Capitulo 32: Compromiso (4).

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Drip.

Escuchaba el sonido del agua cayendo Leila, ella estaba en un lugar oscuro, con los ojos vendados y con grilletes en sus muñecas, estas le tiraban los brazos y los mantenía arriba.

Leila sabia quien había hecho esto, había despertado hace poco y se encontró con oscuridad. No lloraba y tampoco estaba asustada, sabia que esta era una situación de la cual tenia que esperarse.

Paso, Paso.

Escuchó unos leves pasos de tacones, levanto su cabeza sin poder ver nada e intentaba escuchar para poder saber a que distancia se encontraba aquella persona que caminaba, hasta que los pasos se detuvieron y las manos de Leila se apretaron en puños, haciendo que se moviera y sonaran las cadenas chocando entre ellas.

"... ..¿creo que sabes por que estas aquí, no Leila? "

".. .... si... madre.. ... "

La voz de Leila sonó un poco arrepentida, sus labios temblaban y solo podía pronunciar aquellas palabras, este era un lugar que Leila conocía, puesto que su madre la había hecho conocer este lugar, los recuerdos invadieron en la mente de Leila.

"Madre, ¿que hay después de aquella puerta? "

"... .. no deberías de entrar en ese lugar, Leila "

"¿por que? "

"si tanto insistes, te llevare para que lo conozcas "

Al final del pasillo del primer piso de la mansión Bethania, se encontraba una puerta de hierro con algunas cerraduras, Beatrice llevo a Leila de once años al lugar donde la pequeña tenia tanta curiosidad y le mostró que lugar era.

"esta es la prisión de la casa Bethania... ... un lugar repugnante donde se escabullen las ratas "

"..a...yu...da.... ayu.... .. .da... "

Susurros se escuchaban mientras Leila observaba el lugar con su madre, paseaban como cuando estaban en el jardín delantero, aunque todo lo que llegaba a observar Leila eran las celdas con barrotes oxidados y a los moribundos que habían en ese lugar.

Ella solo lograba escuchar los pasos de ellas dos y los susurros moribundos de los prisioneros, era un lugar con un olor a azufre y amoniaco, Leila en medio camino tuvo que taparse la nariz, después de algún tiempo caminando los olores se volvieron mas fuertes y no eran los únicos que habían.

"Leila, este lugar es uno de los que mas prefiere tu madre... .. sabes ¿por que? "

Leila negó moviendo su cabeza cuando miro a su madre, ellas seguían caminando,  mientras mas profundo mas ruidos molestos invadían en la cabeza de Leila, también le costaba escuchar a su madre.

"te diré por que... .. "

Leila quedo sorprendida del por que, esa fue la ultima vez que decidió acercarse a su madre o siquiera responderla, hacia todo lo que ella ordenara y se comportaba como su madre ordenaba, los recuerdos de Leila la atormentaban, ella siempre lo supo. Estaba en aquel lugar que nunca se había atrevido a visitar después de lo que le dijo su madre, eso lo sabia.

"bien, entonces esto sera rápido.. .quiten le aquello para que pueda ver "

"como ordene "

Habia dos sirvientes y la sirvienta personal de Beatrice, los sirvientes abrieron la celda y se acercaron a Leila para quitarle la venda de sus ojos, Leila apenas sentir aquel toque, comenzó a abrir lentamente sus ojos para acostumbrarlos, hasta que pudo abrirlos completamente.

"bien.. ..hoy seras castigada Leila, te dije lo que te iba a pasar si me desobedecías aquella vez, ¿no? "

".. ... lo se.. pero... "

Clap.

Uno de los sirvientes le dio una cachetada a Leila para que se callara, ella solo se quedo ahí en silencio, sabia que si le respondía nuevamente a su madre, iba a pasar lo mismo. Miro a su madre y la observaba sonreír, Beatrice movió una de sus manos y los sirvientes actuaron.

Los sirvientes tomaron a Leila y le quitaron los grilletes de sus muñecas, la sujetaron de ambos brazos y la arrastraron fuera de la habitación bruscamente. Leila en todo aquel proceso no dijo ninguna palabra, sentía dolor en su cuerpo pero sabia que nada serviría quejarse.

Ella intentaba recordar como es que todo esto paso, ella recordaba estar tomando té con Drake y su padre, pero en algún momento estaba en todo esto, Beatrice tomo el cabello de Leila y lo tiro para que su hija la viera a su rostro.

"¿que sucede?.. .. ¿las ratas te comieron la lengua? "

".. .. ."

Leila solo evito sus ojos y miro hacia otra parte, Beatrice bufo por aquella reacción tan aburrida y le soltó el cabello, comenzó a caminar y los sirvientes la seguían. Leila por mientras seguía intentando recordar lo que la había llevado a esta situación, sin embargo no hubo forma de saberlo, sus recuerdos están confusos.

".. . .. "

"quiero que traigan a un sanador después de que termine, los Duques Fanfer no pueden verla herida "

"como usted ordene, señora "

Leila escucha todo lo que Beatrice decía, sabia que la iba a pasar mal. Apretó sus dientes y le vino a su mente aquel hombre que había visto en aquella habitación aquella vez, esa fue la segunda vez que había visto sangre después de lo sucedido con su pájaro.

Leila quería escaparse de alguna forma, pero no podía. Los sirvientes que la sostenían tenían mas fuerza que ella y no había forma de poder abrir aquella puerta que cerraban desde fuera, también estaba la posibilidad de que hayan puesto a algún vigilante, así que ella se rindió fácilmente y espero a que sucediera lo que tenia que pasar.

No era la primera vez que pasaría por aquello, cuando estaba en la cárcel de la familia real, siempre una vez a la semana la torturaban para que declara y en algún momento se detuvieron, pero el cuerpo de Leila ya estaba lleno de cicatrices, no había nada que fuera limpio en su cuerpo.

Leila observaba de reojo las celdas y ya no había tanta gente encerrada como la primera vez que vino a este lugar, el olor también era mas soportable, observo su vestuario con la poca luz que había en el lugar, estaba con el mismo vestido que tenia puesto en el almuerzo.

"¡NO!... ¡AYÚDENME! "

El grito de una mujer se escucho mas adelante y junto con ruidos fuertes, al pasar observe las celdas para ver que pasaba y era una situación que siempre veras en estos lugares, uno de los guardias tuvo el permiso para hacer aquello, justo en este momento la mujer gritaba y el hombre estaba encima de ella, ya no había forma de escaparse.

"solo... . acéptalo... .. no hay.. forma... .. ."

Susurraba Leila mientras evitaba seguir mirando aquella escena e intentaba pensar en otra cosa para no escuchar los gritos y recordar lo que había visto hace un momento.

Déjenme Morir Como la VillanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora