42. Te quiero conmigo

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Natalie:

Es un lunes por la tarde y había sido un día genial, había vuelto a ser la capitana de porristas. Inicié una relación con Ryan West, mis padres viajarán hoy a Las Vegas y me dejarán en paz por los próximos tres meses y me pidieron ser la portada de una revista de modas.

--Estoy muy feliz contigo Nat.-- me dice mi madre-- Al fin hiciste algo bien.

--Sí, hasta que lo arruine.-- se burla Daniel.

--Hoy nada puede hacerme enfadar.-- le contesto.

--Además tu padre y yo te tenemos una sorpresa. ¿No, Sebastián?-- dice algo molesta porque papá está en el celular.

--Disculpen, ya vimos que mejoraste pero, ¿y las matemáticas?

--Pueden irse al diablo, con las fotos que van a tomarme para la revista "Glamour" será mi presentación ante el mundo de la moda, seré una modelo internacional y modelaré para las mejores marcas y los mejores diseñadores.

--Soñar no cuesta nada.-- vuelve a molestar Daniel.

--Está bien hija, pero sí debes graduarte e ir a la universidad. ¿Okay?-- dice mi padre.

--Sí papá.-- sonrío hipócritamente.

Bebo el agua de mi copa, Daniel siempre había odiado que me pasen cosas buenas. Sé que me odia porque arruiné sus planes para ser el único heredero de la fortuna de mis padres.
Escuchamos los sonidos de un claxon siendo exasperante.

--¿No quieres ir a ver qué es eso cielo?-- me dice mamá.

--Qué vaya Leonardo.-- protesto.

--Natalie, ve ahora.-- me exige mamá con severidad.

Rodo los ojos y me levanto, salgo fuera y grito tan fuerte como puedo al ver un Bentley Continental GT pintado en rosa con el cofre, parrilla y facia de color negro.

--Ya que tu cumpleaños es en dos meses y no estaremos aquí decidimos adelantarte tu regalo.-- mamá sale detrás de mí y abraza mis hombros.

--¿Rosa?-- pregunta Daniel.-- Creo que te tomas el papel de Barbie plástica muy en serio ¿no, hermanita?

--Deja de molestarla Daniel, ve y dile a Leonardo que baje las maletas.-- interviene mamá.

Me acerco al auto y es realmente hermoso, parece fabricado para mí. Por dentro es de color crema.

Después de algunos minutos Leonardo sube las maletas al auto de la casa.

--Adiós hija, recuerda que ser bonita no todas las veces funciona.-- papá besa mi cabeza.

--No escuches a tu padre, porque la belleza si sirve, tanto como para ser modelo o conseguir un hombre de tu mismo estatus para que te dé lo que quieras.

--No le metas ideas Keisha.

--¿Acaso estoy mintiendo Sebastián? Si la belleza y juventud no sirvieran para nada tú no tendrías de amantes a modelos de veintidós, cariño.--finge una risa.

--Los voy a extrañar.-- interrumpo para que dejen sus tonterías.

Me abrazan y suben al auto. Daniel intenta hacerlo también pero mis padres le ordenan despedirse de mí.

--Adiós perdedora-- aprieta mi brazo y me habla al oído.

--Nunca cantes victoria antes de tiempo.-- le susurro.

Sin Salida Where stories live. Discover now