2.

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- ¿Qué carajo? - grito desorientada luego de que mi cuerpo sea bañado en agua helada
                     
- Eso mismo me pregunté cuando salí a recoger el periódico y te vi ahí botada, Chaeyoung - abro los ojos y trato de acostumbrarme a la luz del sol que golpea directamente mi rostro, sin embargo fallo en el intentó, ya que en vez de acostumbrarme solo consigo sentir como mi cabeza empiece a punzar de dolor por el exceso de luz y el alto tono de voz que tiene Ann al hablar - ¿Entonces?
                     
- ¿Qué, habías dicho algo? - pregunto y ella golpea mi cabeza con el periódico que tiene en la mano y gruño de dolor - ¡Me duele, Ann!
                     
- Te va a doler más si no te levantas ahora mismo y entras a la casa para que te des una ducha. - volvió a golpearme - Muévete que apestas a alcohol casi tanto como si te hubiese orinado un zorrillo.
                     
Me levanté con cuidado del suelo con la ayuda de la pared que estaba atrás de mi y entre a regañadientes a la casa de los Manoban
                     
Ya sabia yo que me iría mal.
                     
- Miren quien apareció. - Marco, el padre de Lisa y esposo de la misma señora que aún sostenía el periódico en modo de ataque, golpeo mi espalda en forma de saludo - ¿Qué tal, Chaeng?
                     
- "¿Qué tal, Chaeng?" - repitió Ann imitando el tono de voz con el que me habló su esposo - ¿En serio, Marco? ¿No le vas a decir nada?
                     
- Es suficiente castigo con la migraña que ha de sentir al oírte, cariño. - sonrió - ¿Cierto, Chaeng? - asentí mientras sostenía mi cabeza entre mis manos y gemía de dolor.
                     
- Ve a darte un baño, hija. Después bajas y te tomas una pastilla para el dolor. - su esposa lo reprochó con la mirada - ¿Qué? Ya tiene la edad suficiente para... Ouch. - lo golpeo con el mismo periódico que a mí - Vale, ya entendí. Chaeyoung, ve a ducharte y cuando bajes te toca podar el jardín.
                     
- Hace muchísimo sol. - me quejé
                     
- Eso debiste pensar antes de llegar borracha a Dios sabe qué hora de la madrugada y dormirte en el porche. - volvió a golpearme y empecé a odiar al chico que deja el periódico
                 
El resto de la mañana lo pasé haciendo labores del hogar bajo las órdenes de la señora de la casa, misma señora que se negó a darme una bendita pastilla para que no tuviera dolor de cabeza post borrachera.
                     
A las cinco de la tarde ya me encontraba finalmente descansando en la habitación que me correspondía de la casa y luego de bañarme Ann me dio una pastilla, sin embargo ya no la necesitaba ya que la migraña fue sustituida por cansancio al ser sometida a muchas horas de trabajo hogareño exagerado.
     
Eran al rededor de las seis y media cuando tocaron la puerta de mi recámara y luego de que dijera "adelante", Lisa apareció.
                     
- Creí que ya no estarías en casa cuando regresara del entrenamiento de Luca. - dijo tan pronto entró.
                     
- ¿Por qué no debería estar aquí?
                    
- Dímelo tú. - se sentó en el borde de mi cama y quitó de mis manos la revista que estaba observando - Eres un asco, Chaeng. ¿Por qué no mejor ves porno? Por lo menos eso es más real que estas fotografías.
         
- Cierra la boca. - le arrebate la revista y la metí en el primer cajón de mi mesita de noche.
                     
- ¿Hoy no es la fiesta que estuvo organizando tu jefe toda la semana en donde se supone que vas a tocar? - preguntó y mis ojos se abrieron de golpe al oírla decir eso
                     
¡La fiesta!
                     
Me levanté rápidamente de mi cama y busqué mi celular para checar la hora, se suponía que debía estar ahí a las seis y media y ya eran las seis con cincuenta minutos.
                   
Escuché la risa de Lisa a mis espaldas y voltee a verla con reproche.
                     
- No me mires así, lo has olvidado tú. - maldije por lo bajo y sentí como algo golpeaba mi cara - Toma un baño rápido y vístete, yo te llevó. - se ofreció luego de golpearme con mi toalla.
             
Asentí y me metí al baño. El jefe me mataría por llegar tarde, pero estaba consciente de que podía evitar eso, así que le envié un mensaje a Joy para que me salvará el pellejo en lo que llegaba al bar.

it girl [chaennie]Where stories live. Discover now