Capítulo 15

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Rebeca

Al entrar, sentí que no conocía a la persona que estaba ahí adentro, fue como si fuera adoptada y viera por primera vez a mis padres adoptivos. No sabía explicarme el por qué, pero la estrategia de Robert para estar conmigo como padre e hija no está funcionando del todo para mí. Con esto de Dylan y los constantes regaños, no me he sentido del todo conectada con él.

Cerrando la puerta a mis espaldas, dedique una suave sonrisa a mi padre, una donde podía sentirse mi incomodidad, era eso, o los nervios.

—Pasa, siéntate, en un momento nos vamos. —dijo Robert.

Hice caso a sus palabras y mejor me senté en una de las sillas que estaba frente al escritorio, justo a un lado de un chico. Me gire a ver quién era con algo de disimulación cuando recogí un mechón de mi cabello. Con solo mirar su perfil supe que era Dylan. Suspire. Algo en mí se había estrujado con culpa al ver su cara lastimada, no como la de Rick, pero estaba algo lastimado. No podía evitarlo, sabía que también Gloria debió de haberlo curado pero, aun así no podía evitar sentirme responsable.

—Dylan, ¿me vas a decir por qué ocurrió la pelea? —pregunto mi padre después de que yo me acomodara en la silla. Estaba dispuesta a escuchar la respuesta, aunque probablemente obtendría un...

—No.

Notorio de él.

—Esto puede afectarte a ti, ¿sabes?

Dylan rio amargo pero no mostro sonrisa. Dejaba parecer a mi padre y a las instalaciones de la escuela como si fueran un broma.

—¿Me va a expulsar, orientador? Porque si es así hay muchas escuelas también.

—Yo no tengo permiso de meterme en tus estudios como para afectarte. Simplemente quiero ser tu amigo— Aquellas palabras por parte de Robert me dieron tanta gracia interna como le debieron de dar a mi compañero.

—Usted sabe—Dylan fue interrumpido antes de que le diera unas fuertes palabras a mi padre.

—Que eso nunca va a pasar, ¿verdad? —Papá le sonrió tratando de ser amable, aunque estoy segura de que su nivel de tolerancia estaba por reventar. Y el chico asintió seguido de un suspiro. Fui a sentirme incomoda, realmente esto de solo estar presente era sumamente desagradable, no podía opinar, y lo único en lo que estaba interesada era en escuchar lo que paso con Dylan, pero a pesar de la insistencia que aportaba papá, sabía que tendría que interrogarlo yo.

—Dylan, has venido conmigo durante mucho tiempo, no desde el principio, pero te conozco como la palma de mi mano...

Cuando escuche esas palabras, instantáneamente mis ojos fueron a cerrarse. Papá había escogido las palabras menos indicadas para alguien como Dylan. Llevaba casi un mes conociendo al chico intocable, pero era obvio que con alguien así, tenías que fijarte en lo que decías.

—Usted ni siquiera conoce a su hija, ¿Cómo piensa que puede conocerme a mí? —Lo que dijo Dylan, tanto para él como mi padre, fue la gota que derramo el vaso.

Involuntarias ganas me dieron de golpearlo, lo que había dicho haría que papá dijera...

—¿Como que no conozco mi propia hija?

Me mordí la lengua. Dylan se encogió de hombros sin querer dar más detalles. Y mi padre bufo dirigiendo una mirada suspicaz hacia mí, anoto algo en una libreta y después miro al morocho.

—Tres semanas de castigo, O'Brien.

Dylan no decidió agregar nada, más que pararse de la silla para salir de ahí. Me miro por medio segundo de reojo y se fue.

Intocable ➳ DO'B©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora