Capítulo 48

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Alexia automáticamente se retiró un par de pasos, y tanto la española como la neerlandesas miraron desconcertadas hacia la puerta de la sala de música.

Allí vieron parado con una cara de asombro y sorpresa a Viktor, amigo de Leonor y compañero de las dos princesas. Nadie dijo nada durante al menos un minuto, simplemente se miraban perplejos.

-¿Q-Qué estabais haciendo? -preguntó finalmente Viktor.

-Ensayando una canción para el club de música -se apresuró en decir Leonor.

-Y no podía ver bien porque tenía una pestaña en el ojo, así que le ayudé -intervino esta vez Alexia-. ¿Y tú? ¿Qué haces aquí?

-Estábamos esperando a Leonor en la entrada del internado porque deberíamos de habernos ido hace 10 minutos al pueblo para el voluntariado.

-¿Voluntariado? -la rubia frunció el ceño al no recordar que tuviera hoy esa actividad.

-Sí, lo de recoger la basura del parque principal y de algunas zonas de senderismo.

-Mierda, creí que era la semana que viene. Eh, id tirando para el pueblo, yo me uno un poco más tarde. Dile al profesor que he tenido alguna emergencia de última hora.

-Y sea lo que sea que hayas visto, no es lo que tú piensas -añadió Alexia antes de que Viktor se fuera.

-Por Dios Alexia, la hemos liado, ¿qué vamos a hacer? No se ha tragado para nada lo de la pestaña.

Leonor se levantó de su asiento y comenzó a guardar su violonchelo y las partituras, mientras Alexia seguía de pie intentando pensar en algo.

-Yo creo que no hay que insistirle mucho, si no parecerá exactamente lo que no queremos que parezca.

-Alexia, mi amor, Viktor es una maruja. Ahí donde lo ves, le encanta saber un chisme, ¿y sabes lo peor? Que le gusta más compartir ese chisme. Tengo que ir cuanto antes al pueblo, no vaya a ser que se le suelte la lengua con el grupo.

-Siempre nos quedará la carta de la amenaza y la intimidación -Leonor miró a Alexia con una cara de desaprobación-. Era broma... Mira en el caso de que al final lo vaya contando por ahí, saldremos a aclararlo. Tiene todas las de perder, al fin y al cabo no había más testigos.

-Espero que tengas razón -Leonor le echó un vistazo a la puerta para asegurarse de que no había nadie, y le dio un pico a Alexia antes de despedirse e irse de allí.

La pelirroja comenzó a recoger con calma sus cosas. Se le había chafado un poco sus planes con Leonor, así que no sabía muy bien qué hacer ahora.

Podría adelantar deberes, podría ponerse al día con ciertas asignaturas o hacer algo productivo, pero eso no estaba en su ADN, así que prefirió ir a molestar un poco a su buen amigo Martijn, ya que el resto de su grupo de amigos o estaban en la biblioteca siendo alumnos ejemplares, o seguían en sus respectivas actividades.

Alexia para no pararse en su cuarto, se llevó consigo su guitarra y se dirigió al campo de fútbol. Al llegar se encontró al neerlandés entrenando solo.

-¿Y tu club de fans? -la holandesa miró a la grada vacía.

-Ja, ja, ja, qué graciosa -Martijn dejó de correr y se acercó a la valla para poder hablar mejor con su amiga-. ¿Qué haces por aquí?

-Me han estropeado un poco mis planes con Leonor, y el resto de mis amigos están ocupados, así que pensé en hacerte una visita.

-Auch, con que tu tercera opción -Martijn fingió estar dolido llevándose la mano al corazón-. Si quieres entra al campo y coge un balón.

-¿Y el resto del equipo? -Alexia entró al campo y dejó su guitarra apoyada a una distancia considerable de la portería.

-El entreno terminó hace rato, pero quise quedarme aquí un poco más. Tampoco tengo mucho que hacer.

Mientras los dos neerlandeses estaban en el campo de fútbol, Leonor se encontraba en el voluntariado recogiendo basura. De su grupo sólo estaban Viktor, Lysandra y ella, y al parecer su amigo aún no había dicho nada con respecto a lo sucedido en la sala de música.

En un momento en el que estuvo a solas con Viktor aprovechó para hablar con él.

-Oye, hm... quería hablar sobre lo que pasó antes. Sé que la situación se puede malinterpretar fácilmente, pero te prometo que no es lo que piensas, de verdad tenía una pestaña en el ojo.

-No hace falta que me aclares nada, te creo. Y tranquila, no diré nada -hubo un momento de silencio-. Es sólo que me resultó impactante y extraño veros tan cerca, y más después de todos los rumores que han salido sobre ustedes dos.

-¿Cómo? ¿"Todos los rumores"? Pensé que fue sólo una vez, aquella vez que tanto ustedes como los amigos de Alexia intentaron tendernos una trampa, ¿ha habido más rumores?

-Sí, pero muy débiles. Desde vuestra portada en Cardiff se especuló algunas cosas. No eran muy importantes, es por eso por lo que no te hemos dicho nada.

En ese momento, Leonor realmente pensó que ellas vivían debajo de una piedra porque no habían sido conscientes de eso en ningún momento.

-Ella y yo sólo somos amigas, en parte, nuestros padres nos han presionado un poco para llevarnos bien y nos aconsejaron pasar más tiempo juntas.

-Es normal, tranquila. De verdad, no diré nada -Viktor le dedicó una sonrisa a Leonor y siguieron con el trabajo.

La española se quedó mucho más relajada después de esa conversación, sentía que se había quitado una pequeña presión de encima. Intentó contactar con Alexia para decirle que no había nada de lo que preocuparse, pero no encontró el momento para hacerlo, ya que no paraba de ir de un lado para otro.

Tuvo que esperar hasta las 19 para poder mandarle un mensaje porque por fin terminaron la actividad, y se dirigían a la escuela. Alexia le respondió que estaba en el campo de fútbol con Martijn, que se acercara y así podían estar un rato los tres. Martijn y Leonor no habían vuelto a hablar mucho tras todo lo que pasó entre ellos, pero la española sabía que podía confiar en él, y que para Alexia era un apoyo.

Leonor antes de ir con ellos, se dirigió al baño que había al lado del campo para lavarse las manos y enjuagarse la cara. Al salir, divisó a los neerlandeses sentados en el campo a la altura del punto de penalti.

Alexia comenzó a saludarla y Leonor le devolvió el saludo. La rubia, inconscientemente, desvió su mirada fuera del campo, cerca de las gradas, y vio a lo lejos una figura apoyada a un árbol. Achinó los ojos y frunció el ceño. ¿Era Matteo?

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CAP NUEVOOOOOOOOOOOOO.

Dios el odio que recibe Matteo HAHAHAHA pobrecillo.

Próximo sábado nuevo capítulo 🤘🏼

A Dos Coronas de TiWhere stories live. Discover now