10. Sabotaje

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El día de la cita:

Ya llegó el fin de semana y eso significa una sola cosa: Mi salida con Ethan. Fue una semana agotadora, atareada y algo triste por lo que está pasando Gina.

Hoy es un día excelente para ir a dar un paseo, quedamos en ir por la tarde. El sol es radiante, la brisa refrescante es una hermosa mañana y aún no me he levanto de la cama, estoy muy cansada.

No puedo dejar de pensar em Gina; ella me preocupa, ha estado triste y ha intentado más de una vez acercarse a Chris pero no se lo hemos permitido. Le enviaré un texto.

Alice:
Hola Gina ¿cómo estás?

Gina:
Hola Ali. Como de costumbre desde que él me hizo lo que me hizo.

Alice:
Sé por lo que estás pasando porque también lo viví pero, vele el lado bueno. Cuando todo esto pase ya sabrás que no es bueno enamorarse y menos de chicos así.

Gina:
No entiendes Ali, yo lo amo mucho porque él es el amor de mi vida. No puede haber fingido esos besos, las caricias, las miradas llenas de amor. Yo sé que algo tuvo que sentir por mí.

Alice:
El tiempo lo cura todo, tal vez estés algo confundida pero quien lastima no ama, Gina. No te merece, eres una gran chica, eres bellísima y dulce pronto encontraras a alguien como tú que te ame como mereces.

Gina:
Esque yo no quiero a nadie más, lo quiero a él. Siento que muero sin él.

Alice:
Nadie muere de un mal amor y el bueno no te hará sentir que quieras morir. Si necesitas llorar hazlo, es parte de sanar, vive el proceso y cuando menos te lo esperes estarás bien.

Gina:
Te escribo más tarde, espero que te vaya bien con Ethan hoy.

Ella había estado algo difícil, el dolor no le dejaba ver las cosas como realmente eran. De nada serviría que Katia o yo intentaramos hacerle entender, nadie más que ella puede ayudarla.

El reloj marcan las diez de la mañana y aún no quiero levantarme. Me recuesto y abrazo mi almohada y recuerdo a mamá; ella era un mujer hermosa con el cabello castaño largo y algo ondulado, los ojos marrones, usaba bellos vestidos y tenía siempre el pelo suelto y muy bien cuidado. Muchas veces cuando estoy sola su recuerdo llega a míh me hace extrañarla.

Alguien llama a mi puerta, me levanto de la cama y me dirijo a abrirla.

—¿Dafne? —la descubro al otro lado.

-—Si, deberías ir a desayunar o Adelaida se enfadara.

-— Bajo en seguida —ella se va y cierro la puerta de la habitación.

Hago la cama y elijo las prendas que llevaré hoy, me decido por una camiza a cuadros azules, un short que no es muy corto de color gris y unos tenis negros. Me los pondré después, bajo en pijama y me sirvo un tazón con cereal. Hércules duerme y dejaré que lo haga tiene mucho que andar por la tarde, término de comer y lavo el tazón. Me doy una larga ducha, al salir me visto, me cepillo el pelo y terminé creó que estoy lista ya.

Voy a reportarme con Della a la cafetería.

—Hola Jhonatan —lo saludo mientras entro.

-—Hola Ali —sonríe extrañado, cada vez que me veía lo hacía.

-—¿Y Della? —pregunto mientras inspecciono el lugar y no la veo.

—No tengo la menor idea, pero de seguro vendrá ya.

—Bueno, la esperaré aquí — mesiento en una de las mesas vacías.

La cafetería de Della esta llena como la mayoría de veces, ella hace deliciosos postres así que no es de extrañarse. Le llevaré a Ethan un exquisito pastel de coco relleno con crema de almendras y nueces.

Sin Salida Where stories live. Discover now