Sin Salida

47. ¡Vuelve Sam!

Alice:

Chris llora desconsoladamente, lo que acaba de pasar con Sam lo ha dejado devastado. Lo observo sin saber que hacer, tengo los ojos inundados de lágrimas. En un acto rápido él sube las escaleras y se dirige a la habitación de la niña, con el unicornio de felpa en manos se derrumba.

--La perdí, Jones, la perdí.-- dice con dolor.

--Llora, cariño, lo necesitas.-- me siento a su lado y lo abrazo.

Siento sus lágrimas caer y mojar mi blusa, es increíble todo lo que pasó.

--¿Qué haré sin ella Jones?- pronuncia Chris entre sollozos.- Jamás la volveré a ver! ¡Se ha ido! ¡Se ha ido para siempre!

No hallo palabras que puedan consolarlo, aún no me puedo creer lo que sucede. Nadie nunca imaginaria que algo así se presentaría.

-Debí haber estado ahí, lo habría evitado. Es mi culpa, por mi culpa Sam ya no está conmigo.

Más temprano ese día:

Alice
Hoy es el cumpleaños de la dulce Sam, habíamos planeado absolutamente todo, incluso el más minucioso detalle. Sam había insistido tanto en querer ir a Llano para conocer la granja de papá y ver a los animales, claramente se lo haríamos realidad. Es un sábado por la mañana, había hablado con anticipación a papá para que me dejara llevar a Sam allá y acepto con gusto, Della también sabe que saldré el día de hoy. Había tomado de la mejor manera la noticia de mi noviazgo con Chris.

Bajo a desayunar, preparo un tazón de cereal y no dejo de fantasear con el día que tendremos hoy. Subo a mi habitación para darme un baño, decido usar una blusa sin mangas banca, un short de mezclilla, perfecto para un día de campo, peino mi cabello, delineo mis ojos, rizo mis pestañas y le doy color a mis labios. Ya estoy lista, tomo la cesta que prepare para hacer el picnic, salgo de casa para dirigirme a la cafetería, le pago el pastel que le encargue a Jhonatan, finalmente voy a casa de Chris.
Llego y llamo a la puerta, el señor Charles me recibe.

-Buenos días señor.- saludo contenta.

-Buenos días muchacha, pasa- responde sonriente.

Le agradezco con una sonrisa y entro, me ayuda con las cosas que traigo en las manos.

-¿Cómo te gustan los waffles?- interroga

Lo miro con incredulidad.

-¿Los prefieres con crema batida o con miel de Maple?- nota que estoy desconcertada, y ríe ante mi gesto.- Hoy es el cumpleaños de mi hija, me da gusto que vayan a salir y hacerla sentir festejada hoy. Cómo sabrás sus abuelos planearon toda una fiesta para mañana, me hace feliz que tenga dos celebraciones de cumpleaños.

Respondo con una sonrisa a lo que dice, él se había renovado, no puedo decir que sea del todo perfecto porque yo no convivo mucho con él, pero había cambiado de forma radical y para bien.

-¿Entonces?- vuelve a preguntar

-Con crema batida por favor.

Él asiente y regresa a la cocina, me siento en el sofá y saco mi móvil para distraer mi tiempo en Instagram, de pronto veo descender de las escaleras la silueta inconfundible de Chris.

No se percata de mi presencia, está con el pantalón de su pijama, sin camisa. Lo veo tararear y bailar mientras bebe un vaso de agua, gira mientras baila y finalmente me ve.

-¡Arañita!- dice exaltado mientras se cubre el torso desnudo.

-Buenos días grandulon, andas muy de buenas hoy