Capítulo 10

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Había pasado una hora y no había ninguna noticia de Leonor. Alexia tras la actividad se fue directamente al cuarto a darse una ducha y ponerse cómoda, tenía que acabar unos deberes pendientes y no podía hacer planes.

La holandesa estaba un poco de bajona, ya que antes en la tarde cuando se dirigía a la cafetería, tuvo una charla telefónica con su abuela donde esta le reprochaba su rebeldía y su mal comportamiento en comparación con sus hermanas, lo que le sacaba de quicio.

Se fue al escritorio y se puso manos a la obra, con descansos cada 10 minutos para no estresarse demasiado, eso del método pomodoro no era lo suyo. Pasó hora y media y prácticamente lo tenía todo acabado, por lo que decidió bichear un poco el cuaderno donde Leonor y ella estaban llevando a cabo la investigación y ver los progresos.

Vio que Leonor había anotado cosas interesantes y le agradó su implicación en la causa. Ella decidió buscar por internet a alumnos del centro por si veía alguna conexión, hasta que vio una noticia que le llamó especialmente la atención.

No era para menos, pues los titulares decían que Leonor estaba enamorada, pillada e ilusionada con un chico del internado. Alexia no pudo evitar soltar una risa un tanto sarcástica sin poder creérselo.

-¿Quién diablos será el afortunado? Si todos los amigos hombres de Leonor son unos sosos y no socializa con más seres humanos aparte de ellos. Ah, bueno, si hablamos de Leonor tiene sentido -Alexia hizo repaso mental del grupo de Leonor hasta que cayó en la conclusión más obvia-. No. No puede ser Michael. Me niego a que le guste el más soso de los sosos.

Le dio al primer enlace que se encontró y comenzó a leer el artículo. A medida que iba bajando, su boca iba formando una O cada vez más perfecta.

-¿Alguien se lo ha filtrado a la prensa? Aquí dice claramente que fue una compañera de clase...

Aunque el rumor de que Michael y Leonor hacían buena pareja se expandió por todo el internado, así que no podía sacar conclusiones a la ligera.

-Pero según Chesa los géminis y los escorpios se llevan mal, tienen una baja compatibilidad, que no es para menos, y Michael tampoco es para tanto, es mono, pero cuando le hablas parece que lo estés haciendo con tu bisabuelo.

Hizo pausa a su caos mental y siguió leyendo la noticia, que iba cada vez a peor.

-Dios mío que Leticia lo sabe. ¿Cómo puede saberlo? -ahora pensó en las veces que Leonor llamaba a casa en el cuarto delante de ella y no recordaba en ningún momento que la española le hiciera mención de su "enamorado"-. Alexia piensa, haz memoria -y tanto que lo hizo. Alexia recordó la broma que le hizo en su día a Leonor.

"He visto a tu susodicho antes por aquí cerca, a ver cuándo me hablas un poco de él".

Se tapó la boca con las manos y después se las puso en la cara, sin poder creerse que fue ella la que destapó delante de Felipe y Leticia que su hija tenía un crush. Aunque, ella no dio descripciones de Michael y en el artículo medianamente lo describían, lo que resultaba ser un tanto sospechoso.

-Soy imbécil. Aun así, puede que sea el topo que estamos buscando y al parecer es una chica.

Alexia pretendía seguir con lo suyo, pero una llamada de un número desconocido captó toda su atención. Dudosa, decidió responder.

-¿Diga? Si eres de alguna agencia telefónica, no estoy interesada. Lo siento y por cierto, estas no son horas de llamar -dijo Alexia.

-No, soy Lysandra, amiga de Leonor.

-¿Lysandra? ¿Por qué me llamas a estas horas? ¿Cómo has conseguido mi número? -preguntó Alexia con el ceño fruncido.

-Estás en el grupo de clase. Te llamo para preguntarte si Leonor está contigo o en el cuarto, no nos responde ni a las llamadas ni a los mensajes. Íbamos a quedar para ir un rato al pueblo pero no ha llegado y hemos estado buscándola por el edificio principal y nadie sabe nada de ella -Alexia estaba perpleja, sin saber qué decir exactamente.

-Esperadme en la entrada de la biblioteca, ahora voy -la pelirroja colgó y se puso un chándal para ir a la biblioteca lo antes posible.

Mientras tanto, Leonor desistió de pedir ayuda a la media hora. La única ventaja era que el interruptor de la luz estaba por dentro, entonces no tenía que estar completamente a oscuras. No estaba tan asustada porque sabía que tarde o temprano alguien la encontraría, de alguna forma u otra.

En la hora y media que llevaba encerrada escucho sonar su móvil numerosas veces y supuso que sería o sus amigos, o sus padres.

La única pega era que tenía que estar sentada en el suelo con un frío insoportable y lo único que podía usar como manta eran unas esterillas.

-Si no pillo una hipotermia, será un milagro -Leonor de vez en cuando hablaba consigo misma, más que nada para entretenerse un poco porque otra cosa no podía hacer.

Eran las 20:06 cuando Alexia llegó a la entrada de la biblioteca para reunirse con los amigos de Leonor e ir en su búsqueda. Se encontraban todos... menos Michael, ya que según sus amigos, él estaba buscándola en los alrededores del centro.

-No tenemos mucho tiempo, a las 21:00 comprueban que todos estemos en los cuartos -dijo Viktor algo preocupado por romper las normas.

-Que le den a la hora, si no la encontramos, seguiremos buscando y si nos dicen algo, pues les decimos lo que está pasando -respondió Alexia algo molesta-. De acuerdo, decidme dónde habéis buscado para ir descartando sitios.

-Pues... no está en todo el edificio, ni en la cafetería, ni en la biblioteca, ni en el patio... -intervino esta vez Madeleine.

-¿Dónde estaba la última vez que la visteis? -preguntó la pelirroja.

-En el gimnasio, recogiendo todas las cosas con Charlotte -dijo Hayato.

-¿Y habéis mirado ahí? -al ver sus caras, el cabreo de Alexia iba en aumento-. ¿Sois imbéciles? ¿Cómo no se os ocurre buscar en el último sitio donde estaba? -nada más decir esto, salieron corriendo en su búsqueda y llamaron a Michael para que se trajera la llave, porque según Viktor, él se encargó de cerrarlo.

A Leonor no paraba de rugirle el estómago, se quedó un rato dormida y tenía cada vez más frío, no sentía las manos y tenía los labios secos. De repente, escuchó como abrían la puerta del gimnasio y se levantó rápidamente para dar golpes donde fuera y gritar que estaba allí encerrada.

Cuando por fin abrieron la puerta del cuartillo, Leonor salió disparada y abrazó a la primera persona que se encontraba. Al principio Alexia recibió ese abrazo por sorpresa, pero momentos más tarde, se lo devolvió y notó lo fría que estaba la española.

-Apagad la luz y volvedlo a cerrar -ordenó Alexia, quien ahora se encontraba ayudando a Leonor a salir de ahí.

Todos salieron del gimnasio y Alexia pidió a Viktor que llevase a Leonor a su cuarto y que los demás le acompañasen para poder quedarse a solas con Michael.

La holandesa miró fijamente a Michael con cara de pocos amigos y le soltó la frase que ninguno de nosotros quiere escuchar, porque eso significa que se avecinan curvas.

-Tú y yo tenemos que hablar.


A Dos Coronas de TiWhere stories live. Discover now