war of hearts ━kaz brekker. ✓

xxxv. la princesa está muerta

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CAPÍTULO TREINTA Y CINCO
LA PRINCESA ESTÁ MUERTA.
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SE ABRIERON PASO A TIENTAS por las instalaciones llenas de baños de barro y camas. Finalmente se instalaron en una fría habitación blanca con un extraño olor y ventanas a lo largo del interior.

―Busca una silla.―dijo Genya.―Y trae mi equipo del área principal de la piscina. Es pesado. Lo encontrarás cerca de las toallas.

―¿Trajiste tu equipo?―preguntó Wylan.

―La chica Suli lo sugirió.―Genya contestó, ahuyentándolos para que siguieran sus órdenes. Stasiaj se quedó atrás, mirando a la mujer.

―Tan imperiosa como Zoya.―refunfuñó Jesper mientras él y Wylan iban por el equipamiento de la mujer.

―¡Pero con mejor audición!―exclamó.―¿La cicatriz te asusta?―preguntó, mirando a Stasiaj.

―¿Debería hacerlo?―Stasiaj respondió, sonriéndole.―Admiro tu coraje al mostrar al mundo tu cicatriz.

―Gracias.―Genya sonrió, antes de que Stasiaj se sentara en una silla y se recostara, dejando que un bufido abandonara sus labios mientras el dolor se hacía presente. No había agua ahí, ningún pozo profundo al que pudiera caer y potencialmente ahogarse, así que cerró los ojos y permitió que su mente y su corazón descansaran un rato.

Stasiaj mantuvo un oído atento a la conversación mientras dormía, entrando y saliendo del sueño, pero se encontró relajándose en el calor de la habitación. Era reconfortante y, a pesar del extraño olor, le recordaba a su hogar.

―¿Bien?―Genya habló, después de casi dos horas de silencio. Stasiaj abrió un ojo, antes de sonreír al ver los rizos rojos y los ojos azules.

―Es él.―dijo Jesper.―Ese es nuestro merchling fugitivo.

Genya se estiró.―Bien, porque si tengo que pasar otro minuto más oliendo esta arcilla, me volveré loca.―estaba claro que estaba cansada, su rostro brillaba. Su único ojo brillaba. Así era como se veía un Grisha cuando usaban su poder.―Sería mejor retocar el trabajo por la mañana, pero tengo que volver a la embajada. Y mañana, bueno...―se encogió de hombros.

Wylan le dio las gracias mientras él y Jesper se apresuraban a salir de la habitación, dejando a las dos chicas riendo.

―Debería ir a buscar a Zoya.―Genya dijo mientras Stasiaj se sentaba derecha y gemía de dolor. Genya se volvió hacia ella.―Estás herida.

―Si, nada importante. Me apuñalaron.―la rubia rió, poniéndose de pie.―Se curará.

―Déjame ayudarte.―respondió Genya, antes de inclinarse a Stasiaj, indicándole que levantara su blusa. Con cuidado, Stasiaj lo hizo, haciendo una mueca cuando el sastre le quitó los vendajes y comenzó a curar sus heridas.―Eso se ve horrible.

―Me sentí horrible cuando me apuñalaron.―Stasiaj negó con la cabeza, antes de lamerse los labios. Ésta era su oportunidad.―Eres amiga del rey, ¿no?

―En términos generales, si.―contestó Genya, con una sonrisa creciendo en su rostro.―¿Por qué?

―Sabes lo que hace la familia real, en el pasado y en el presente.―comentó Stasiaj. Tenía miembros de la casa real en esa misma habitación, por lo que se le ocurrió preguntarle sobre el resto de su familia. Preguntarle si la buscaron cuando desapareció hace tantos años. De lo contrario, nunca lo sabría y eso la consumiría.

―Supongo que sí. ¿Por qué lo preguntas?

―Tu rey tenía una hermana menor.―Stasiaj fue directo al grano. No tenía el tiempo suficiente para que hablaran de otros temas.―Ella desapareció. ¿La buscaron alguna vez?

―¿Has oído hablar de la Lantsov desaparecida?―una voz se escuchó de la puerta y Stasiaj se dio la vuelta para ver a Zoya, que la miraba con una ceja arqueada.

―Soy la informante principal de Ketterdam. Sé muchas cosas sobre mucha gente. Tu Lantsov desaparecida surgió en una conversación.―la rubia se encogió de hombros.―Pero nunca supe si su familia la buscó. Eso siempre me molestó.

―¿Por qué?

―Crecí en las calles.―Stasiaj pasó una mano por su estómago, maravillándose por la cicatriz que había ahí. Era otra para agregar a su colección.―Quería saber si una chica como ella tuvo gente buscándola. Pensé que me daría alguna esperanza de que alguien me buscara en Ketterdam.

―Ellos buscaron.―Genya asintió.―Buscaron por un tiempo y luego encontraron a la Sum Summoner y se detuvieron.

―Ya veo.―respondió Stasiaj. Así que una guerra les había impedido seguir buscándola y para cuando comenzaron de nuevo, Anastasiaj había sido reemplazada por Stasiaj.

―¿Cómo supiste de ella?―Zoya preguntó, sentándose junto a Genya.

―De un pirata, créanlo o no.―Stasiaj rió. Pasó la lengua por sus labios mientras pensaba en Hardy.―Me dijo que secuestró a la princesa de una fiesta y se la llevó en un barco que luego se hundió. Planeaba venderla a un burdel. Al parecer, dan mucho dinero por las princesas.

―¿Dónde está él?―Zoya volvió a preguntar, inclinándose hacia adelante con el ceño fruncido.―Deberíamos hablar con él.

―Está muerto.―Stasiaj contestó.―Lo maté. La esclavitud se toma muy en serio en Kerch y yo solo estaba haciendo mi trabajo.

Genya hizo una pausa, antes de inclinarse hacia adelante, sus pálidos dedos rozaron la mejilla de Stasiaj. La chica arqueó una ceja, viendo cómo Zoya y Genya compartían miradas de asombro e incredulidad en el silencio de la habitación. Alzando su mano, Stasiaj rozó los dedos de la pelirroja, antes de sonreír.

―Esta ha sido una conversación agradable, señoritas.―se puso de pie, volviéndose cuando Malkus entró apresuradamente por la puerta y saltó hacia ella.―Ahora, si me disculpan, tengo trabajo que hacer. Necesito asustar a Van Eck cuando vaya a su casa a romperle las piernas.

Stasiaj se despidió y le tendió una mano a Malkus, quién la agarró y procedió a contarle lo que Ivarn y Celia le habían dicho. Era una noticia básica, pero les diría las coas más interesantes cuando solo estuvieran los dos.

―¡Stasiaj!―la rubia se volvió al oír la voz de Zoya, que la miraba con atención.―La princesa. ¿Escapó del barco?

―Ella se ahogó en ese barco.―Stasiaj le sonrió, aunque parecía más una mueca.―La princesa murió. Dile eso a tu rey, podría darle un cierre.

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