53. En el limbo

15 2 6
                                    

Katia:

Estoy sentada junto a Anthony, la tarde era calurosa y habíamos decidido ir al club a nadar y refrescarnos. Él había vuelto a ser el de antes y me sentía mal por haberlo engañado, respecto a Jhonatan lo he estado evitando desde que mi nana nos encontró besándonos en el jardín.

-¿Y te ha contado algo la friki de tu amiga?-pregunta mi novio.

-¿Alice? No, no la ví desde el juego cuando Chris y Zac pelearon.

-Quién diría que Chris tenía de padre a un ebrio, ¿cómo habrá hecho para conseguir ese auto? Seguramente de todas las apuestas.-ríe- Qué asco de tipo, no pensé que era pobre.

-No creo que sea pobre. ¿Recuerdas esa revista?

-Si, pero ¿no viste a su padre? Que clase de tipo millonario viste y huele como él. -se mofa.

No hago más que sonreírle al rubio, claro que Chris no tenía vida acomodada y eso yo lo sabía hace meses cuando empezó el plan de Gina con Alice.

Anthony se acerca a darme un beso y rodea mi cintura con sus manos, deja un beso y examina mi cuerpo con sus manos.

-Te has puesto más gorda ¿no?

Su comentario hace que mi autoestima se sienta herida, Jhonatan nunca me diría algo así.

-Deberías dejar de comer los postres cielo, así estarás mejor.

Le doy una sonrisa torcida mientras trato de no llorar. Mi madre y él se habían encargado de crearme una inseguridad que no tenía, ahora cada comentario acerca de mi cuerpo me hacía llorar.

-Bueno, iré a la piscina mientras puedes broncearte un poco, pareces un pollo crudo.

Deja un beso rápido en mis labios y lo veo dar un clavado hacia la piscina y perderse un rato. Me recuesto en el asiento y trato de poner la mente en blanco, de pronto el celular de Anthony emite sonidos enunciando que hay mensajes. Al poco rato se torna molesto porque son demasiados, ¿quién le escribe? ¿será una chica?

Veo el celular con inquietud, la tentación de tomarlo y ver quien le manda los mensajes inunda mi cabeza. No lo pienso más y lo tomo, no tenía contraseña lo que facilitan mis planes y veo en la pantalla el contacto de una chica rubia que es increíblemente hermosa y sexy. La conozco, es Anastasia Schmidt y es una modelo juvenil que ha trabajado con mamá algunas veces. Veo que intercambia nudes con mi novio y le envía otras fotos que son insinuantes, el último mensaje me llena de ira:
"Me encantó la noche que pasamos juntos ayer, espero se repita pronto papi"

Siento mis mejillas arder, mi cuerpo es invadido por una sensación gélida y mis dientes rechinan de la ira.

-¡¿Qué haces revisando mi celular?!- Anthony me arrebata el aparato de las manos.

-¡¿Dónde estabas anoche?!-interrogo

-¡Estaba durmiendo!

-¡¿En la cama de la zorra de Anastasia?!

Mi novio enfurece, toma mi cuello con firmeza y me obliga a observarlo.

-Las niñas bonitas no dicen groserías y tampoco son impertinentes.

-¡Déjame ya!- lo empujó y veo que su mirada que torna dura.

-Princesita...-su tono es hostil- pórtate bien.

-¡¿Cómo me pides eso maldita sea?! ¡Me engañaste! ¡Otra vez! ¡Eres un desgraciado, vas con ellas y vienes conmigo! ¡Me das asco, me das asco, asco, asco!

Mi grito es silenciado inmediatamente con una fuerte bofetada que hace que mi cara se voltee junto con mi cabello mojado.

-¡Siempre tienes qué arruinar todo!- grita mientras jala de mi brazo para ir a un lugar solitario.

Sin Salida Where stories live. Discover now