Intocable ➳ DO'B©

Capítulo 49 Parte 2

Rebeca

Llegando a la enfermería, lo primero que hizo Dylan fue decir a la doctora que me atendiera, pero como la vez anterior ella le dijo que se encargara de mí.

—Si quieres puedo hacerlo yo.

Dije después de un rato al ver que él mismo se desesperaba abriendo la botella de alcohol. Pero no me contesto nada, solo llego a mí y tomo mi brazo con algo de rudeza pero sin lastimarme. Me queje cuando sin piedad coloco aquel algodón en mi herida.

—Eso me dolió—gemí de dolor.

—Me alegro—sentencio. Levante la mirada de mi brazo y le fulmine.

—Que cruel.

—¿Por qué te peleaste con Pili?, ¿acaso estás loca?, ella es tu amiga Rebeca no veo por qué lo hiciste, ni siquiera te creía capaz de golpear a una de tus amigas.

—No te interesa por qué—le dije seria y él levanto la mirada para que sus ojos castaños clavaran su intensidad en mi piel.

—Gabriela y todas las que tú haces llamar "amigas" te están llenando de nada más que porqueria.

—¿Y si yo era así?

Se rio.

—Tu no eres así, linda. —dijo serio. Aun así sus palabras revivieron chispa en mi estómago.

—Ahora vez que no conoces a Beca como tú creías que la conocías.

—Claro que la conozco...pero solo a Rebeca no a esta chica.

—Sigo siendo la misma—gemí una vez más al sentir como limpiaba las heridas de mi rostro.

—No de la que me enamore.

—Que lastima—me cortó.

—¡Ya basta! —dijo en voz fuerte pero no gritando.

Me quede callada, esto era lo que necesitaba, que alguien me ayudara y me dijera basta. Y quien mejor que Dylan.

—Deja esa actitud, la odio, no me agrada en lo que te estas convirtiendo. Esta no eres tú y ojalá que te des cuenta pronto porque no quiero que esto acabe.

—¿Esto?...

—Te amo, y no quiero terminar con lo nuestro.

Pase grueso y me dieron ganas de llorar.

—Pero de esto solo puedes sacarte tú misma. El mundo es diferente. Rebeca, no todas las personas son amables.

Y se fue.

Cuando llegue a mi casa fue como si en vez de mi entrara un fantasma. Me sentía extraña, fatal y confundida.

Tenía muchas dudas en mente y todas tenían que ser resueltas ya o explotaría pronto.

Mamá no estaba así que subí a mi habitación y me senté en mi cama. Estaba agotada y no sabía por qué. Además no creo que las benditas en mis brazos, codo y cara tengan que ver con mi cansancio. Más bien era mental porque todo el día me estuve matando en clases con materias y con lo que Dylan dijo.

Dijo que me amaba y cuando él lo dice es de verdad.

Tome mi teléfono y sin dudarlo dos veces llame a Gabriela.

"¿Alo?"

—Hey...

"¡Hola!, ¿qué pasa?"

—Ven a mi casa...necesito aclarar cosas contigo.

"De acuerdo..."