Capítulo 43

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Ya era un viernes 11 de Febrero por la noche, tanto Leonor como Alexia estaban esperando a que alguien las recogiera del internado. Ambas habían obtenido un justificante para poder salir ese fin de semana con la excusa de que tenían que acudir a la llamada del deber en sus respectivos países. Para todos era una razón de peso para poder salir del centro, aunque no para la Familia Real Española.

Se pueden imaginar la reacción de los Borbón, sobre todo de Leticia, quien no podía creer que la familia Orange estuviera de acuerdo en hacer semejante locura. ¿Conocer a Leonor como pareja de Alexia y no como futura reina de España? ¿En dónde se había visto semejante situación antes?

Se tuvo que tragar sus palabras, ya que no quería tener una discusión con Leonor, ni dar una mala imagen a la familia neerlandesa. Además, consideraba que esta 'escapada' podría ponerlas en el foco de todos los rumores, por si no fueran pocos, en el internado.

Sin embargo, para Alexia y Leonor esto era un gran paso hacia delante para consolidar su relación, prácticamente tenían la aprobación de una familia entera, y tres cuartos de la otra. A Leonor le iba  a sentar bien estar unos días desconectada de los estudios y conocer a las hermanas de Alexia.

Eran las 23 de la noche, todo el mundo estaba en sus respectivos cuartos por lo que afuera no había nadie, tan sólo los vigilantes. En unos minutos llegó un coche negro con los cristales tintados. El chófer salió del vehículo y metió el equipaje en el maletero.

Una vez que las dos princesas se montaron en el coche, se quitaron los abrigos y de camino al aeropuerto Alexia no paraba de decirle a Leonor el itinerario que tenía pensado para el fin de semana.

A Leonor le parecía adorable la emoción de la pelirroja, y el empeño que le puso a estas mini vacaciones. Le comentaba que estarían tranquilas en el palacio, ya que Ariane estaría en una excursión de scouts, Amalia estaría con su padre tratando cuestiones nacionales y su madre estaría dando charlas y entrevistas con instituciones de Argentina telemáticamente.

Llegaron al palacio Huis ten Bosch alrededor de las 1:15 de la madrugada, Máxima y Guillermo las recibieron con los brazos abiertos, y se fundieron en un abrazo con su hija incluyendo a Leonor.

-¿Qué tal ha ido el vuelo? -preguntó Máxima con una sonrisa-. Pasad, pasad, ¿tenéis hambre?

-Estamos bien mamá, gracias. Eh... ¿y Amalia?

-Está durmiendo, ha tenido un día pesado con la carrera y con algunas cuestiones que ha tenido que tratar conmigo y con líderes políticos del país. Mañana la veréis en el desayuno -respondió Guillermo.

-¿Estáis cansadas? Vuestros cuartos están preparados. Leonor cariño, avisé a tus padres de que ya llegaste para que se quedaran tranquilos.

-Gracias Máxima, después les mando yo un mensaje -dijo tímidamente Leonor, dedicándole una sonrisa a su suegra.

La española no paraba de pellizcarse los dedos, y notaba como sus orejas se ponían calientes de los nervios. ¿Qué estarían pensando de ella en estos momentos?

-Mamá, ¿has dicho nuestros cuartos? -preguntó Alexia. Máxima y Guillermo se miraron y comenzaron a reírse por la reacción de su hija.

-Sabía que ibas a reaccionar así -Alexia levantó una ceja mirando a su padre-. Tranquila, vuestros cuartos están al lado, pero dormís cada una en el vuestro.

-Padre llevamos 6 meses durmiendo en el mismo cuarto, no haremos nada, ni pasará nada. Qué poco os fiais de mí.

-Por un par de días no será el fin del mundo cielo, ¿tú qué opinas Leonor?

-Eh... y-yo pues estoy de acuerdo con ustedes, es decir, sí dormimos juntas en Gales, pero podemos estar separadas unos días -hubo un silencio raro, y Leonor comprendió de que esas palabras se podían malinterpretar, entonces rápidamente reaccionó para intentar aclarar lo que quería decir-. Bueno, con dormir juntas me refiero al mismo cuarto, no a la misma cama, obviamente. Además, creo que...

A Dos Coronas de TiHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin