Extra/Maratón: Caballero.

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Nayely

Me muero de risa cuando veo a Stefan desesperado en la entrada de la puerta.

–Cariño... Llegue... se me olvido que era tu cumpleaños... hasta mi hija se acordó, te envió un dibujo –respira –Me vine lo mas rápido que pude...

–Cálmate –Recomiendo –Ni yo me acordaba... y es mi cumpleaños.

Da un suspiro de alivio mientras se acerca a mi.

–Gracias a Dios y todos los Santos... Toma –Me pasa un papel –Es un dibujo que te mando Clara –Su pequeña niña es un amor y una dulzura.

Abro el papel quedando encantada con el dibujo de ella, de mí y hasta de Marihela. No pensé que se acordara de ella, pero supongo que eso pasa cuando le regalas un oso gigante dónde literal te puedes acostar. A Stefan lo conozco desde antes de ir a Italia. De echo fue él quien me ayudó a ir a Italia. Me acuerdo que estaba a penas por inscribirme en la universidad y lo conocí puesto que había viajado a Venezuela por una empresa. Un día simplemente me lo encontré por casualidades de la vida. En ese momento el tenía veinticinco. Y tenía a la pequeña de tres años. Duro un largo viaje en Venezuela. De ahí pude conseguir un trato con el. Él punto era que yo estudiará en Italia y de ahí ir trabajando en la empresa con cosas sencillas que estuvieran en mi alcance.

Mientras obtuve más conocimiento pude ir subiendo de puestos. Me pareció un trato demasiado bueno a pesar de que únicamente conocía una que otra frase en Italiano porque estudiaba en una escuela Italo-Venezolano y una de las materias era dicho idioma. No sabía mucho, pero podía buscar formas de aprender el idioma. Para estar segura y no ir a medias me hizo un contrato por un año dónde trabajaría en el área administrativa. Con el pasar del tiempo irían remodelando el contrato de trabajo. En cuanto supe que su hija de a pensas tres años iba a cumplir año no pude evitar querer hacerle un agrado. No cualquier persona viaja a otro país y le da la oportunidad a alguien de poder mejorar su estado financiero.

Mare tenía para ese entonces catorce. Me acuerdo que trabajaba cuidando a una niña en las mañanas los días de semana y los fines se semana cuidaba a dos niños. Uno en la mañana y uno en la tarde. En total a la semana tenía tres niños a los cual cuidar. Se ganó la confianza de sus padres con facilidad puesto que a pesar de todo es muy responsable. Me ayudó y con mi trabajo actual en su momento logramos comprale un oso de peluche. El cuanto supe que en dos meses y medio cumplía la niña empecé ahorrar. ¿Que mejor que agradecer dándole un regalo a su hija? Hablé con la niña y en cuanto la conocí con mayor razón quise darle un regalo. Es adorable. Es una ternura andante. Cuando le di el presente quise que supiera quien me había ayudado a darle su peluche favorito. Le mostré fotos de Mare. Debes en cuando hablo con ella por video llamada.

Le muestro el dibujo a Salvador.

–Que niña más tierna –dice con ese acento que tanto me encanta. Me pregunto si él sabrá que tanto me gusta cuando habla... con tan solo ese acto... me mata. El poder que tiene en mí su voz ronca, áspera y gruesa en una locura. Combinado con el acento marcado es un delirio.

–Amor –Llamo a Mare –Ven y mira para que te derritas de dulzura.

Mare me mira extrañada antes de posar la vista en el dibujo hecho por una niña de seis años ya. Es un desastre, pero es el desastre mays hermoso que e visto.

A la castaña se le iluminan los ojos con una sonrisa.

–Adoro a esa niña... ni sabia que se acordaba de mí.

Asiento.

–Si. Le sigo mostrando fotos tuyas. Te llama tía.

Aw. Tengo una sobrina que no sabía. Que bello.

Serendipia #1 [Completa✓] जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें