11.

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Después del encuentro inesperado con la chica de curvas deliciosas tuve que volver al consultorio seis en busca de Luca, en dónde ya me esperaba evidentemente molesto porque al parecer había desaparecido por más tiempo de lo que creía. El doctor - dentista, odontólogo, profesional de la boca, o como sea que deba llamarlo - me dijo que iba a adelantar la próxima cita de Luca para dentro de tres días ya que mientras le hacia la limpieza se percató que tenía una que otra carie y debía de curarlas antes de que se contaminaran los demás dientes.

Cabe destacar que Luca aún tenía rastros de la anestesia y por ende tuve que cargarlo cuando íbamos en busca de Ann a la zona de consultas - con los doctores que realmente son doctores, o médicos, o especialistas, o como sea que deba llamarlos - al otro lado del hospital, ya que el área de Odontología estaba un poquito apartada; Cuando por fin llegamos a nuestro destino la encontramos sentada en la sala de espera jugando con su teléfono celular.

Al final no nos regaño por desaparecer.

Llegamos a casa al rededor del cuarto para las diez y gracias a ello yo tuve que subir rápidamente a mí habitación para tomar un baño y alistarme ya que Taehyung - mi glorioso y temible jefe - había mandado un mensaje al grupo del trabajo avisando específicamente a la banda que teníamos que estar presentes a pesar de que era nuestro día de descanso ya que hoy irían unos accionistas importantes al bar.

- Adiós. - dije asomando mi cabeza en la cocina para despedirme de Ann, Marco y Lisa, quienes estaban cenando tranquilamente en la barra.

- ¿No se supone que descansas hoy? - preguntó Lisa desviando su atención de la televisión hacia mí.

- Sí, pero Taehyung nos quiere ahí hoy. - entré por completo a la cocina y tomé una manzana - Vienen unos señores con traje, ya sabes, sus negocios tienen que tener ambiente musical.

- ¿A qué hora vas a llegar?

- Uh, no sé. - me encogí de hombros - Quizá en la madrugada, pero no sé preocupen, llevó llaves. - las saqué de mi bolsillo y las agité.

- Marco... - la voz de Ann sonó preocupada.

- Tranquila, cariño. - extendió su mano para tomar la de su esposa y apretarla un poco como para tranquilizarla y después volteó a verme - Chaeng, hace unos días cuando Ann y yo regresamos del restaurante nos encontramos con un sobre en la entrada de la casa. - fruncí el ceño - Venía una especie de carta, cuando vimos el sobre creímos que era para nosotros, pero...

- Era para ti. - completó su esposa.

- ¿Para mí? - solté una pequeña risa sarcástica - Nunca he recibido cartas de nadie, chicos, no sean tontos, a lo mejor y era una broma o algo así.

- Eso pensamos al principio, pero al parecer no es así, Chaeyoung. - ok, el tema ahora comenzaba a preocuparme un poco - Desde ese día no volvimos a recibir otra carta, hasta hoy en la mañana. La carta estaba en el restaurante, se la dejaron a Mateo para que me la diera y bueno...

- Alguien te está siguiendo Chaeyoung, y estamos un poco preocupados, hija. - completó Marco - De ahora en adelante no queremos que te vayas al trabajo caminando, deberás llevarte el auto, es más seguro.

- ¿Dónde están las cartas? - pregunté, necesitaba leerlas y verificar por mis propios ojos lo que los señores Manoban me decían, no es que no les tuviera confianza, al contrario, pero bueno, a veces las personas exageran las situaciones y yo necesitaba ver qué grado de importancia se le tenía que dar a aquellas cartas.

- En nuestra recámara. Iré por ellas. - Marco se levantó de la mesa y caminó hacia el lavabo para primero dejar su plato - Regreso en un momento.

En esos instantes mi celular comenzó a sonar indicando que tenía una llamada, y por el tono en específico reconocí al instante que era Joy.

- Maldición, debo irme. - dejé la manzana a medio comer en la barra y limpie mis manos - Mañana me enseñas esas cartas, me llevaré el auto para que estén más tranquilos, nos vemos. - dije rápidamente.

it girl [chaennie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora