IX. La borrachera

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Break my hart - Dua Lipa

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Marihela.

Hermosa.

Bella.

Preciosa.

Esas eran todas la palabras que quería decirme y creerlas, pero no podía. La mente es algo único, después de cierto momento, cuando mi cuerpo creció, la pubertad y todo eso, los constantes halagos venían, pero en el fondo estaba esa voz de “¿Están ciegos?” No creía los piropos y de hecho los sigo sin creer. En mi mente los chicos están calientes y llega un tiempo que cualquier cosa con un vestido o pantalón ajustado va a ser de su agrado. Yo no soy especial en ningún sentido.

Me retoco las sombras en los ojos dándole un tono oscuro. Mis ojos son sencillos, pero mi madre siempre me a dicho que son predominantes de cierta forma. Le hago un delineado simple. Me arreglo la ropa y salgo encontrándome con Valentina. Como de costumbre está hermosa.

Lleva puestos un vestido morado hasta la mitad de sus muslos, con escote de espalda baja y en frente en forma de U. Sin mangas, es ajustado resaltando su silueta, tiene pedrería en el frente que hacen la forma de gotas bajando desde su pecho hasta la cintura. Se ve preciosa. Su rostro esta casi libre de maquillaje, nunca le ha gustó usar gran cosa. Solo lleva un labial morado y un delineado. Tiene unos tacones plateados y lleva una cola alta

Me sorprende que lleve vestido por qué no los usa muy a menudo. Supongo que fue de compras porque la última vez que supe no tenía muchos vestidos y este es nuevo. Me recuerdo que al empezar a trabajar tengo que comprarme ropa de a poco.

En la sala nos encontramos con Rebecka. Está sentada con un hermoso vestido azul marino. Ajustado hasta las cintura y suelto con relieve hasta las rodillas, tiene escote en V, con mangas tres cuarto. Es abierto en los hombros. El vestido se ve muy costoso a  decir verdad. La veo con unos tacones cerrados blancos. Lleva el cabello recogido en una cola con dos mechones en frente.

La observo y sinceramente podría ser modelo. Tiene todo lo necesario para ser una. La belleza y carisma. Hasta la postura.

–Están hermosas –Me dirijo a las chicas –Me encantan sus vestidos –Las halago.

Rebecka sube la mirada y sonrío.

–El tuyo esta muy lindo –Me sonríe y agradezco no escuchar ningún comentario de mi apariencia en general. Pero seamos sinceras, junto a ellas yo soy con un cero a la izquierda.

Me percato de Daniel quien está sentado al lado de su hermana, me mira con una sonrisa, esta vestido con unos Jeans blancos y una camisa negra que solo hace que resalte sus ojos azules, tiene abiertos los primero botones dandole un aire casual. Lleva zapatos negros, tiene el cabello húmedo. Su cabello es mas claro que el mío, es como del color de Val, castaño medio, como lo tiene húmedo se ve mas oscuro, se asemeja al mío, le queda bien el corte. Lo tiene medianamente largo dejando mechones sueltos y rebeldes con un toque juvenil.

O como le diría Valentina. Es greñudo.

Todos tienen algo que los hace resaltar. Por mi parte no tengo nada llamativo. Mis ojos son castaños al igual que mi cabello, son del mismo color los dos. Tan simple... Tan aburrido.

Daniel pasa la visita de una a otra y me parece divertido que a Rebecka la mira como si no le gustará el vestido por el corte y escote. Pero a Valentina le ve con un grado de deseo y cariño. Mi amiga no parece prestarle atención a la mirada del chico que le gusta.

Niego con una sonrisa y paso la vista al último que faltaba. Dylan esta vestido con un pantalón negro, zapatos del mismo tono, con una camisa azul marino que combinan perfecto con sus ojos... esos hermosos ojos que me comienzan a gustar, la camisa esta con las mangas arremangadas hasta dos codos, tiene los primeros botones desabrochados y el cabello un poco húmedo, parece desordenado dándome un toque de rebeldía a su apariencia

Serendipia #1 [Completa✓] Where stories live. Discover now