Capítulo 56

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(Michael y Nicole en multimedia)

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-¡___! ¡Por favor, sal!- escuché que Michael decía al otro lado de la puerta, con golpes ya débiles. Había perdido la cuenta del tiempo que estuvo llamándome pero yo no respondía.

Me encontraba sentada en la tapa del inodoro, con la sábana tapándome todo el cuerpo mientras tenía la mirada perdida en nada.

-¡Maldita sea!- golpeó más fuerte, sacándome de mis pensamientos. -¡He volado un avión malditas horas para estar contigo y mira cómo lo estas arruinando!- volvió a dar un golpe a la puerta, me estremecí. Yo era un maldito desastre.

Lentamente me puse de pie y me sequé las pocas lágrimas casi secas que tenía en las mejillas, observé mi reflejo en el espejo y lancé un suspiro. Me dirigí a la puerta y la abrí, haciendo que Michael me mirara fijamente. Le sonreí levemente, de seguro creía que estaba loca.

-Lo siento- susurré, caminando hacia la cama y sentándome en el borde, acomodando la sábana por todo mi cuerpo. –Pero no puedo soportar a Nicole- finalicé, formando una línea recta con mis labios y jugueteando con mis manos nerviosa.

Michael se paró en frente mío, estaba sólo en bóxers. Lentamente fue agachándose, hasta quedar a mi altura.

-Sabes que ya no podemos seguir haciendo esto ¿verdad?- habló cansado, mirándome triste. Sus palabras me asustaron más de lo que admitiría, de igual manera asentí levemente sin poder mirarlo a la cara. Escuché que largó un suspiro y se irguió nuevamente, tomando asiento al lado mío.

-Nicole sabe acerca de… nuestro pequeño secreto- comenzó, sosteniendo su mirada lejos de la mía –Ella me pidió que tuviera sexo con ella a cambio de que no dijera nada- finalmente me miró, y yo a él. Estaba segura de que tenía una expresión horrorizada, un hueco en el pecho se abrió paso y el dolor era inevitable.

-¿Tú…- pregunté dudosa. Él asintió sabiendo a qué me refería, me quedé sin palabras.

Después de unos minutos en silencio, por fin pude reaccionar.

-¿Cómo pudiste acostarte con ella y luego venir a hacerlo conmigo?- pregunté indignada, molesta y triste. Lo miré, él se había quedado mudo. -¿Cómo carajos te atreves?- espeté, elevando la voz -¡Eres un maldito enfermó!- me levanté bruscamente de la cama y me alejé de él.

-¡Lo hice por ti! ¡Por nosotros!- también elevó la voz, poniéndose de pie y acercándose a mí, retrocedí.

-¡Podrías habérmelo dicho antes!- exclamé alterada, con los brazos al aire. Él calló, sabía que estaba en lo correcto.

-¡Vete ahora mismo!- hablé decidida. Él simplemente no podía venir y jugar conmigo siempre. Todas sus palabras y promesas fueron huecas y esto no iba a ningún lado.

Yo amo a este chico, lo amé por mucho tiempo… pero estoy demasiado terminada. Ni siquiera puedo soportar la idea de él tocando a aquella maldita perra.

Todo estaba mal entre nosotros desde el primer día, todo era demasiado perfecto que estaba tan mal.

Una persona como él nunca sale con una chica como yo si no es sólo por sexo. Y eso es todo lo que yo fui, una diversión para él. Un maldito hueco en donde podía meter su maldita polla las veces que quisiera.

¿Cómo fui tan estúpida al perdonarlo después de encontrarlo follando con Nicole aquella vez?

Realmente soy una estúpida pensando que esto podía tener un final feliz como un cuento de hadas.

Él sólo me utilizó, él jamás dejó de follar con Nicole… no me sorprendía, de hecho. Pero dolía demasiado.

Michael me miró perplejo, pero no tardó en reaccionar y comenzar a vestirse. Cuando finalizó, tomó sus pertenencias y me miró. Caminé hasta la cama y tomé a Daniel y se lo aventé furiosa, él lo tomó y sin expresión alguna, abandonó mi habitación.

Todo este tiempo sólo fui la que lo entretuvo cuando estaba aburrido. Todo este tiempo pretendí ser algo que nunca fui.

Jamás me tomó en serio pero pretendió hacerlo.

No lograba entender cómo es que siguió con este maldito juego hasta el final.

¿Follar con Nicole para mantener nuestra relación a salvo? Que patético.

Todo tenía sentido, nada dura para siempre y todo esto fue tan bueno que fue tan malo.

Una mierda más para agregar a la lista de desgracias de mi maldita vida.

Maldita sea la hora que acepté ser su groupie, confundiendo mi amor de fan con sentimientos reales.

Michael's groupie? | mgcWhere stories live. Discover now