A Dos Coronas de Ti

Capítulo 26

Martijn se rascaba la nuca nervioso, esperando una respuesta de Alexia. La pobre no daba para más disgustos y comenzó a andar de un lado para el otro, asimilando la situación.

-¿Hoy es el día de los inocentes y yo no lo sabía? -dijo finalmente.

-No. Alexia, lo digo totalmente en serio.

-Pero... pero no entiendo. Hace unos meses te estabas arrastrando para conseguir mi perdón y que volviéramos juntos y, ¿ahora en un mes te gusta la misma persona que a mí? ¿Cómo es posible?

-Me di cuenta que lo tuyo fue porque quería arreglar de alguna forma lo que causé, me mentalicé de que te seguía queriendo, pero cuando he ido conociendo a Leonor en este mes me he dado cuenta de que no era así.

Alexia se quedó en silencio y se pasó una mano por la cara, nuevamente sin saber qué decir.

-No pretendo hacer nada, ni decírselo a Leonor, ni arruinar lo vuestro porque sé que ella no me quiere y es por eso por lo que te lo estoy contando. Quiero cortar esto por la raíz, antes de que vaya a más -se sinceró Martijn.

-Es... es un bonito gesto por tu parte, te lo digo de forma no irónica -Alexia le dio un abrazo a Martijn, el cual fue correspondido-. Pero tenemos que seguir con la mentira un tiempo más, no hará falta que paséis más tiempo juntos porque ya prácticamente todos han esparcido la noticia... Gracias por esto.

-No seas tonta. Te mereces ser feliz. Esto será algo pasajero.

-¿Y si no lo es? -Alexia se alejó un poco para poder mirar a los ojos a Martijn.

-Tú no tienes que preocuparte por eso, yo que tú iría mentalizando vuestras familias de lo que se avecina después de que Leonor y yo anunciemos nuestra "ruptura", y más a Leticia -ambos se rieron ante el comentario del holandés.

-Eso es algo que me preocupa, por mis padres no creo que haya problema, es decir, obviamente se sorprenderán y pondrán sus pegas, pero pienso que lo aceptarán. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de los padres de Leonor y más cuando tengo una reputación de mierda.

-Es lógico preocuparse, pero si eso es lo que Leonor quiere, no tendrán otra opción que aceptar la realidad.

-No es tan sencillo. Después de estos dos años no sé qué será de nosotras.

-Si lo que sentís es verdadero, entonces no importará los obstáculos que se os pongan por delante porque lo podréis superar todo. Confío en vosotras.

Tras estas palabras de Martijn, Alexia sonrió y pudo sentir un atisbo de esperanza por primera vez desde que estaba con Leonor, ya que el tema de su futuro con ella era algo que le preocupaba bastante.

Cuando volvió al cuarto, Leonor estaba leyendo un libro en su cama, pero nada más verla lo dejó a un lado para preguntarle sobre su encuentro con Martijn.

-¿Y bien? ¿Para qué quería verte? -preguntó curiosa la española con una ceja levantada.

-Era básicamente para marcar la estrategia a partir de ahora -respondió Alexia encogiéndose de hombros.

-Es muy extraño que en esa reunión crucial sólo hayáis estado tú y él.

-¿Estás molesta por algo en concreto? ¿O podría decir celosa? -dijo la pelirroja de forma guasona.

-Teniendo en cuenta de que cuando llegó aquí estaba pillado por ti, pues obviamente no confío en él al 100%. No me cambies de tema, no estoy celosa, simplemente quiero saber porque todo se me hace muy extraño.

Si tú supieras. Pensó automáticamente Alexia al escucharla. Honestamente, no sabía qué excusa podría decirle porque como se estaba viendo, Leonor era una desconfiada que cuestionaba todo y no se iba a creer cualquier cosa.

-Básicamente quería saber los próximos pasos a seguir porque no puede gestionar la fama y atención que está teniendo. Imagínate sus compañeros de fútbol, quieren saber la fórmula para salir con dos princesas.

-Ya veo ya... ¿Y cuáles son esos próximos pasos a seguir?

-Que no hará falta que estéis más juntos públicamente, ya todos se han tragado la historia y tan sólo queda que pase algo de tiempo para anunciar separación y que tu madre no se encariñe mucho con Martijn. Eres una digna heredera al trono -Alexia se sentó al lado de Leonor y apoyó su cabeza en su hombro.

-Me gusta el plan -Leonor lentamente tomó la mano de Alexia y entrelazaron los dedos. Ambas cerraron los ojos, relajándose ante el contacto con la otra.

-Quién me iba a decir a mí que me acabaría enamorando de la princesa con menos estilo de toda Europa.

-Cállate -respondió Leonor dándole un pequeño golpe en el brazo-. Que yo me he emparejado con una rebelde sin causa.

Rieron tras este intercambio de piropos y se quedaron dormidas. Probablemente a la mañana siguiente tendrían tortícolis o un dolor de espalda algo serio, pero en ese momento, estaban en una nube de la cual no se querían bajar.