Capítulo 5

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Finalmente, Leonor acabó contando a su padre sobre las noches de desenfreno de Alexia y este se lo hizo a saber a Guillermo, quien ya tuvo una conversación bastante seria con su hija. Esto hizo que la relación entre Leonor y Alexia se tensara un poco más. Desde entonces, las bromas y pullas entre ellas aumentaron y esta vez Leonor no se quedaba atrás.

Sus grupos de amigos no comprendían muy bien a qué se debía este rifirrafe. A veces creían que se llevaban mal, pero después las veían hablar sin ningún problema. Lucy era una amiga del grupo de Leonor, pero al estar en clases de música con Alexia también se hizo amiga de ella. Para Lucy era muy gracioso escuchar las quejas de cada una, como estaba haciendo Alexia en ese mismo momento en el patio.

-Dios, ese Michael es un pesado. Parece el perrito faldero de Leonor.

-Por lo visto no te cae muy bien, Alexia -se rio Lucy.

-No me da buenas vibes. No me puedes negar de que es un poco intenso.

-Se te ve algo molesta. ¿Algún motivo en concreto?

-No seas tonta. ¿Qué motivo podría tener? Simplemente veo que es alguien intenso y aburrido. Leonor pese a que puede ser una buena amiga y darte consejos racionales, ella de por sí también es una persona aburrida que no se atreve a tomar riesgos ni experimentar cosas nuevas en la vida y viste con ropa de niña de 12 años, parece una boomer porque tiene si eso dos redes sociales, prácticamente no conoce ningún meme o no le hacen gracia y casi todos sus temas de conversación son de cosas intelectuales. Tenía la esperanza de que Michael fuera algo más enrollado para que Leonor dejase de ser una amargada, pero veo que no... -Lucy miró a alguien que se encontraba detrás de Alexia y comenzó a hacerle señas a la holandesa para que dejase de hablar-. Por no mencionar de que parece la marioneta de sus padres, es que me entra agobio de sólo pensarlo. ¿Te puedes creer que no puede usar WhatsApp entre semana? Les faltan ponerle un chip rastreador.

-Oye creo que deberías...

-Déjame terminar Lucy, que aún falta una cosa.

-Pero...

-No pasa nada Lucy, deja que termine de hablar -dijo Leonor molesta, que era quien se encontraba detrás de Alexia escuchando junto con Michael.

Alexia abrió mucho los ojos y su rostro mostraba pánico. Cerró los ojos y se giró lentamente hasta quedar cara a cara con la española.

-¿Qué te faltaba por decir, Alexia?

-A ver, sé que parece que te estoy poniendo a verde, pero no es el contexto que tú crees. Además, ¡tampoco he dicho ninguna mentira!

-Eres increíble, de verdad. Si tan aburrida y sosa te parezco no me dirijas la palabra y ni se te ocurra gastarme ni una sola broma más.

Leonor se marchó a paso ligero y Michael fue detrás de ella. Alexia se echó las manos a la cara y le reprochó a Lucy el no haberla avisado con anterioridad. La holandesa estaba pensando en cómo pedirle disculpas a Leonor por sus palabras, pese a que ella se reafirmaba en sus palabras, no podía evitar sentir cierto remordimiento.

Esa tarde, Alexia había estado en la biblioteca con su grupo de amigos. Cuando terminaron, se dirigieron a la sala principal del colegio donde se encontraba el director del centro, que al ver a la pelirroja se acercó para hablar con ella.

-Alexia, justo la estaba buscando. ¿Podemos hablar un momento en mi despacho? -le preguntó el director.

Alexia asintió y le siguió hasta su despacho, haciendo memoria de si había hecho alguna gamberrada, porque no entendía el motivo de dicha charla.

Al llegar, ambos tomaron asiento y el director se mostró más serio.

-Verás Alexia, hace aproximadamente una hora Leonor me comunicó el deseo de un cambio de cuarto. No me ha querido dar más explicaciones y se me hacía algo extraño. ¿Sabes el por qué de este cambio? Ha pasado un mes desde el comienzo de clase y no hemos recibido queja de ninguna de las dos.

Alexia se sorprendió ante la noticia. Esta podía ser una buena oportunidad para tener otra compañera de cuarto, pero... ¿era eso lo que realmente quería?

Pese a que Leonor y ella eran polos opuestos, a Alexia en el fondo le gustaba compartir cuarto con Leonor, se lo pasaba bien con ella y era divertido gastarle bromas. Sabía perfectamente que con el cambio de cuarto esto último sería mucho más complicado y que prácticamente cortarían cualquier tipo de contacto.

-Hemos tenido una pequeña pelea esta mañana, pero hablaré con ella. No realice el cambio de cuartos, por favor.

-De acuerdo. Intenta hablar con ella y solucionad las cosas, no queremos un mal ambiente en el centro. El fin de semana que viene se realizará una excursión a Cardiff donde también habrá actividades de grupo, soluciónalo para antes de esa fecha si es posible.

Alexia asintió y se dirigió para su cuarto, pensando en el monólogo que podría decir para convencer a la rubia de que cambiarse de cuarto era la peor idea porque... ¿qué otra compañera de cuarto del UWC Atlantic College era igual de enrollada que ella?

En ese mismo momento, Leonor se encontraba en el cuarto de Lucy desahogándose.

-Verás Lucy, yo sé que no soy la persona más divertida del mundo y que tengo defectos. Alexia ya me ha hecho saber, no tan directamente, que soy una aburrida, sosa y una señora mayor encerrada en el cuerpo de una joven, pero lo de hoy me ha hecho pensar, ¿así me ve todo el mundo? ¿Tú crees que soy así?

-Leonor... aunque seas todas esas cosas, eso no es nada malo, cada uno tiene su forma de ser. Quédate con las personas que te aceptan y te quieren tan y como eres. No cambies por algunos, ¿vale? Lo que opinen o lo que dejen de opinar los demás te debe de dar igual. Piensa en los amigos que has hecho aquí, si están contigo es porque creen que eres una persona excepcional.

Leonor asintió lentamente y se abrazó con su amiga. Esas palabras la reconfortaron y las recordaría por siempre.

Después de la conversación con Lucy, se fue a su cuarto donde se encontró con Alexia dando vueltas por la habitación.

-Tenemos que hablar -dijo con una voz tímida la pelirroja, a lo que Leonor accedió.


A Dos Coronas de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora