Capítulo 36

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A la mañana siguiente, Leonor tenía pensado en llamar a Alexia para explicarle lo sucedido con Michael antes de bajar para desayunar. Sin embargo, la holandesa se adelantó y a primera hora la llamó porque ya se había hecho eco en todo el mundo sobre su ruptura con Martijn.

A la pelirroja le pilló por sorpresa todo esto, ya que no esperaba que la rubia fuera a tomar cartas en el asunto tan pronto. No pudo evitar sentir alivio y felicidad, pues una vez que volvieran al instituto podrían disfrutar de más tiempo juntas sin tener que crear falsos escenarios para que Martijn y Leonor fueran vistos juntos.

Al tercer toque, Leonor descolgó la llamada y se quedó en silencio esperando a que Alexia hablara.

-¡Buenos días, Leo! Ya me he enterado de todo... estás en las portadas de las revistas del corazón. He llegado a leer algo, pero quería oír tu versión -Alexia tenía la voz de recién levantada, algo rasposa y ronca. A pesar de que Leonor estaba acostumbrada a escucharla con ese tono de voz, siempre sentía que su corazón iba a mil y miles de elefantes pisoteaban su estómago.

-¿Acaso en las revistas ya hay una versión de los hechos? -preguntaba Leonor a la vez que bostezaba.

-Dicen que habéis roto por una tercera persona, aunque no han entrado en muchos detalles. Razón en sí no les falta.

"Ese maldito Michael" pensó para sí misma Leonor.

-Básicamente ayer Michael intentó chantajearme para que hiciera la estúpida entrevista, y pues no me dejé. Le dije que rompí con Martijn para que me dejara en paz, no creo que se rinda tan fácilmente, pero al menos por ahora supongo que podremos estar más tranquilas.

-Hiciste bien. En el instituto no creo que la gente nos eche mucha cuenta a partir de ahora. Sólo tenemos que fingir que hacemos un gran esfuerzo al aguantarnos la una a la otra, lo que hacíamos cuando nos acabábamos de conocer -Alexia soltó una risa porque recordaba cómo fue su encuentro con la española el primer día que se vieron.

-Entonces será pan comido -Leonor también se rio y cuando iba a seguir hablando, alguien llamó a la puerta-. Mierda, te tengo que dejar, un beso. Te quiero.

Leonor colgó apresuradamente sin poder escuchar la respuesta de la holandesa, quién estaba con las mejillas sonrojadas.

Para la pelirroja era bastante raro escuchar piropos y cosas bonitas por parte de la rubia, ya que Leonor era más de demostrar su amor y afecto con acciones que con palabras, por lo que Alexia valoraba mucho estos detalles de Leonor.

Mientras que Alexia por fuera parecía una persona muy fría, pero a medida que la ibas conociendo podías ver que era cariñosa y afectiva con los que más quería.

Estas semanas de Navidad fueron algo monótonas porque para Leonor eran o eventos oficiales, o clases de diferentes cosas como equitación, violonchelo, francés, entre otras cosas. Alexia estaba más ligera de responsabilidades, pero estaba aburrida al no tener muchos planes con su grupo de amigas después de lo que pasó en casa de Christine. Quedaban muy pocos días para que el segundo cuatrimestre comenzase, y ambas princesas estaban con muchas ganas de volver a Gales, quién lo diría.

Ariane y Sofía creían que tanto Leonor como Alexia debían hacer su relación pública, o al menos revelarlo a las respectivas familias porque sobre todo Leticia se estaba empezando a oler algo, algo bastante malo.

Para el segundo trimestre, la madre de la española tenía pensado poner algo más de vigilancia en Leonor. Sentía que no estaba aprovechando esta experiencia, sino todo lo contrario. El hecho de que compartiera cuarto con Alexia era motivo suficiente como para desconfiar, y tras ver las nefastas notas de Leonor se auto convenció de que tenía que intervenir antes de que todo se fuera al garete.

Envió a parte del personal de seguridad de la Casa Real al internado, donde se harían pasar por trabajadores del centro.

Sofía fue quien llamó a la puerta de Leonor por la mañana de forma apurada.

1 hora antes

Sofía se levantó unos minutos antes de que su alarma sonara, como llevaba ocurriendo semanas atrás.

Se estiró y se quedó un par de minutos más en la cama antes de levantarse y ponerse algo cómodo para estar por casa.

Iba a darle los buenos días a sus padres, quienes de encontraban en el salón charlando, pero antes de entrar a la habitación los escuchó hablar de Leonor y se quedó tras la pared, ligeramente asomada por la puerta, para poder escuchar mejor.

Si alguien de servicio la veía, iba a estar acabada porque se lo contarían a su madre y recibiría un castigo severo.

-Felipe te lo he dicho, tenemos que hacer algo. Podríamos hablar con Máxima y Guillermo, estoy segura que ellos nos entenderán.

-No puedo decirles eso, estaríamos hablando indirectamente mal de su hija. No quiero problemas con ellos.

-Tampoco es nuestro problema que su hija les haya salido como les ha salido debido a las libertades que ha recibido toda su vida. No permitiré que mal influencie a Leonor. Si hubiera sido Amalia, o incluso Ariane, no estaría tan preocupada, pero hablamos de Alexia.

-Quizás Leonor ha tenido esas notas porque le ha costado adaptarse a un ambiente educativo diferente, piénsalo de esta forma. Vamos a ver cómo transcurre el segundo cuatrimestre y dependiendo de eso, actuaremos o no.

-No voy a esperar más meses para que mi hija se haga adicta a las redes sociales y comience a fumar cachimba. Ni hablar Felipe. Si quieres no hagas nada, ya me las apañaré yo sin necesidad de que Máxima y Guillermo se enteren. Tengo un mal presentimiento.

Sofía empezó a maldecir para sí misma. Tenía que decírselo a Leonor antes de que su madre fuera a despertarla porque no sabía si tendría alguna oportunidad de contárselo. Entre que estaban vigiladas casi todo el día, tenían menos libertades y privacidad con el teléfono, y Leonor se iba otra vez en pocos días, era ahora o nunca.

De puntillas, la menor de las hermanas iba dando marcha atrás para desaparecer por el pasillo. Sin embargo, cuando se giró para andar recto, chocó con una sirvienta que llevaba el café para los reyes de España y acabaron empapadas.

Por el estruendo formado, Leticia y Felipe fueron al pasillo y vieron el panorama.

Cuando Leonor abrió la puerta, vio a una Sofía con la respiración agitada y toda manchada de café.

-Más problemas.

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Alexia y Leonor definición de amor prohibido, pobrecicas mías.

Para quienes no leyeron el anuncio, he actualizado tan tarde porque estos días he estado muy liada con el papeleo para acabar el Erasmus y ahora estoy de vuelta a España en coche con mis padres y no me ha dado la vida :')

Gracias por la paciencia y nos vemos este sábado 🤘🏼

A Dos Coronas de TiWhere stories live. Discover now