¿Ser un Rojas?

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Salvador

Me quedo esperando, recostado en el capo del carro, de brazos cruzados afuera de la universidad que llegue mi muñeca. Veo mi entorno viendo la enorme cantidad de carros que se encuentran. Mi atención vuelve a lo lejos viendo a la morena que sale por la puerta caminando con el porte de una diosa. Camina a mi con una sonrisa. Sus rizos le caen desordenadamente por los hombres dándole un toque de rebeldía a su elegante apariencia. Un vestidos gris de tubo se acentúa a su cuerpo resaltado su belleza. Lleva una chaqueta pequeña de blue jean y unos tacones altos enrollados es sus pantorrillas.

-Hola muñeca -La cojo de la cintura cuándo llega a mí. Está me sonríe y corresponde rodeándome del cuello.

-Hola caballero -Junta sus labios con los míos acercando su pequeño cuerpo junto al mío.

Seis meses de relación son increíbles y a pesar que le propuse que viviéramos juntos ya que prácticamente estamos todo el tiempo juntos en su piso o en el mío. Se negó y respete su decisión. De igual forma seguimos está juntos gran parte del día.

-Vamos -La suelto, para abrir la puerta donde ella entra con mi ayuda puesto que el vestido no le ayuda en nada. Rodeo el vehículo entrando en el lado del conductor.

Cierro la puerta y no pasa ni un segundo para que se suba en mis piernas quedando a horcajadas. Me rodea del cuello sacando una sonrisa maliciosa.

-Quiero -Dice con ese tono habitual infantil que sabe que me encanta.

Sonrío.

-¿En serio? -Indago coqueto. Busco sus piernas dejando una leve caricia que la hace remover

Asiente.

-Lo necesito... -Suspira. Dejo que mis dedos suban su vestidos hasta la cintura dejándome poder apreciar y acariciar su nalgas cómo se debe hacer. Traga con fuerza ante mi acción -Estoy trabajando en las mañanas con Daniel y en las tardes en la universidad -Se acerca a mis labios para provocarme -Quiero... -Susurra -Necesito.

Sonrío mordisqueando sus labios. Entreabre los mismos y cierra los ojos suspirando. Mi lengua contornea sus labios. Gime aferrándose a mis hombros. Se pone sobre la turgente erección Removiéndose como gatita en celo. Sube y baja con lentitud dejando una felicidad fricción que me hace gruñir.

-¿Y si te digo que no? ¿Que vas a hacer?

Sonríe. Sus dedos dejan un recorrido por todo mi torso. Bajan a mi abdomen y suben nuevamente dejando un camino con su delicadas uñas. Se oculta en mi cuello dejando beso tras beso. Le doy acceso como el fácil que soy. Se ríe ante mi gesto. Acaricia el lóbulo de mi área con sus carnosos y llamativos labios.

-¿No te provoco? -Su lengua pecaminosa contornea mi cuello -No te provoca follar este coño que siempre te recibe gustosa.

Me encanta que sea más cínica. Supongo que meses conmigo la moldearon un poco.

Sus caderas se siguen moviendo contra la polla dura que me quiere romper el pantalón para salir.

-¿Prefieres que me auto-complazca? -Mordisquea mis labios -¿Prefieres que me toque?

Sonrío. Sabe que adoro ver un bueno show.

-Hazlo -Ordeno.

Acerca dos dedos a mis labios. Los lamo y sonrío viendo cómo emprende su camino hasta hacer a un lado su pequeña bragas ajustada. Dichas bragas me quitan mucha visión. Las arranco tirándolas en la guantera. Sonríe sin poner queja alguna. Por el contrario un pequeño gemido sale de sus labios cuando sus dedos se comienzan a auto-complacer.

Echo el asiento atrás para que tenga todo el espacio que necesita y a la vez ruedo el respaldar quedando básicamente acostado para ver el show que mi mujer me va a dar en vivo y en directo.

Serendipia #1 [Completa✓] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora