Capítulo 14

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Sus corazones latían con una intensidad parecida a un terremoto grado 9 en la escala Richter. Leonor no pudo mantener más la mirada a Alexia y se retiró rápidamente con las mejillas tan rojas como los tomates. Alexia se aclaró la garganta e intentó cambiar de tema lo antes posible para rebajar tensión.

-B-bueno al menos has escuchado lo que ha dicho el digno de tu amigo, ¿verdad?

Leonor no sabía ni qué responder, así que simplemente se marchó de allí lo más rápido posible muerta de la vergüenza, aunque no sabía muy bien el porqué. Alexia se quedó allí, presionando su mano en el pecho para intentar que su corazón se tranquilizase.

Sabía que algo no andaba bien porque nunca se había sentido así con nadie, ni con líos que había tenido en sus tiempos mozos, ni con Martijn, ni con nadie y le preocupaba. Alexia no tenía ni un pelo de tonta y sabía muy bien que esos sentimientos no podían llegar a más, no iba a negar lo que sentía, pero tampoco iba a permitir que ambas salieran lastimadas de esta situación.

No quería ni imaginarse la que se formaría si algo más llegase a pasar, a lo que automáticamente comenzó a negar con la cabeza. Las dos coronas, la española y la holandesa, se opondrían rotundamente, la gente comenzaría a cotillear y siempre estarían en el foco mediático.

Debido a esto, en las próximas dos semanas, Alexia y Leonor se trataban más tímidamente, hablaban para lo justo y necesario, y dieron una pausa a los planes que tenían preparados los fines de semana.

Leonor en este tiempo, intentaba sonsacar a Michael su propósito de las filtraciones, pero sin mucho éxito -y miraba en la distancia los acercamientos de Martijn a Alexia con algo de tirria-. A finales de mes era el cumpleaños de Leonor, justo en el día de Halloween, y en el internado estaban todos planificando una fiesta de disfraces aunque Leonor no sabía si ir.

Lucy notó un nuevo distanciamiento entre las dos princesas, sin embargo, no veía un mal rollo como en el principio, lo cual le resultó bastante llamativo y por su alma de maruja quiso saber más.

Alexia intentaba a toda costa evitar a Leonor y encima tenía que lidiar con el pesado, plasta, cabezota e imbécil de Martijn. Lo gracioso era que cuando Alexia acababa desquiciada por la insistencia de Martijn, se ponía a insultar en neerlandés y todos la miraban como si estuviera invocando al demonio.

En uno de los descansos cuando todos estaban en los jardines, Leonor seguía en clase recogiendo sus cosas y por la puerta vio pasar a Alexia por lo que fue corriendo para agarrarle del brazo y meterla en la clase para hablar con ella.

-¡Casi me matas del susto! -reprochó Alexia y dándole un leve golpe en el brazo a Leonor, quien se disculpaba.

-Quería hablar contigo.

Alexia sentía cómo su corazón volvía a latir con la misma intensidad y apartó la mirada de los ojos azules de la española.

-Venga, dime. Sé rápida porque he quedado con mi grupo afuera en unos 15 minutos -Leonor asintió y siguió recogiendo sus cosas, mientras pensaba rápidamente cómo comenzar su discurso.

-Verás... Hemos estado distanciadas desde que pasó... eso. Quería dejar claro que por mi parte fue un accidente y nada más. Es bastante incómodo que nos estemos evitando durante el día e ignorándonos durante la noche, no pasó nada del otro mundo para que estemos así.

Alexia estaba algo desconcierta porque con lo que había dicho Leonor daba a entender que ella no sintió nada, sólo vergüenza y no sabía si eso era algo bueno o malo.

-Si no fue nada del otro mundo, ¿por qué saliste corriendo? -Alexia suspiró, arrepintiéndose  en el momento de sus palabras-. Olvídalo. Por mí todo bien.

La holandesa se iba a ir de allí un tanto molesta porque veía que lo que sintió fue unilateral. Pasó por al lado de Leonor para irse de allí, en ese momento, los astros se alinearon para que Alexia se tropezase con sus propios pies. Leonor, con muchos reflejos, la sujetó del brazo para evitar la caída, pero no fue suficiente y acabó cayéndose con ella.

Otra situación incómoda, en la que no cayeron de forma estética como en las películas o en las series. Sin embargo, volvieron a quedar muy cerca una de la otra y esta vez podían sentir sus respiraciones.

Se quedaron así unos segundos debido al shock, la pelirroja tenía los ojos como platos y Leonor se levantó como pudo y salió de allí con sus cosas con la respiración entrecortada. Alexia cuando se quedó sola se tapó la cara con las manos, intentando olvidar el recuerdo que había tenido lugar hace 4 segundos.

Pasaron unos 5 minutos y salió de allí para reunirse con sus amigos y despejarse, su cara esta totalmente roja y la situación se había vuelto más incómoda aún. Alguien le dio unos toques en el hombro, por lo que se giró para ver a la persona que había interrumpido sus pensamientos.

-Otra vez tú no... -la holandesa puso los ojos en blanco, clamando paciencia-. ¿Qué quieres ahora?

-Mañana tengo partido, nos enfrentamos con otro internado que hay en Bristol. Era por si querías ir a verme, tenía pensado dedicarte un gol -dijo Martijn.

-¿Sabes que dedicar goles en pleno 2022 está pasado de moda y es algo bastante cliché? ¿Qué pasa si no marcas? Conociéndote...

-Bueno, quedas invitada, haz lo que quieras -respondió Martijn con una sonrisa-. Te veo mañana.

Cuando llegó con sus amigos, Thomas estaba hablando sobre este partido que su odioso ex le había comentado. Se veía algo emocionado como buen aficionado al fútbol y súbdito a Messi e intentaba convencernos de ir. Todos estuvieron de acuerdo y Alexia finalmente no se pudo negar.

Al día siguiente, a la hora del partido, el grupo de Alexia tomó asiento en las gradas y la holandesa se percató de que filas más abajo estaba Leonor con su grupo. El día de ayer fue un caos, literalmente no se dirigieron la palabra, sólo miradas.

El equipo del Atlantic College salió a calentar al césped, Martijn se puso a mirar en la grada en búsqueda de Alexia y cuando la localizó se puso a mover los brazos efusivamente.

-¡Esta victoria te la voy a dedicar a ti! -señaló a Alexia y se fue con el resto del equipo. La pelirroja no sabía dónde meterse y quería que el mundo la tragase y le escupiera en la Polinesia Francesa.

Todo el mundo posó sus ojos en la holandesa con caras curiosas. Aunque ella únicamente se fijó en Leonor, y podía decir que Martijn iba a despertar cosas en Leonor y no eran nada buenas.

A Dos Coronas de TiWhere stories live. Discover now