Capítulo 57

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Rebeca

Apreté los labios y también el teléfono que tenía en las manos. Lagrimas que quemaban mis ojos resbalaban de mis mejillas. Colgué la llamada y guarde el teléfono en mi bolsillo, de nuevo eche la vista abajo y suspire soltando un sollozo.

Fui sentándome al borde de aquellas barras de metal, y afloje un momento mis manos que se sujetaban con fuerza.

Las personas empezaron a decirme que no hiciera nada, que me quedara quieta, que valía más que nada y que me olvidara de todo. Personas que ni siquiera conocía, incluso trataron de acercarse pero al ver que yo aflojaba más el agarre en la barras, se alejaban de inmediato.

Esto era tanta presión, necesitaba pensar... no sabía qué hacer en ese momento...si me lanzaba todo el dolor terminaría y si no...¿a sufrir de nuevo?

La policía había llegado y no me sorprendería que hicieran esto en televisión y probablemente las personas me verían. En el colegio igual. Todo a mi alrededor se había vuelto un auto montaje con tantas personas detrás mío queriendo contemplar lo que ocurría.

Nadie se acercó pero incluso trajeron a un psicólogo especializado para que me convenciera de alejarme. Me estuvo hablando por una gran cantidad de tiempo pero yo jamás le respondí nada, solo me lastimaba más al recordarme lo mucho que sufría.

Cuando sentí que paso una eternidad, escuche pasos detrás mío y como el policía advertía "área restringida".

—¡Rebeca!

Al girar y ver por encima de mi hombro a Dylan. Un policía lo mantuvo sujeto, impidiéndole pasar, pero este se zafó rápidamente y corrió hacia mí para quedar a unos metros.

—Dylan... —sentí como me temblaba la voz de nuevo. Él me sonrió pero en sus ojos pude ver que tenía ganas de llorar.

—¿Estas segura de que esto quieres? —preguntó acercándose lentamente a mí. No como si estuviera loca, solo lento.

Solloce fuerte, tratando de evitar aquellas voces que me gritaban "hazlo rápido", "termina con esto".

—Hace unos momentos dijiste que no importaba nadie...y sinceramente eso me lastimo—hablo él dificultosamente, y por primera vez en todo lo que llevo conociéndolo lo vi derramar una lagrima. Eso me destrozo el corazón—¿yo no valgo nada para ti?

Mordí mi labio inferior tratando de ser fuerte.

—Tú has cambiado mi vida, Dylan...pero no puedo con esto...es complicado...el mundo no es para mí.

— ¿Ya no te quedaras por nadie que te quiera?

Ya estaba a un metro de mí.


Mire hacia abajo, encontrándome con autos disminuyendo cada vez la velocidad para ver lo que ocurría arriba de ellos.

Nostalgia fue lo que llego a mí, recordar momentos con Dylan, como la primera vez que nos hablamos, no tan sociables ninguno de los dos. O la vez que me ayudo en la fiesta, cuando jugamos gochas e incluso cuando me llevo a enfermería unas cuantas veces... ¿realmente yo quería acabar con esos recuerdos?...

Aferre mi agarre a la barra, sujetándome a la vida.

—Yo no quiero quedarme por mi...no me aguanto más. Quiero ser positiva...pero la negatividad vive en mí y no tarda en hacerme un desastre. Yo soy un desastre.

—No lo eres, no para mí, para mi eres perfecta y lo seguirás siendo. Pero no te vayas...te amo y si de verdad esto sirve de algo...

Cuando llego a mi lado, Dylan colocó ambas manos sobre mi cintura aun estando detrás de mí. Cerré los ojos fuertemente, ahora estaba más que confundida y el que Dylan también este mal ahora me hace sentir culpable.

Sentí como acercó su boca a mi oído mientras yo seguía derramando lágrimas una por una. Era sorprendente como aun sentada aquí arriba, él seguía alcanzándome.

—Si no te vas a quedar por ti, quédate por mí. —Susurro, siendo la única voz que interrumpió mis demonios— tú te mueres, yo moriré igual por lo destrozado que estaré.

Sus palabras me llegaron a los más profundo de mi corazón, sabia cuanto me amaba y ahora me doy cuenta de lo tonta que estoy siendo, ¿por qué dejar al mundo si hay personas como Dylan?, que te apoyan y te dicen cuanto te quieren... ¿que acaso ellos no valen?...Creo que todo el tiempo he estado siendo egoísta con los demás...y solo pensaba en mí.

No pude más y me solté del barandal, pero como lo esperaba, los brazos de Dylan me sujetaron fuerte y protectoramente, haciéndome sentir a salvo. Me levanto por un momento recordándome de nuevo la imagen de una princesa, me aparto del puente y cuando mis pies tocaron completamente el suelo me abrazo tan únicamente, como nunca lo había hecho. Con temor y demasiado suave. Era como si por un momento le hubieran devuelto la única joya que apreciaba.

<<Oh, Dylan>>

—Lo siento... —dije en voz baja, abrazándolo a él también, llegando a sentirme culpable por su estado. Cerré los ojos cuando sus lágrimas humedecieron mi cuello. Dylan me balanceaba de un lado a otro, muy lento como si fuera un bebé. —Te amo....

Cuando dije aquello, Dylan colocó una mano detrás de mi nuca y otra en mi cintura, abrazándome tanto que pude sentir como las puntas de mis pies flotaban. Pegando completamente nuestros cuerpos.

—Cállate...—dijo, y sus palabras me hicieron sonreír suavemente.

"¡Beca!" se escuchó a lo lejos, y tuve que separarme de Dylan al saber de quien provenía aquella voz, Gire a ver a la persona.

—Robert...



Intocable ➳ DO'B©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora