XI. La Mudanza.

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Marihela

Al llegar al edificio Dylan insistió en acompañarme por lo cual lo deje. Me ayudó a subir las maletas y me pareció un gesto amable.

Es amable cuando quiere.

–Hola Vanessa, él es Dylan...

–Rojas –Termina por mí.

Dylan sube una ceja –¿Me conoces?

–¿Lo conoces? –Indago curiosa.

–No, pero conozco a tu familia, es un poco difícil no conocer a los Rojas.

–Cierto –Suspira –Mi familia –Volteo hacia mi –Tengo que volver y ver si Daniel revivió –Bromeo.

–Si es que revivió que se aleje de Valentina hoy, o lo voy a matar y no va a volver de la muerte.

–Okey. Le enviaré tu recado junto a tu bello saludo, perver... mejor me voy. Adiós –Voltea a Vanessa –Un gusto.

Sale por la puerta mandándome una último sonrisa cálida que hace mordisquear el labio entre una sonrisa estúpida. Siento la mirada de Vanessa sobre mi.

–¿Te iba a llamar pervertida?

–Si, me llama así desde que supo que ví cincuenta sombras de grey, y que he leído muchos libros donde especifican los actos sexuales –Le resto importancia.

–Okey, y yo que pensé que era la anormal, pero bueno –Me sonríe –Me tengo que ir, voy para que una tía. Te quedas aquí mientras tanto.

–No hay problema.

Sale por la puerta y no puedo evitar ver lo hermosa que es, su cabello es claro, enrollado con rizos salvajes dándole un aire despreocupado. Llevas consigo un conjunto rosa bebe, como blusa en la parte de arriba y abajo un pantalón. El diseño de la prenda la hace ver más alta de lo que ya es. Su contextura es delgada, pero con una cantidad perfecta de atributos, son pequeños, pero quedan excelente con su cuerpo.

Me tiro en el mueble pesando que hacer con mi vida y llego a la conclusión que debería acomodar la ropa en su respectivo lugar. Me levanto y lo hago, duro aproximadamente dos horas y media haciendo todo. Al terminar me tiro en mi cama ya con las sábanas cambiadas. Con el tiempo y dinero que consiga de mi trabajo, voy a hacer mi habitación más de mí gusto. Por los momentos me tengo que conformar con lo que hay.

El aburrimiento me pega, estoy acostumbrada a jugar con Kyara si estaba aburrida, pero se quedó en el departamento de Valentina. Me dio un bloqueo de lector momentáneo gracias al desmadre que leí en el último libro.

Pienso en todo lo que puedo hacer y llego a una conclusión.

<<¿Sera que limpio el departamento?>> ¿Estoy tan aburrida como para limpiar? <<Yo Marihela Matheus queriendo limpiar... Wow esto es algo nunca antes visto. Debo estar enferma>> Es la única respuesta que me viene a la cabeza.

<<La soledad me pega feo>>

En fin ganó la soledad. Busque en todo el departamento el: Cloro, desinfectante, jabón en polvo, un trapo y un balde.

Conecte el Bluetooth del teléfono con una corneta.

Latina en fin... sin música no se limpia.

Barro, pase coleto y acomode algunas cosas. Claro esta que estaba dando un concierto privado mientras limpiaba.

Empezó la canción.

Lie to me - Tate McRae & Ali Gatie.

Y empieza mi concierto.

Serendipia #1 [Completa✓] Where stories live. Discover now