baja qué yo, pero de todas formas es bella. Posee esa belleza que te describen en una mujeres. Caderas anchas, piernas y que decir, su figura es de una pera, sus senos no son exageradamente grandes, son del tamaño perfecto para cualquier hombre.

Ella abre la puerta con una sonrisa. Sus ojos me analizan antes hablar.

–Te ves apotiosica.

–¿Apo... qué? –Pregunta Daniel confundido, en realidad su expresión da mucha risa.

–Apotiosica, es una palabra que significa que es bella, perra, regia, hermosa y todas sus sinónimos, posible.

–Mi amor yo te caigo –Bromea –Estas hermosa.

Las miradas se posan en mi, todos a parte de Vanessa quien no parece entender.

–Nayely –Advierto –No lo hagas –Suspiro sin quieres empezar una discusión.

–Sabes muy claramente que yo nunca voy a dejar de decir qué eres hermosa, solo por qué un huevón haya dicho lo contrario.

De todas las personas a mi alrededor a ella fue la única que no logré convencer de no halagarme de ninguna manera. Ante ella es absurdo menospreciarme.

Nessa empieza a comprender y se queda callada.

–Nayely, te advierto.

Me miro desafiante –No me retes mi amor.