Déjenme Morir Como la Villana

Capítulo 46: Vega (2)

El bosque Malonu es un lugar que no muchos visitan, una de las razones tiene que ver con las bestias que resguardan este bosque, protegiendo lo de cualquier ser que intente dañarlo o entrar a él.

Pero nadie era más poderosa que la guardiana del bosque, la reina Silva.

Temida por muchas especies y amada por las bestias y los elfos, un ser que trasciende en el mundo terrenal y una leyenda que muchos cuentan en sus viajes.

Esa misma leyenda, estaba preocupada por el destino del mundo en donde reside.

"su majestad"

Silva observó a quien la llamaba con tal cortesía y solo río al ver que era el hermano pequeño de rey de los murciélagos.

"Esther, no necesitas llamarme de esa forma"

Esther el príncipe de los murciélagos se enojo ante tal comentario trivial que le había dado su reina y guardiana, la única que era buena con ellos.

"pero su majestad... Usted es la reina de las bestias mágicas y... Usted sabe que nosotros la amamos y respetamos tanto como usted a nosotros..."

Silva solo río al ver que Esther estaba nervioso y soltaba palabras al azar para poder salirse con la suya, por ello sólo sonrió y acarició levemente la cabeza del pequeño.

" lo se Esther, y yo los amo tanto como ustedes a mi. Mi deber de cuidarlos es lo que me mantiene en este mundo"

Esther observó a la reina y su expresión cambió a una de tristeza, todas las bestias estaban tristes debido a lo que iba a ocurrir, no estaban de acuerdo con su reina cuando tomó aquella decisión.

"su majestad... Realmente debe hacer tal cosa"

Esther quién siempre pasaba tiempo conversando con la reina silva, sabía que aquella decisión fue por el bien de las bestias, pero no podía estar de acuerdo con tal cosa.

"Esther... Cuando llegues a tu edad gloriosa como bestia, lo entenderás, no lo hago solo por ustedes. Este era mi destino desde que nací junto a los dioses dragones"

Silva había nacido junto a los dioses dragones, quienes eran sus hermanos mayores.

Ella tenía el deber de proteger a las bestias, lo que las estrellas le habían encomendado desde tiempos antiguos, al igual que sus hermanos, ella también tenía un deber.

"Vega pronto vendrá y al fin podrá enterarse de la verdad... Su destino que fue escrito por las estrellas"

Esther quién mirada como su reina Silva estaba observando el cielo estrellado que siempre había en el bosque, se sintió confundido al escuchar tales palabras.

«¿las estrellas?»

Esther quién pensó en tal ser que su reina alaba, no pudo evitar preguntarse quién era.

"Vega... No destruirá-"

"Vega no hará aquello, Esther. Ella es buena, nunca podría eligirir el camino del mal"

Silva sólo sonrió ante tales palabras que salieron de su boca, pero no logro tranquilizar el malestar y incomodidad de Esther.

Quién sólo pensaba en todo lo que estaba pasando y rezaba a las estrellas para que Vega no escogiera el camino del mal y llevara destrucción a todo su mundo.

"por favor.. Hermano mayor, guía a Vega para que no vaya al mal camino"

...

"¿¡los grandes dioses dijeron que!?"

Tiamat quién estaba en el mundo celestial, temblaba de enojo al escuchar lo que los sacerdotes del templo decían, llegando a romper una de las mesas por el golpe que le dio.

"los grandes dioses hablaron... Diciendo ‹Vega, nuestra amada hija. Quien lleva un destino terrible de muerte... Se le consedera el destino de salvar o destruir el mundo que hemos creado... Será bendecida por los únicos dioses y amada por todos nuestros hijos›... Ese fue todo el mensaje "

Tiamat estaba enojado, hervía en ira al saber que la profecía que le había dicho su maestro, se cumpliría y todo por culpa de su estúpido pupilo.

"... Señor Tiamat, no se culpe por lo que los grandes dioses dijeron. Esto iba a suceder tarde o temprano, recuerde que 'eso' está en el mundo terrenal"

Tiamat solo asintió a las palabras de gran sacerdote y dio un gran suspiro para tranquilizarse, hasta que su enojo logró calmarse.

"¿cuánto tiempo queda?"

El gran secardote miró al suelo y se lamento al tener que darle tal noticia al señor Tiamat.

"Hasta que Vega muera"

Tiamat se sorprendió y miró el suelo, sus sentimientos estaban mezclados, no sabía exactamente qué hacer ante tal situación.

"hasta que muera..."

Tanto los sacerdotes como Tiamat estaban mirando el suelo con emociones fuertes y pesadas, era la primera vez que se encontraban en tal situación de urgencia.

"... Gran sacerdote.."

Tiamat que hablo en voz baja y algo incómodo, alzó su mirada y sus ojos miraron fijamente los del gran sacerdote.

"¿hay alguna posibilidad, de que Vega no muera?"

El gran sacerdote se sorprendió ante tal pregunta de Tiamat, quien tenía una mirada de determinación y brillaba al esperar una posibilidad.

El. Sacerdote pensó y sólo llegaba a la misma conclusión, aquello lo desánimo y sólo negó la pregunta de Tiamat.

"no puedo encontrar algún destino donde ella no muera..."

Al escuchar las palabras del sacerdote, Tiamat volvío a desanimarse y se frustró aun más al no poder hacer algo para evitarlo.

"pero tampoco se si habrá algún destino donde exista la posibilidad de que ella viva"

Tiamat se sorprendió al saber que si había una pequeña posibilidad de que Vega sobreviviera, aquello lo a lento y su rostro mostró una gran sonrisa.

"gran sacerdo-"

"pero recuerda Tiamat, cambiar el destino de una persona y sobretodo de Vega. Con lleva a un gran precio, uno del cual es más grande que tu propia vida... ¿Aun así estas dispuesto a intervenir en el destino que le dieron las estrellas a Vega?"

Tiamat escucho en silencio lo que el gran sacerdote le dijo y asintió a tales palabras.

"...si debo arriesgar mi vida para poder salvar a Vega... Entonces no dudaré en usarla"

Los sacerdotes miraron con tristeza a Tiamat, quien ofrecía su vida para salvar a una mera humana que era amada por los grandes dioses, quienes los crearon.

"rezaremos a los grandes dioses para que tu destino se junte con el de Vega"

Tiamat dio una sonrisa pequeña y agradeció tales palabras que le dieron los sacerdotes.