Marcus

2K 397 335
                                    

Dejen muchos comentarios, porfa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Dejen muchos comentarios, porfa.

—¿Perdón por interrumpir? —Les dije acercando una silla. Ellos tenían sobre la mesa una taza de café cada uno y un plato con hot cakes.

Resultaba innecesario preguntarles sobre qué hablaban, porque resultaba obvio que de mí. Ni bien me puse a su lado ambos se callaron. Mi padre me sirvió café en mi taza.

—¿Cómo te sientes? —el chico me preguntó.

—Mejor —respondí rápido, no quería preguntas por parte de mi padre.

Nos quedamos comiendo en silencio. Al parecer, yo era quien había interrumpido la charla de esos dos.

—¿Hace mucho que despertaron?

—Sí, bastante —Ambos respondieron casi al mismo tiempo.

—No queríamos despertarte. —Añadió mi padre.

—Solange nos necesita ahora en la mañana, podemos tomar el tren de las ocho y media. —Me avisó Ian, dándole un último bocado a su hot cake.

—Oh, sí, está bien. —Miré mi reloj, tenía media hora para comer, bañarme y vestirme—. Por cierto papá...—llamé su atención, por poco y olvidaba decirle lo de la mudanza obligada—. Sé que no quieres mudarte, pero ya no tenemos opción...

—Sí, ya sé, Ian me explicó.

De inmediato volteé hacia él. Preguntándole con la mirada qué rayos le había dicho.

—Le conté que ayer nos topamos con tu arrendatario y fue inflexible—me respondió Ian.

—Y yo le dije que ya Amanda me contó lo que pasó. —Mi corazón se detuvo al escuchar a mi padre—. Le asustó que Ian haya agredido a Mauro, pero si ese imbécil te insultó, me parece que actuó bien, yo habría hecho lo mismo. —Mi corazón regresó a la normalidad—. Ese tipo acosa a Sophie desde que era una niña, es un maldito enfermo. Debí matarlo hace tiempo yo mismo, pero conseguir donde vivir en esta ciudad es un infierno. Solo pude amenazarlo con que se alejara —le explicó a Ian—. Yo me encargaré de buscar otro lugar. No en el área cinco, pero algo más cerca a tu trabajo.

—Gracias, papá —le di un abrazo y me levanté a llevar los platos al fregadero—. Voy a vestirme, pueden seguir en lo que estaban.

****

—Parece que tú y mi papá se llevaron muy bien —le mencioné a Ian cuando abordamos el tren. Por suerte encontramos asientos contiguos, nos esperaba un viaje algo largo.

—Al menos uno de tus tres padres no me odia, supongo que voy por buen camino.

—Mi padre de aquí no es como los de Almarzanera. Seguro te interrogó.

—Pues... sí, me hizo las típicas preguntas de padre, supongo. No tengo ninguna experiencia con padres de otras personas.

—¿Qué te preguntó?

TransalternaWhere stories live. Discover now