Capitulo 24: Dulcinea (1)

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"descansa, Dulcinea "

Dulcinea asintió, miro de reojo a su hermana y entro a su habitación. Se quedo parada en frente de la puerta, con el silencio y oscuridad del cuarto. Respiraba lentamente y después de abrir sus ojos lentamente, comenzó a caminar hacia la ventana, para abrirla.

"te descubrieron, ¿no? "

Una voz siniestra y fría sonó, después de que Dulcinea abriera la ventana. Solo se quedo ahí parada sin moverse y asintió, se quedo mirando el suelo del jardín.

"¿dijo algo Leila? "

".. ... "

La voz le pregunto, Dulcinea apretó sus labios levemente y respiro profundo al escuchar el nombre de la persona que mas odiaba, no quería ver la o escuchar sobre ella, tenia la esperanza de que Leila Bethania solo se quedara callara y no hiciera nada como en su primer año. Sin embargo eso no paso y dos de sus conquistas se habían ido, junto con su amado.

"esa perra.. "

Dulcinea balbució, no tenia otra forma de llamarla. La había arrinconado al llevarla al hogar del dragón, no haba forma de lastimar a Leila como había planeado de antemano, debido a que el perro guardián de Leila se encontraba en esa habitación. Dulcinea quien estaba mordiendo la uña de su dedo pulgar, suspiro y se giro para caminar y sentarse en su sillón.

"parece que no solo dijo.. ¿te hizo algo?, pareces molesta "

"no es nada, Sir Behrooz "

Dijo Dulcinea un poco tranquila, quien había entrado por la ventana era Cael Behrooz, segundo hijo del barón Behrooz. Cael solo era un caballero que había sobresalido debido a sus talentos como caballero, sin embargo eso no hizo que pudiera ser el siguiente barón.

"¿no es nada?.. no estas llamándome como siempre "

Cael se acerco al sillón donde se encontraba Dulcinea y levanto su mentón para verle el rostro, sonrió al ver el aspecto de enojo de Dulcinea, él sabia perfectamente que ella odiaba a muerte a Leila Bethania, la hija del Vizconde Bethania el cual solo lo había visto una vez. 

"tu rostro da miedo, cariño "

"no me llames de esa forma "

El tono de Dulcinea se volvió frió y se zafo del agarre de Cael, lo miro de forma cautelosa y lo evadió para dejar de pensar en la persona que mas odiaba.

"uh~.. parece que mi princesa esta realmente molesta, ¿pero seguiremos con el plan, cierto? "

Dulcinea dirigió su mirada hacia Cael que estaba sonriendo hacia la mirada fría y molesta de la dueña de aquella habitación, ella solo suspiro y su mirada volvió a cambiar, ahora hacia la ventana que alumbraba la oscura habitación.

"no creo que podamos seguir con el plan, Leila Bethania se ha dado cuenta de mi.. no hay forma de que ella no comience a vigilar me  "

"entonces necesitaremos ayuda de alguien "

"no es solo eso.. necesitaremos a alguien del cual ella ni siquiera se acerque "

"¿hay alguien del cual Leila Bethania no se acerque? "

Dulcinea sonrió hacia esa pregunta, Cael que la observaba estaba algo confundido. Se había sorprendido debido a la sonrisa malvada que había echo recién Dulcinea, ella solo apretó un poco el respaldo del sillón y reía, imaginándose el rostro de Leila.

°°°

 Dulcinea quien estaba en clases, observo a su alrededor y se encontró que Leila no estaba en clase y los rostros deprimidos de todos los seguidores de Leila, al ver esto se enojo mas y comenzó a apretar su labio inferior, no quería ver que su amado estuviera preocupado por otra que no sea ella, por eso decidió ir hacia esa persona hoy.

...

Al terminar las clases comenzó a caminar hacia los salones de los de tercer año, al entrar en uno, observo a la persona que buscaba, cabello verde platino y una tez blanca, miro como esté sonreía y hablaba con sus compañeros desde la entrada, espero hasta que saliera y lo detuvo.

"Sir Jacinto "

"¿mm? "

Jacinto observo a Dulcinea y ella le sonrió,  Aran solo suspiro y comenzó a caminar hacia los pasillos ignorando a quien lo había llamado. Dulcinea al ver eso se sintió indignada, pero no se rindió y comenzó a seguir a Aran. 

Aran quien se había percatado que Dulcinea lo seguía siguiendo, a pesar de que ya había caminado hasta el jardín en la sección donde se encontraba la fuente, se detuvo y se dio la vuelta para observar a la chica.

"¿por que me sigues? "

Aran le pregunto de forma tosca y nada noble, estaba aburrido y molesto por que Dulcinea lo había seguido y hablado sin tener intención de acercarse a ella. Dulcinea se había detenido y lo había comenzado a mirar a los ojos, al ver sus ojos verdes había quedado embelesada y no había escuchado bien lo que le había dicho Aran.

".. ... "

"te pregunte, ¿por que me sigues? "

"ah.. "

Dulcinea jadeo, se había asustado debido al rencor y odio que sentía ahora al mirar los fríos ojos y la voz que había escuchado, estaba temblando un poco y había agachado la cabeza instintivamente. Ella nunca se había sentido tan temerosa, ni siquiera cuando había conocido al príncipe heredero, también era la primera vez que la miraban de esa forma.

"yo.. "

"... .. si no tienes mas asuntos conmigo, solo vete y no vuelvas a aparecer enfrente mio "

Aran estaba fastidiado, no quería tener nada que ver con ninguna mujer, solo quería a aquella chica que le había sonreído dulcemente cuando era pequeño. Dulcinea al escuchar estas palabras sus piernas se rindieron y callo al suelo, no podía rendirse al ver esta persona. Necesitaba a la persona que tenia enfrente y lo haría a cualquier precio si necesitaba vencer a Leila Bethania.

"yo.. "

"¿mm? "

Dulcinea había hablado un poco y Aran quien escucho ese pequeño ruido, solo se digno a ver a la chica que estaba de rodilla ante él, algo confundido. Dulcinea solo levanto su rostro y lo miro fijamente, su mirada estaba llena de determinación y Aran quien observo eso suspiro, se giro y comenzó a caminar para irse de aquel lugar.

Déjenme Morir Como la VillanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora