viii. planes

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CAPÍTULO OCHO
PLANES.
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NO HABÍA OTRA COSA EN EL MUNDO QUE LE GUSTARA A STASIAJ más que sus planes. A menudo, la rubia se encontraba en su escritorio, con un cuenco de dulces y una taza de té a su lado, planeando una negociación elaborada durante horas y horas, con los engranajes de su cerebro zumbando.

La otra cosa que le gustaba con casi la misma intensidad eran los baños calientes y la buena comida, los cuales iban a ser difíciles de conseguir en este viaje, por lo que hacer planes sería su método de relajación cuando los demás, sin duda, comenzaban a ponerla nerviosa.

Antes de dejar el barco, Stasiaj le había entregado al capitán a bordo unas cartas que ella había escrito y que las dejara en un centro de correo lo más pronto posible. Una vez que esas cartas llegaran a sus destinatarios, Stasiaj encontraría un vestido, una máscara, una invitación y un carruaje esperándola para ir a la Corte de Hielo. A partir de ahí, le sería fácil entrar y aún más fácil, salir de ahí.

No podía importarle menos lo que los demás estaban haciendo.

—Serpiente, presta atención.—Stasiaj arqueó una ceja hacia Kaz, quien estaba comenzando a exponer el plan a los otros miembros de su pequeño grupo. Lo miraban con los ojos muy abiertos, como si ni siquiera pudieran comprender la escala de la estrategia que Kaz estaba trazando. Era adorable, de una manera ingenua.

—Estoy prestando atención, Hombre Cuervo.—ella contestó y él rodó los ojos ante la sonrisa de Stasiaj.

—Si hacemos esto bien, entraremos y saldremos de la Corte de Hielo antes de que los Fjerdanos sepan que su científico premiado se ha ido.—dijo Kaz mientras algunos de ellos colgaban sus mochilas sobre sus hombros y continuaban avanzando hacia el sur.—Cuando entremos a la prisión, nos llevarán al área de detención de los pabellones de hombres y mujeres para esperar los cargos. Si Matthias tiene razón y los procedimientos siguen siendo los mismos, los patrullas solo pasarán por las celdas tres veces al día para el recuento de personas. Una vez que salgamos de las celdas, deberíamos tener al menos seis horas para cruzar la embajada, localizar a Yul-Bayur en la Isla Blanca y llevarlo al puerto antes de que se den cuenta de que falta alguien.

—¿Qué pasará con los otros prisioneros en las celdas?—Matthias preguntó, luciendo abatido.

—Tenemos eso cubierto.

—No te hagas ninguna idea, Hombre Lobo.—Stasiaj le dijo a Matthias, con una sonrisa en su rostro.—Si nos traicionas y me impides conseguir las cosas que quiero, te acabaré y nunca podrás volver a Fjerda sin que te disparen.

—Una vez fuera de las celdas.—continuó Kaz, ignorando el tono amenazador de Stasiaj y el rostro pálido de Matthias.—Matthias y Jesper se asegurarán de los establos mientras Wylan y yo sacamos a Nina e Inej del área de detención de mujeres. El sótano será el lugar de nuestro encuentro. Ahí es donde está el incinerador, y nadie debería estar en ahí después de que la prisión cierra por la noche. Mientras Inej sube, Wylan y yo buscaremos en el sótano cualquier cosa que pueda usar para la demostración en caso de que los Fjerdan decidieran esconder a Bo Yul-Bayur en la prisión y hacernos la vida más fácil. Nina, Matthias y Jesper registrarán las celdas del nivel superior.

war of hearts ━kaz brekker. ✓Where stories live. Discover now