Serendipia #1 [Completa✓]

XXXVII. Italiano.

Marihela.

<<¿Donde coño esta?>>

No e logrado comunicarme con Nayely en una semana. La angustia ya me está carcomiendo por dentro. La e llamado. Le he escrito por todas los medios posible. Creo que solo me falta hacerle una carta. Cuando voy a su departamento no está. Estoy a nada de ir a la policía en realidad.

–Me canse –Digo para la sexta llamada que no me responde –¿Quién coño fue el que hablo con Nayely por ultima vez?

–Yo –Habla Salvador viendo el teléfono como si nada.

–¿Y?... ¿Sabes donde esta?

–No, creo que se enojo por una broma que hice y me dijo que no la iba a ver en un rato. Antes de que me preguntes no me dijo por cuánto tiempo.

–¿Que le dijiste? –Pregunta Reb desconfiada.

Suspira.

–Le dije celosa y no le gusto...

–¿Solo celosa? –Pregunto.

–No, la frase completa es celosa psicópata –No aparta la mirada del teléfono.

–¿Estas Idiota? –Pregunto viéndolo mal.

–Si –Se encoge de hombros.

–¿Has intentado hablar con ella? –indaga Val.

–Si –Asiente –Toda la semana lo he intentado... pero no me responde.

–Esperen –Valentina se calla de golpe perdiéndose en su cabeza un segundo –¿Qué día es hoy?

–Domingo –Responde Dylan.

–No... fecha.

–Veintiuno de Septiembre... –En ese preciso momento me doy cuenta –¡Coño! –Me levanto yendo al cuarto para buscar mi calendario de cumpleaños.

Eso es algo que tienes que hacer si eres olvidadiza con las fechas. A penas y me sé de memoria el de mis padres. Saco el pequeño almanaque en mis manos. Efectivamente hoy es el cumpleaños de Nayely y la niña desaparecida. Que bello.

Salgo al cuarto con una lista en mente.

–Bueno... efectivamente si es hoy.

–¿Qué? –Pregunta Salvador desinteresado viendo el celular.

–Hoy es el cumpleaños de Nayely... Cumple Veintiuno.

–Ya va –Por fin se digna a subir la mirada y brindarnos su completa atención –No se supone que ella ya tiene veintiuno.

–No –niego –Ella para acostumbrarse a decir su nueva edad desde que comienza el año empieza a decir que tiene la edad prolongada.

–Mierda –Murmura viendo el teléfono.

–Bueno en fin... hay que comprar todo.

–Pero no sabemos donde esta –Recuerda Daniel.

–Yo tengo una idea... lo mas posible es que sea en el trabajo.

–De seguro –Habla Salvador viendo su teléfono unos segundos –Me dijo que le mandaron hacer un trabajo para un tal Dante Volcot.

–No –Casi me avisó ahogo en cuanto lo escucho –No, no, no, no, no, no, no, no –Murmuro y ya tengo la completa atención de Salvador.

–¿Qué? –Entrecierra los ojos desconfiado.

–Yo no se bien todo... pero lo único que se es que eso no es bueno.