Capítulo 50

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Era ya de noche, Alexia había vuelto del voluntariado muy cansada, tras una ducha se tiró de lleno en su cama boca abajo, y se quedó así. Estaba sola en el cuarto, pero estaba tan agotada que no tenía ganas de buscar su móvil para llamar a Leonor.

A la media hora, escuchó la puerta abrirse y se giró para poder ver a la española. La rubia tenía una expresión relajada y... ¿alegre? Alexia se incorporó en su cama y se quedó mirando fijamente a Leonor con el ceño fruncido.

-¿Por qué vienes tan contenta? ¿Debería estar celosa?

-He estado hablado con Matteo.

-La última vez que sonreíste así por un tío fue con Michael y mira como acabó, siendo un espía y un acosador en potencia. Por ahí no es el camino, mi vida.

-Ja, ja, ja, qué graciosa eres. No es por eso tonta. No te vas a creer lo que te voy a contar.

Nada más decir eso, Alexia se retiró un poco para dejarle un hueco a Leonor y le dio golpecitos a la cama para que la heredera al trono español se sentara ahí.

-Resulta que mientras Martijn y tú estabais en el voluntariado, fui a buscar a Matteo. Es miembro del club de fotografía, por lo que lo encontré en el cuarto oscuro para revelar las fotos. Todos los rumores de que él se había apuntado a teatro por ti eran ciertos, pero porque está enamorado de Martijn, y quería acercarse a ti para así acercarse a él.

La neerlandesa se quedó boquiabierta ante el drástico giro de los acontecimientos. Jamás se hubiera imaginado semejante trama en su cabeza. No veía a su amigo con otro chico, aunque... nunca se sabía.

-Dios Leonor, no te estoy creyendo, ¿es en serio? Qué fuerte, qué fuerte. ¿Crees que Matteo tiene alguna posibilidad?

-Será difícil, pero no imposible. Le dije que tenía posibilidades, pese a que fueran mínimas -Leonor fue acercando poco a poco su cara a la de Alexia-. Mira a nosotras, teníamos un 1% de probabilidades de estar juntas, y fíjate hasta donde hemos llegado -la española no pudo evitar darle un beso a la holandesa, quien lo recibió con gusto. La felicidad para la pelirroja no duró mucho, ya que la española se apartó lo suficiente para poder mirar con claridad a Alexia a los ojos-. Es por eso por lo que he pensado en ayudarlo un poco.

-¿Qué tienes en mente?

-En estos días antes del viaje a Edimburgo podemos pensar en algo, pero lo suyo es que en Escocia pasen algún tiempo juntos.

A Alexia no le parecía mala idea, de hecho, le hacía ilusión que su amigo pudiera tener algo con Matteo, pero no estaba del todo convencida de que fuera a funcionar porque Martijn nunca dio señales de que le gustaran los chicos.

-Podemos ver qué hacemos. Edimburgo es una bonita ciudad para que se conozcan -comentó Alexia-. Pero también quiero un ratito para nosotras, ahí tendremos menos control con el tema de las horas, podríamos dar una vuelta por la noche cuando los demás estén dormidos.

-Me parece buena idea -Leonor se recostó en la cama, y seguidamente Alexia hizo lo mismo-. Por cierto, tenemos que ir pensando en nuestro próximo destino turístico para ir en las vacaciones de verano.

-Aún tenemos tiempo para pensarlo -dijo la neerlandesa muerta de sueño, y se acurrucó escondiendo su cara en el cuello de la española.

Leonor no se había cambiado de ropa, ni se había lavado los dientes, pero estaba muy a gusto así. Es por eso por lo que pasó su brazo por detrás de la holandesa, y comenzó a hacerle cosquillitas en el brazo.

No supo cuándo, pero se quedó dormida en esa postura durante toda la noche. Normal que a la mañana siguiente se levantara con todo tipo de dolores en la espalda y brazo, mientras que Alexia estaba fresca como una rosa. 

Los próximos días pasaron igual que los anteriores, con las actividades de los clubes, talleres sobre medio ambiente y clases, y más clases. De los ocupadas que estaban se dieron cuenta de que sólo quedaban 24 horas para el viaje a Escocia, y ya habían estado preparando una especie de itinerario para hacer con sus respectivos grupos de amigos en sus ratos libres. Además, habían estado pensando en alguna forma para que Matteo y Martijn pasaran un rato juntos a lo largo del viaje.

El plan era ir, tanto el grupo de Alexia como el de Leonor, a la Galería Nacional de Escocia, y desaparecer en una de las salas para que los dos estuvieran juntos "buscándoles". Los amigos de las princesas sabían pocos detalles sobre lo que se tramaban, pero accedieron a colaborar en la misión. El único que no tenía ni idea de nada era Martijn.

La española y la neerlandesa también tenían sus propios planes en mente como ir el sábado a ver el atardecer solas al Asiento de Arturo, uno de los miradores más famosos de la ciudad. Irían con mascarillas, gorras, y ropa para nada extravagante para pasar desapercibido.

Sus amigos estarían en pubs o de fiesta, así que tras tener ese momento juntas, se unirían a ellos en alguna discoteca de la ciudad. Querían aprovechar al máximo este pequeño viaje, ya que sería el último que realizarían en el curso actual.

Era la noche del jueves, Alexia y Leonor estaban preparando sus equipajes de mano para el día de mañana. No paraban de repasar los planes que tenían, de mostrar lo emocionadas que estaban y de predecir lo que pasaría entre Matteo y Martijn.

Alexia fue al baño para coger sus toallas y otros productos, al tiempo que su móvil sonó un par de veces, avisando que tenía mensajes nuevos. La pelirroja no podía mirarlo, así que le pidió a Leonor que le dijera por ella de quién se trataba.

La española tomó el móvil de Alexia, y se quedó extrañada.

-¿Por qué te escribe mi madre? ¿Desde cuándo tienes su número?

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AYAYAY perdón, he tenido algunos asuntos familiares y he estado con un bloqueo :(

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⏰ Última actualización: May 01, 2023 ⏰

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