14.

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Justo cuando iba a empezar a hablar con Jennie, Joy apareció de repente diciéndome que teníamos que ensayar una canción nueva a petición de Taehyung, ya que él quería impresionar a sus invitados especiales con una canción originaria de Canadá, así que tuve que despedirme contra mi voluntad de aquella hermosa chica.
                     
Para ensayar aquella canción tuvimos solo nueve minutos pero al final nos salió una presentación perfecta y Taehyung nos prometió unos cien dólares más en nuestro próximo pago.
                     
El resto de la noche no volví a toparme nuevamente con Jennie, así que al finalizar mi jornada laboral terminé llendo a casa un poco frustrada. Ella era una mujer excesivamente hermosa y estaba causando unos cuantos estragos en mi mente desde aquella noche en que la ví por primera vez siendo jaloneada por su horrible y despechado ex novio.
                     
Al final nunca le pregunté a Joy sobre los Kim en Nashville, así que tendría que preguntarle cuando la viera nuevamente en la noche en el trabajo.
                     
Cuando estacioné el auto de los Manoban frente a la casa, me percate que la luz de la estancia estaba encendida, así que traté de entrar sin hacer mucho ruido con la puerta.
                     
- ¿Lisa? - aventé las llaves al suelo y me deslice rápidamente de rodillas para tener mejor acceso al cuerpo de la rubia que yacía tirada contra el piso - Lisa, respóndeme. - quité algunos cabellos que tapaban su rostro, decir que estaba preocupada era poco - Maldita sea, Lalisa. - golpeé su mejilla varias veces con la palma de mi mano para que reaccionara, y afortunadamente funcionó.
                     
- Hmmmm, no quiero ir al colegio, mamá. - rodé los ojos al oírla, la idiota sonaba excesivamente adormilada.
                     
- Despierta, imbécil, acabas de darme un susto horrible. - volví a pegarle varias veces en la mejilla.
                     
- No, no quiero. - giró dándome la espalda.
                     
- Lisa... - murmuré - ¡Lalisa!
                     
- ¡Maldición! - gritó - ¿Estás loca?
                     
- ¿Qué rayos haces aquí en el piso, Manoban? - pregunté mirándola con los ojos entrecerrados.
                     
- Creo que me quedé dormida.
                     
- En efecto, Sherlock. - me golpeó sonriendo y fue cuando me percate que sus ojos estaban rojizos e hinchados - ¿Estuviste llorando? - desvió la mirada - Lisa ¿qué pasó?
                     
- Mamá.... - dijo en un hilo de voz.
                     
- ¿Ann? - asintió - ¿Qué pasa con ella, Lis? ¿Discutieron nuevamente? - negó.
                     
- Chaeng, mamá está enferma. - contestó luego de unos minutos y rompió en llanto abrazandose a mí mojando mi ropa con sus lágrimas.
                     
Ann. Ann está enferma.
                   
Miré hacia un punto fijo en la pared que estaba frente a mi analizando las palabras de Lisa. ¿Enferma? ¿De qué rayos estaba enferma? ¿Qué significaba eso? ¿Por qué mi corazón golpeaba contra mi pecho de una manera dolorosa?
                     
- Tranquila, Lis. - susurré
                     
Lisa no acostumbraba a llorar y yo lo sabía muy bien. Tendría que ser algo sumamente serio para que ella se pusiera así, lo cual significaba que sí, Ann estaba enferma y era algo malditamente grave. ¿Qué carajo iba a pasar? ¿Qué tenía? ¿Cuándo se habían enterado?
                     
El hospital, pensé rápidamente.
                     
Sentí como se formaba un nudo en mi garganta y como el miedo comenzaba a crecer en mi interior. ¿Cáncer, quizá? No, no podía ser. Ann era una mujer sumamente sana para su edad y era incluso joven para el cáncer. Aunque de todas formas el cáncer no respeta edad, género ni religión.
                     
Nunca tuve madre.
                     
Acababa de nacer cuando mi madre murió, así que nunca supe que se sintió haberla perdido. ¿Qué era una madre? ¿Qué se sentía tener una? ¿Cómo sería ser abrazada por alguien que tenía ese título?
                     
Mis pensamientos fueron instantáneamente a Ann; pensé en la primera vez que apareció en mi vida, en los regaños que me daba cuando hacia travesuras junto con Lisa, en su comida e incluso pensé en cómo se habrá puesto cuando desaparecí de su vida luego de huir de Nashville. Recordé la manera en que me abrazó cuando la volví a ver años después. En las incontables veces que se ha referido a mi como su hija.
                     
Mamá es Ann.
Amor maternal es Ann.
Miedo a perderla es Ann.
                     
- No la vamos a perder. - murmuré para mí misma apretando más a Lisa contra mí, quien seguía llorando incontrolablemente  - No lo haremos.

it girl [chaennie]Where stories live. Discover now