Déjenme Morir Como la Villana

Capitulo 25: Dulcinea (2)

"¡Necesito su ayuda, Sir Jacinto! "

Grito Dulcinea, al escuchar estas palabras, Aran detuvo su caminar y giro un poco su cabeza para mirar a Dulcinea.

"¿mi ayuda? "

"¡si! "

Aran quien vio a Dulcinea en desesperación, suspiro y se giro para mirarla fijamente. Dulcinea miro hacia el rostro de Aran, levantando su cabeza y con un poco húmedos sus ojos, no estaba segura si el plan iba a funcionar, pero necesitaba a Aran Jacinto de su lado, la única persona a la cual Leila Bethania no se acercaría, su mejor amigo de la infancia y el único que mato a la mascota preferida de Leila.

"¿para que? "

"... .. yo.. "

Dulcinea dudaba si decirle sobre su plan a Aran, puesto que no estaba segura si él todavía estaba enamorado de Leila, todos sabían que Aran Jacinto le estuvo mandando regalos después de que se distanciaron. Dulcinea a pesar de ingresar tarde a la nobleza también lo sabia, si daba un paso en falso él podía llegar a matarla.

"... .. si no dirás nada entonces no hay ayuda que necesites de mi "

"espere "

Aran quien iba a comenzar a caminar, fue detenido otra vez, ahora estaba verdaderamente molesto, se acerco lentamente a Dulcinea y quedaron a un paso de distancia. Se agacho para quedar a su altura y la miro fríamente, ella comenzó a temblar al ver los ojos de Aran, su boca se abría un poco y se cerraba nuevamente. 

"yo.. .. Bethania "

Susurro palabras que solamente pudo escuchar muy levemente Aran y una de esas fue 'Bethania', al escuchar eso Aran se sorprendió y dejo de mirarla de esa forma. Pensó instintivamente en Leila y se comenzó a sonrojar al recordar la dulce sonrisa de la niña de su infancia, suspiro y se levanto, para ayudar a levantar a la chica enfrente de él.

 "déjame ayudarte a levantarte "

Aran le alzo su mano y Dulcinea asintió torpemente por la belleza tranquila que le demostraba el chico, ella quedo un poco embobada y no se dio cuenta cuando se habían sentado en una de las bancas cerca de la fuente de agua.

"¿que sucede con la familia Bethania? "

"ah.. "

Dulcinea jadeo al escuchar la pregunta de Aran, ahora estaba segura que esta conversación tenia que mantenerla con sumo cuidado, debido a que Aran Jacinto todavía seguía encantado con Leila Bethania y que él solo la escucharía si Leila estaba involucrada. 

"¿no dirás nada? "

".. .. quisiera proponer le un trato, Sir Jacinto "

"¿un trato? "

Dulcinea que ahora estaba segura de que hablar, estaba lista y preparada para hablar con confianza a Aran, él solo estaba un poco desorientado por las extrañas palabras que salían de la boca de la señorita que estaba sentada a su lado.

"si "

"¿y de que trataría... este trato? "

"... .. me gustaría que me ayudara a mantener a Leila Bethania lejos de mi "

Dulcinea trago un poco de su propia saliva antes de contestar, estaba un poco nerviosa de las palabras que saldrían de la boca de Aran, puesto que, si él no aceptaba, había muchas posibilidades de que Leila descubriera su plan y el de esa persona que la ayudo mucho.

"¿y eso en que me beneficiaria a mí? "

"... .. pues... "

Dulcinea se había quedado callada, sabía que no tenía nada que ofrecerle al siguiente heredero del Marques Jacinto, estaba asustada pensando sobre que podría traer la atención de Aran. Cuando se le vino a la cabeza algo bastante terrorífico que podría hacer sufrir a Leila Bethania, la persona que mas odiaba.

"te daría a Leila Bethania a ti, si me ayudas a mantenerla alejada "

"¿que me darías a Leila?.... .. ¿como? "

"tengo planes de casarme con el príncipe heredero, si me ayudas. Podría hacer que Leila sea acusada y debería ir a la cárcel por molestar a la futura emperatriz, en ese momento le pediré al Rey que te de total autoridad de que hacer con Leila "

"jaja.. ¿crees que eso es un trato? "

Dulcinea quedo sorprendida, estaba segura que si ella le ofrecía a Leila como un cambio, entonces aceptaría, nunca pensó que Aran se reiría de ella por su plan. Aran quien observo como Dulcinea agachaba un poco la cabeza y apretaba sus labios, rió de aquella acción, Aran nunca había sido una persona que fuera fácil de engañar, puesto que, él engañaba a las personas a su alrededor.  

"... .. "

"bien, aceptare ayudarte, pero yo te diré las condiciones "

Dulcinea se había quedado en silencio, pero al escuchar esas palabras de Aran su rostro se lleno de felicidad y levanto muy rápido su cabeza para mirar al chico, sin embargo, ella comenzó a temblar al ver la sonrisa, sus ojos y su fría aura al rededor de él.

"espero que sepas que esto no puedes contárselo a nadie, querida Dulcinea Ornella "

"...s-si.. "

Dulcinea temblaba, sus palabras salieron de su boca instintivamente y mantenía sus ojos fijos en la persona enfrente de ella, era la segunda vez que observaba la misma sonrisa que tenia aquella persona. La persona que la había ayudado hace muchísimo tiempo.

"bien, te diré mis condiciones y lo que quiero que hagas "

Dulcinea solo asintió y escucho en silencio mientras desviaba la mirada hacia el suelo.

°°°

Dulcinea que iba caminando hacia su habitación en los dormitorios se abrazaba a si misma, después de terminar la conversación que tuvo con Aran Jacinto, se había ido rápidamente del lugar, todavía temblaba y recordaba la sonrisa perversa de aquel hombre. 

Era la primera vez que entendía por que Leila Bethania se había alejado de ese hombre, él era peligroso y con solo mirarlo no había podido saberlo, solo después de haber visto aquella sonrisa.

 Ella comprendió las palabras que significaba cuando le decían que no se acercaras a ciertas personas.

"él... debo tener cuidado de Aran Jacinto.. "

Murmuro para si misma y entro al dormitorio para ir directamente a su cuarto, abrió la puerta, la cerro y fue a abrir la ventana como siempre antes de encender la luz y sentarse en su sillón para ver el paisaje.