19. ¡Imbécil!

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La semana de la competencia:

Me siento muy estresada, en dos días más todo esto acabará. Debo admitir que me ha ido bastante bien, nos trajeron a una especie de campamento, algo parecido a los campamentos de verano y en cada cabaña nos hospedamos por colegios, materias, deportes y artes.

Chris pudo volver al equipo, la semana pasada el último día vimos que sus calificaciones ascendieron de manera conveniente me agradeció muchísimo e incluso me abrazó.

Con lo que no conté fue que Natalie regresara con Chris a los dos días después de que lo vió besándose con Dafne.

Yo comparto mi cabaña con Ángel, Joshua y también la compartí con Gabriel pero fue eliminado hoy así que tuvo que irse a casa. La competencia era entre veinte preparatorias, ahora solo quedan diez y mañana se eliminarán a cinco. Los exámenes son cada vez más complicados y me pone tensa.

Adelaida fue muy testaruda al momento de darme el permiso para poder venir, me dijo cosas extrañas en modo de advertencia y me preguntó como cincuenta veces si no tenía novio ¿por qué desconfía de mí? No soy una santa pero tampoco soy una chica controlada por sus impulsos hormonales.

—¡Hey Alice! —pronuncia Ángel, sacandome de mis pensamientos.

—¿Sí?

—¿Quieres ir a ver los entrenamientos?

—Si, porque no — bajo de la litera.

—Hay que relajarnos un poco ¿no crees? De pensar tanto en los astros terminaré volviendome loca —ríe Ángel.

—Amo los números pero no de una manera tan tóxica —bromeo también, reímos juntas.

Ella se pone una sudadera, agarro mi móvil y lo llevo en el bolsillo de mi jean. Estamos prácticamente listas para ir fuera.

—Bien, salgamos.

Ella abre la puerta y nos encontramos cara a cara con Joshua del otro lado.

—¿Y ustedes a dónde van?

—Obviamente afuera —respondo.

—Muy graciosa Alison —me observa enfadado.

—Por enésima vez, mi nombre es Alice.

—Como sea —Joshua roda los ojos.

—Anda Joshua, no seas pesado —Ángel lo quita de la puerta.

—¡Claro, vayan! ¡alguien debe quedarse a estudiar para llevar a flote el nombre de la preparatoria! —grita Joshua desde la puerta de la cabaña .

Nos alejamos con rapidez de la cabaña mientras reímos por lo detestable que llega a ser Joshua.

—¿Por qué siempre intenta molestarme? —pregunto.

—¡Le quitaste el lugar de estudiante estrella! ¿te parece poco?

—No lo hice al propósito.

—Él prefiere que le quiten la novia antes que su promedio perfecto.

—¿Él tiene novia? —pregunto con sorpresa.

—Obvio que no —ríe Ángel.

—Eso fue malvado —río también.

—¡Mira! ¡allá están los chicos de basketball! —los señala emocionada —,¡vamos! —me tira del brazo.

—¡No! ¿por qué? —susurro.

—Porque son atleticos y sexys ¡están mejor qué las estrellas!

—No estoy de acuerdo con esa teoría, estoy convencida que las estrellas son mucho...

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