XLII. Deseo

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Marihela.

Me levanto de la cama con pesadez. Suspiro viendo a mi lado sin ver al chico que ya me acostumbré al tener al lado cada vez que me despertaba. Me acostumbré a tener sus brazos a mi alrededor. Sentir sus besos y caricias cada mañana al despertar. Me tiro nuevamente en la cama queriendo sentir ese delicioso olor a coco. Abrazo una de mis almohadas y aquí es donde me doy cuanta que me hubiera encantado despertar hoy a su lado. Sintiendo sus labios en mi cuerpo. Dándome mimos y caricias. Aquí es donde me doy cuenta que lo extraño.

No hemos hablado desde la discusión en la cafetería hace dos días y creo que ya llegó la hora que nos arreglemos por qué esto de seguir así ya no me está gustando.

<<Tenemos que arreglar las cosas>> Hoy en especifico no quiero estar peleada con el.

Al final me levanto y camino al baño. Me encuentro con Vanessa ya vestida y a punto de salir

–Buenos Días –La saludo –¿A dónde vas?

–Hola –Me sonríe –Voy a que Sebastian, espero que no te moleste dejarte sola hoy, pero...

Sonrío.

–No tranquila... De todas maneras tengo que ir al psicólogo y después, voy para que Rebecka.

–¿Has hablado con Dylan?

Hago una mueca –Nop... voy a intentar hablar con él... hoy en especifico no quiero que estemos peleados.

–De seguro lo arreglan... Y si no siempre puedes conseguir a alguien más –Bromea. Una broma claramente ocultando la verdad. Obviamente no se llevan mejor –Me tengo que ir –Agarra su cartera.

–Que te valla bien –Omito la broma.

Sale por la puerta y yo me dirijo al baño para ducharme y cepillarme. Me quedo un rato viéndome en el espejo. El color azul se esta cayendo y ahora solo se ve con un celeste, pero se ve muy bien de todas formas... Gracias a Dios me cuido el cabello de lo contrario se vería muy maltratado.

<<De igual forma no estaría mal ir uno de estos días al salón>>

Salgo del baño envuelta en una toalla y me voy al cuarto para cambiarme y colocarme un vestido deportivo color verde militar, con capucha y manga larga... Me coloco unas botas de tacón color negra y salgo de la casa con mi cartera en mano...

Salgo del edificio y me voy en metro agarro dos antes de llegar a mi respectivo lugar. Camino unas cuantas cuadras antes de quedar frente al consultorio

Me tendré que prostituir para ver cómo me compro un carro. Así sea utilizado ¿Cuánto costará uno?

Entro en el edificio y subo las escaleras para llegar al consultorio.

–Buenos días –Saludo a la recepcionista.

–Señorita Matheus –Sonríe- Un gusto verla... el Doctor Gonzales, la esta esperando.

–Gracias Fabi.

Camino por el pasillo llegando al consultorio. Entro con una sonrisa...

–Hola Doc –Lo saludo.

Sube la mirada con una sonrisa.

–Marihela... –Sonríe con su habitual tono de voz suave y calmado –Te he dicho que me puedes llamar por mi nombre...

Ruedo los ojos sentándome en la silla.

–Disculpe... Héctor.

No es mucho mayor. Tiene unos 28 años. En realidad yo pensé que seria mayor, es por una des las razones por las cuales no confié mucho en él cuando empecé, pero después si me agrado y además si me ayuda bastante aunque no lo parezca.

Serendipia #1 [Completa✓] Kde žijí příběhy. Začni objevovat