13. Decisión crucial

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Llegué a casa hace tres horas y no dejó de recordar lo que ví, revivir el momento en el que Anthony le pusiera la mano encima a Katia me llena de impotencia ¿cómo dejó que lo haga? Intento disipar el horrible recuerdo metiendo unas cuántas prendas a mi mochila para el fin de semana en casa de papá. Della fue muy testaruda al momento de darme permiso para ir, y yo no se lo estaba pidiendo solo le avisaba.

Me pongo la mochila y le pongo a Milo la correa, a papá no le agradan mucho las mascotas pero tendrá que acostumbrarse. Cierro mi habitación con llaves para que Dafne no me haga lo mismo que yo le hice al fin de cuentas ella se lo merecía, salgo de casa y me dirijo a la cafetería la campanilla anuncia mi entrada y Della está algo ocupada.

—¿Della? —me acerco levemente hacia ella.

—¿Mmm? —emite sin verme, esta bastante distraída por su trabajo.

—Ya me voy, llegaré el domingo por la noche ¿bueno?

—Esta bien, que te vaya de las mil maravillas. —responde dejándome una palmadita en la espalda.

Doy media vuelta para salir de la cafetería.

—Nos vemos en lunes —le sonrió a Jhonatan.

—Te extrañaré —onríe también.

Salgo y me dirijo a la estación de buses, no le diré nada a papá porque prácticamente no sé que decirle. Llego a la estación y me embarco en uno de los buses que gracias al cielo ya está casi listo para partir, me acomodo en un asiento de atrás y pongo a lado mío la mochila; Milo se acomoda en mis piernas mientras posa la cabecita por la ventana hundo mi cabeza en el asiento mientras pienso ¿qué le diré a papá? ¿cómo pediré disculpas? ¡Agh! ¡me comporte como toda una imbécil!

El bus se pone en marcha y Milo saca la cabeza por la ventana junto con su lengua y el viento que viene en dirección contraria hace que Milo se vea gracioso y tierno con el pelo alborotado, lo abrazo y espero a que él se canse. Lo hace después de media hora y queda dormido sobre mí, apoyo mi codo en la ventana y poso mi rostro en mi mano mirando hacía la calle y en tan solo segundos quedo dormida con el último pensamiento del "plan" de Gina.

Siento el vehículo detenerse haciendo un estruendo abro los ojos y ya llegamos, espero que bajen todos por el hecho de que estoy algo abrumada por el viaje, Milo está impaciente por bajar así que tomo mi mochila y bajamos juntos; saco mi celular y miro la hora, son las ocho de la noche, así que camino de prisa para llegar cuanto antes. Andamos por los caminos áridos, internamente practico mi disculpa para papá y Tanya además de tragarme la idea de que tendré un "hermanito" y fingir alegría, pasamos por el lugar donde encontré a Milo y suspiro pesadamente al recordar donde enterré a los demás cachorros. Dentro de algunos minutos estoy frente a la puerta y no sé si golpearla, respiro profundamente y golpeo. Me muerdo la uña del dedo índice por nerviosismo y abre Tanya; ella luce un hermoso vestido rojo intenso con tirantes, tiene el cabello recojido en un moño elegante, los labios rosas, examinó su bisutería y de inmediato noto ¿¡la pulsera de mi mamá!?

—¡Hola Ali! —me da un abrazo y siento su exquisito perfume.

—Hola —forzo una sonrisa —, ¿papá?

—Está dentro arreglandose —me toma de la muñeca —¡ven entra!

Entramos con Milo y ella lo mira de inmediato y lo acaricia

—¡Qué grande se ha puesto!

—Ya no es más un bebé.

—Aún crecerá un poco más, pero está muy lindo y sano, se nota que ama su vida.

—Pues eso espero.

—Creo que deberías ir a saludar a Adam, han sido dos meses en los que no supo nada de ti.

Sin Salida Where stories live. Discover now