Serendipia #1 [Completa✓]

XXXVI. Hasta que por fin sé el cuento...

Marihela

–¿Qué? ¿Cómo que vamos a salir? Están locas... literal ayer nos dormimos a las cuatro de la mañana y el día anterior a ese a las seis de la mañana.

–¿Y? –La morena se encoge de hombros –Dale... ya estamos vestidas y te compramos ropa.

–¿Eso fue lo que hicieron en toda la tarde? –pregunto.

Ella me ve y luego mira a Dylan. Se queda mirando las marcas del pecho –Ah claro, seguro ustedes hicieron cosas mas productivas ¿Verdad? –sonríe subiendo y bajando las cejas.

–De hecho si –Respondo.

–En fin... Vamos. Cámbiate, la ropa esta en el cuarto de Rebecka.

–No –Me cruzo de brazos –Yo no voy, tengo que dormir. Estoy cansada.

–Claro. De seguro Dylan agoto todas tus energías ¿verdad?

–Si –Responde él con una sonrisa arrogante.

–Da igual, no e dormido bien como en tres días y hoy no voy.

–Vamos... Me arrodillo y te ruego ¿o que?

–Muy cosa tuya si lo haces, pero yo no voy ni aunque me ruegues.

–Okey –Nayely literal se arrodilla y junta las manos –Por favor... No seas mala. Ve con nosotras... Val también va. Porfa, porfa, porfa, porfa.

–Esto le encantará a Salvador –Volteo para ver como Daniel le habla a Dylan.

Y se ve como Dylan le toma una foto a Nayely.

–Tranquilo, yo soy buen hermano.

Nayely voltea para verlo mal.

–Borra es mierda.

Dylan niega.

–No –Presiona unas cuantas veces el teléfono –Listo, ya se lo envié.

Nayely rueda los ojos y vuelve a mi.

–Lo haces por las buenas o por las malas –Se levanta.

–¿Malas? Si claro... ¿Me van a obligar o que?

Ella comparte una mirada con Rebecka y las dos asiente al mismo tiempo.

–Ya –Dicen al unisono.

Las dos se quitan los tacones y empiezan a correr hasta mí. Yo por inercia doy la vuelta y empiezo a correr por toda la sala mientras me persiguen.

–¡¡¡Après, ayuda!!!

Paso por encima del mueble mientras ellas vienen por mí.

–Lo siento, pero esto esta interesante –Volteo y e muy coño e su madre, esta grabando todo.

–¡¡¡Coño, Dylan pensé que me amabas!!! –Esquivo a Nayely y paso al lado de Rebecka.

–Lo hago... pero esto esta interesante –Me sigue con el teléfono.

Salto en cima del mueble.

–¿Daniel? –él esta muerto de risa.

–Si no lo hace tu novio ¿como esperas que yo lo haga?

–¡¡¡Que se yo!!! ¡Nayely Juárez quédate quieta! –volteo para verla.

–¡¡No hasta que vallas!!

–¡¡Aaah!! ¡Pareces loca! Rebecka, tú me quieres. Vamos, ayúdame.

–¡No! También quiero que vallas –Me agarra de un brazo, pero me logro zafar.