Capítulo 60 Parte 1

50K 3.5K 527
                                    


Rebeca

—Siento... —empecé yo torpemente—El haberte golpeado...

La mirada de Pilar de nuevo se dirigió a la mía. Ambas seguíamos en el baño, yo parada a un costado de ella, jugando con mis dedos y ella recargada en los lavabos con los brazos cruzados. Creo que ambas estábamos pasando por una pequeña etapa de incomodidad.

—Yo también ciento que lo hayas hecho... —note como Pili frunció el ceño con remordimiento—Cambiaste, Beca. Y lo peor es que fue por Gabriela...Nosotras nos sentíamos mal por eso...

—Lo sé, y lo siento tanto, pero yo quería ir con ustedes, no sé por qué cambie y te juro que no me agrado para nada la idea. Mi vida sin ti y ustedes las chicas seria el infierno... ¿puedes perdonarme? —note como mi inocencia salía por medio de mis palabras. —No soy buena con las disculpas...pero estoy segura que en mi rostro puedes ver cuanto lo siento.

Pili aparto por un momento la mirada, serena y ceño fruncido. Al no escucha respuesta por unos minutos me destrozo, las piernas me empezaron a temblar. Mordí mi labio para aguantar el llanto, y me abrace a mí misma como si tuviera frío, como que si tal vez el abrazarme me quitaría la vergüenza y miedo que estaba sintiendo ahora.

Mis ojos se abrieron a tope, con sorpresa, al sentir como la chica que estaba en frente de mí ahora me abrazaba.

—Claro que te perdono, eres mi amiga y te quiero —Me decide de mi propio abrazo y enrede mis brazos alrededor de ella—Creo que todas te queremos.

Ambas nos separamos un poco para ver a la puerta del baño. En la entrada estaban todas las chicas con una sonrisa y rostros conmovidos. De un momento a otras todas fueron a abrazarme y hacerme sentir querida de nuevo.

Nuestras risas se escucharon por todo el sanitario, raro, se sentía raro estar ahí con tus amigas pero después de todos. Las mujeres van acompañadas ¿no?

La puerta se abrió de nuevo, ahora entrando una chica algo mayor, nos miró con el ceño fruncido y después dijo.

—¿No hay papel ahí adentro?

Todas nos miramos y reímos.

—Todo está perfecto—dije yo tomando de la mano a Pili, al igual que las chicas. Todas hicimos una pequeña cadenita.

—Excepto que no hay jabón—comento Majo cuando todas salimos, para pasar un día juntas.

Solo espero que la felicidad me dure.

Dylan cerró la puerta de la casa de sus padres cuando yo entre, sonriendo como desde toda la tarde.

—De nuevo tengo a las chicas—susurre más bien como para mí misma. Suspirando.—¿Qué? —pregunte dulce al verlo algo incómodo. Trate de buscar con mis ojos su mirada, pero de algún modo él no me dejaba verle—Dylan, ¿qué tienes? —me separe de él para tomarle el rostro y acabar de esto con una vez. Pero el sostuvo mis manos antes de que pudiera tocarlo.

Fruncí el ceño.

—Nada—dijo algo frío. Eso me extraño, pero al parecer él se percató. Levanto de nuevo la mirada y me sonrió de lado—¿No quieres dormir?

—No... —susurre aun extrañada. Él asintió y se dio la vuelta. Su pregunta fue de la nada que me saco de onda. Algo tenía mi novio y no me quería decir.

Antes de que el caminara a su habitación lo tome del brazo, aun así él no se giró a verme.

—Si tienes algo, puedes decírmelo, Dyl...

En su lugar lo vi ladear un poco la cabeza hacia mí. Me dolió cuando él se zafó de mi agarre.

—De acuerdo.

Y se fue.

¿Qué está pasándole?, sé que tiene algo pero a la vez no, eso me da estrés.

Cuando vez a una persona con solo su actitud y gestos, incluso por su voz, sabes que es lo que tiene, ya sea dolor, enojo, alegría, depresión.
Pero Dylan no era así, por más que le miraras y vieras su actitud, sus movimientos, seguía diciéndote lo mismo que sabes de él, nada, su actitud es un acertijo en el que tardas días en adivinar y no hay una maldita página de internet para consultarlo.

Creí que conocía a Dylan lo suficiente como para saber qué le pasa, pero el sigue tan...Intocable. Como siempre lo ha sido.


Intocable ➳ DO'B©Where stories live. Discover now