Capítulo 55

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-¡___!- Michael casi gritó mi nombre -¡No hemos usado protección!- finalizó, y realmente quería reírme en su cara pero el lucía totalmente alterado.

-Bebe….- comencé - ¿Podrías calmarte?- tomé su mano, él me miró ceñudo sin entender mi reacción –Obviamente que estoy cuidándome con pastillas, joder, no soy tan tarada- lancé una risita, él relajó sus hombros y se apoyo completamente por la cabecera de la cama, lanzando un suspiro de alivio.

Algo se removió incómodo en mí ante su reacción.

Después de unos segundos más de silencio, decidí volver a dormir. Así que solté su mano y le di la espalda, recostándome nuevamente en la cama.

Pero él no hizo lo mismo y realmente no supe en qué momento volvió a dormir ya que el sueño me inundó minutos después.

Al día siguiente, desperté por el calor sofocante que provenía del cuerpo de Michael casi encima de mí.

Pero aún sentía ese algo removiéndose incómodo dentro de mí, haciéndome sentir incómoda y enojada y no tenía idea de por qué.

Tal vez, sólo tal vez… el hecho de que Michael se haya alterado tanto con la idea de un embarazado no planeado. O tal vez sea el hecho de que mi mente exploró las zonas más oscuras de mis pensamientos, llevándome a la conclusión de que Michael no estaba preparado para un compromiso serio conmigo.

Pero la idea que más me dolía, es el hecho de que él tal vez ni veía un futuro conmigo.

No nos veía en unos años casados y con hijos, no nos veía viajando por el mundo y experimentando cosas juntos, no nos veía felices y enamorados… no nos veía de la misma forma en que yo lo hacía.

Todos esos pensamientos me hacían querer gritar y llorar, me hacían sentir tan desesperada. Porque, siendo sincera, yo siempre sólo tenía el hoy con él. Mis inseguridades siempre sacaban lo mejor de mí, haciéndome querer alejarme de todo el mundo y estar sola hasta sanar mi ego herido.

“Iré a donde sea que vayas” dijo él. Haciendo una promesa detrás de esas palabras. Pero simplemente yo no sentía como si eso fuera real.

Era malditamente difícil pasar de ser una fan a ser lo que sea que soy ahora.

Porque desde antes yo amaba a este chico, pero ahora estoy completa y perdidamente enamorada de la persona real que es y vivo con el mío de que todo sólo sea una ilusión, porque…. maldita sea, todo era demasiado para ser real.

No me di cuenta que estaba a punto de ponerme a llorar. Ya no tenía control acerca de mis emociones.

La mudanza, el famoso “borrón y cuenta nueva” que debía afrentar, mis padres malditamente enojados y… por supuesto Michael, me tenían malditamente frustrada.

Lo patético era, que todo estaba bien entre Michael y yo y que toda mierda sólo se encontraba en mi cabeza, jugándome una mala pasada.

¿Por qué pensaba tanto? Es decir, todo estaba bien pero mis pensamientos me hacían querer salir corriendo. Yo realmente quería huir de mi misma, pero eso era imposible.

Sentí una música y vibraciones provenir de la mesa de luz que se encontraba del lado del Michael, haciéndome volver a la realidad. Y como si él estuviera en manual automático, su cuerpo se despegó del mío y se sentó vacilante tomando su celular.

-¿Hola?- respondió con la voz ronca y adormilada. Esperó unos segundos más para volver a hablar -¿Pero qué diablos?- exclamó, frotándose los ojos y lanzando un suspiro enojado –Vete a la mierda- finalizó, tirando el celular hacia el otro extremo de la cama y volviéndose a acostar, sus ojos encontraron los míos.

-Buenos días- susurró, cerrando sus ojos nuevamente y depositando su rostro en la almohada, mientras extendía su brazo y me abrazaba por la cintura, pegándome más a él.

Y entonces, todos mis demonios volvieron a la jaula porque el tacto de Michael era como un antídoto vital para mí.

-Buenos días- respondí, depositando mis manos por encima de su brazo que estaba sobre mi estómago, pegando mi espalda contra su pecho.

-Hueles tan malditamente bien mujer- susurró en mi oído junto a mis cabellos, haciéndome sentir cosquilleos por todo el cuerpo con su voz ronca.

Me giré, quedando así frente a su rostro. Y lo veía y no lo creía, porque él era demasiado perfecto para ser real. Tenía los ojos cerrados y una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes, él no me observaba pero sabía que yo lo hacía. Llevé mis dedos a su rostro, acariciando su mejilla y luego su mentón, en donde un poco de barba estaba creciendo.

Michael con pequeña barba era malditamente más caliente incluso.

-¿Me ayudarás a desempacar todo?- pregunté dulcemente, siguiendo acariciando su rostro. Él gruñó, y me apretó más a él, escondiendo así su rostro en el hueco de mi cuello y sonriendo contra mi piel. Enredé mis piernas con las suyas, tratando de sentirlo lo más cerca posible.

-Haría todo lo que me pidieras para ver ese bonito culo que tienes- susurró, depositando pequeños besos en mi cuello. Reí, dándole un leve golpe juguetón en el hombro.

Su celular volvió a sonar de nuevo.

Bufó, separándose de mí con el ceño fruncido, lucía cabreado.

Se volvió a sentar, buscando su celular entre las sábanas. Lo tomó y miró la pantalla, desde donde estaba pude ver perfectamente quien llamaba.

Nicole

Rápidamente también me senté a su lado, tratando de escuchar su conversación.

-¿Qué carajos?- respondió Michael de mala manera, tirando su cabeza hacia atrás. Él realmente lucía cansado

-Le diré a todos Michael- escuché que ella respondió, fruncí el ceño confundida ¿De qué diablos venía todo eso?

Michael me miró y pude descifrar temor en sus ojos, así que puse mi mejor cara de “no-estoy-malditamente-feliz”

-Podemos hablar de esto luego- espetó él, casi perdiendo la paciencia

-No, te necesito ahora- agregó ella. Mis ojos se abrieron más de lo normal. Michael volvió a mirarme, incómodo.

-Joder, Nicole- prosiguió Michael

-No, Michael. Tenemos un trato- escuché que dijo. Esa fue la gota que llenó el vaso, mis celos hacia esa perra eran demasiados.

Me levanté de la cama y con una de las sábanas me cubrí casi todo el cuerpo, casi corriendo me dirigí al baño.

No estaba preparada aún para saber de qué exactamente se trataba todo esto y aún seguía procesando en mi mente aquella maldita conversación.

¿Acaso estábamos volviendo a eso? Mierda, estaba tan acabada con todos los malditos dramas de Michael.

¿Michael seguía follando con Nicole?

Ni siquiera podíamos estar bien un puto día porque siempre venía terminaba arruinándose.

Y llevábamos más de 7 meses de esta manera, habían pasado 7 meses desde que todo esto comenzó.

¿Este amor es bueno? ¿Este amor es malo?

Estaba perdiéndome a mí misma en el intento de hacerlo funcionar y me preguntaba, si realmente todo esto valía la pena.

Mis demonios me atormentaban con miles de posibilidades, y el corazón me dolía cada vez más.

Michael's groupie? | mgcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora