Sin Salida

39. En pedazos

Dos días después:

Dafne había estado sin hablar, no regresó al colegio y cerró sus redes sociales. Me desesperaba verla tan mal, pero tenía la garantía de que ella no lo volvería a intentar porque se lo prometió a Jhonatan. Aún me es algo confusa su situación, es como si se conocieran tan bien uno al otro como para haber dejado que él la salvara. No hicieron nada en contra de Zac ni de Natalie, tengo tanta rabia contra ellos por lo que ocasionaron.

Acabo de rentar un auto para ir a pasar la noche a la intemperie junto a Chris, para animar a Sam. Ha estado muy triste desde su última intervención médica.
Conduzco hasta llegar a la sucursal de McDonald's donde trabaja Chris, paso por el autoservicio para poder sorprenderlo. Aún no sé cómo evitar descontrolarme cuando me besa o toma mi mano.
Llego a la ventanilla de pedidos.

--Buenas noches, bienvenido a McDonald's ¿Cuál es su orden?-- escucho su voz a través de un parlante pequeño

--Buenas noches, quiero patatas fritas medianas y un dulce chico para llevar por favor-- bromeo

--¿Jones?-- responde sorprendido

--¿Esperabas a alguien más?--lo fastidio con tono cómico

Lo escucho reír, paso por el pedido y me lo entrega, logro verlo y me sonríe contento.

--En diez minutos más termino mi turno ¿Podrás esperarme?

--No conducí dieciséis minutos hasta aquí para irme sin tí-- sonrío mientras le pago.

--Te quiero.-- me guiña un ojo.

Después de sonreírle, conduzco hasta la salida de servicio. Estaciono enfrente mientras como las patatas y escucho música en la radio.
Pasan los diez minutos y él tarda más de lo acordado, lo veo aparecer mientras una chica rubia lo persigue. Se detienen y veo que pelean un poco, si es lo que estoy pensando voy a matarlo por haberme visto la cara de estúpida.

Con molestia bajo del auto, camino hasta llegar a ellos y oigo un poco de su discusión.

--¡Ya te dije qué me dejes en paz!-- exclama el castaño con molestia.

--¿Qué pasó mi amor? Llevo esperándote mucho rato.

¿¡Qué mierda acabo de decir!? Él parece sorprendido y desconcertado a mi acción. Me pongo de puntas para poder llegar a sus labios y depósito un pequeño beso en ellos. Entrelazo mis dedos a los suyos, la chica se sorprende al verme.

--¿Nos vamos?-- le pido con voz dulce

Él asiente y camina junto a mí, me aseguro que la chica haya salido del panorama y suelto su mano con algo de molestia.

--¿Y ahora? Acabas de llamarme "mi amor" hace un momento y ahora estás enojada

--¿Quién es esa rubia?-- enarco una ceja

--Mi compañera de trabajo, no te pongas celosa.-- aprieta mi mejilla

--No estoy celosa, solo no quiero que me vean la cara.

Afirmo y me subo al auto con él, conducimos hasta llegar a su casa y le cuento los planes que tenía en mente pero se tornan imposibles porque Samantha no debe salir por algunos días.

--En verdad lamento que hayas gastado en este auto, debí haberte contado.

--No pasa nada, todo está bien.-- sonrío y estaciono el auto enfrente su casa.