Capítulo 5

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Rebeca

La enfermera llego dirigiendo su mirada de inmediato hacia mí, ya en su rostro decía "Deportes" por lo que asentí mostrándole una de las mejores sonrisas que pude hacer ante el dolor que sentía sobre mi rodilla. Aquella señora me sonrió para animarme y fue a un estante y de ahí saco lo que utilizaría para ayudarme.  

—   ¿Tú la trajiste? — Pregunto amable la señora con un bordado en su bata medica que decía "Gloria", hacia Dylan. Este solo asintió.

— Ya me voy — Dijo el único hombre en la sala poniéndose de pie de la silla en que estaba. Camino apenas un paso cuando la mano de Gloria le detuvo su andar con tan solo tocarle el pecho, después vino un gesto desdeñoso con la muñeca.

— No importa, en realidad, quédate— hablo sonriendo. Dylan trato de protestar,  pero Gloria se giró a curarme dejándolo con las palabras en la boca.

— Es mejor que yo me...

—   Insisto, no pasa nada si te quedas.

Ahogue una risa al ver como O'Brien rodaba los ojos ante la terquedad de la enfermera. Se sentó de nuevo y espero unos minutos ahí mientras yo miraba a la enfermera y a su cuidadoso trabajo con mi rodilla.

En unos minutos llego un señor cincuentón quien llamo a Gloria, ella me sonrió y luego a Dylan.

—   Ayúdame aquí — le pidió a Dylan. Él se acercó, tal vez algo irritado, esperando lo que tenía que hacer— Sujeta esto en la herida — Gloria se hizo a un lado y dejo que mi compañero de Proyecto tomara el parche en mi rodilla— Cuida a tu novia, ya vuelvo — Agrego la castaña emprendiendo su camino fuera de la habitación. Dylan giro a verla con una mirada asesina pero tampoco protesto. Volvió a acercar el algodón con un poco más de presión en mí, solté un jadeo al sentir la sustancia conocida: alcohol.

—   Lo siento— Dijo.

— ¿De verdad?

— No.

Rodé los ojos en mi lugar, no dejando de pensar lo idiota que podía llegar a ser, y seguí soltando pequeños quejidos provenientes de mis labios al sentir el dolor. Ardía. 

— ¿Qué clase de chica se cae y se raspa la rodilla en su segunda semana de primer día de clases? — Pregunto en broma, más nunca mostró ni una sonrisa. Y por un momento me dieron ganas de conocer al verdadero Dylan, ¿seria alegre o igual de frió?...tal vez peor.

—   Soy única—bromee mostrando una pequeña sonrisa. Él me miro por un segundo algo extrañado por mi honestidad, y siguió presionando esta vez con más cuidado.

Yo seguí mirándolo, preguntándome en que pensara, su mirada era tan tranquila y seria, que nunca podía atinar a que estaba pasando dentro o fuera de él.

Un suspiro de su parte me hizo sacarme de mis conclusiones para poder poner ver como Dylan estiraba una de sus manos hasta colocarla a un lado de mi pierna, apoyándose en la camilla. Levanto la vista hacia mí, chocando sus miel con mis ojos.

— ¿Has escuchado los rumores?—Pregunto. Fruncí el ceño extrañada.

—   ¿Qué rumores?...¿de nosotros?

Dylan arqueo una ceja.

— No sabía que también había rumores de nosotros...

— Oh, no, no— Me adelante—  solo era una pregunta—  y él asintió con la cabeza, fue entonces que me di cuenta de la cercanía que nos aprisionaba. Muy cerca. Tanto que podía sentir su respiración alcanzar mi cuello.

Intocable ➳ DO'B©Where stories live. Discover now