Maratón Michael's Birthday!!

4.6K 270 10
                                    

IT'S MICHAEL'S BIRTHDAAAAAAY!!

Okay, las palabras no pueden expresar todo el amor que le tengo a Mike, él es una de las personas más importantes que tengo en la vida, sin exagerar. Nadie nunca podrá entender todo el amor que le tengo a este chico. Verlo sonreír siempre me alegra los días, es como mi luz en la oscuridad.

Quisiera poder abrazarlo y decirle las miles de razones por las cuales lo amo.

Y siempre doy gracias por tenerlo en mi vida, porque soy demasiado afortunada por haberlo conocido.

De todas maneras, de seguro ya les rE aburrí con tanto amor xd' 

¡HARÉ UN MARATÓN POR EL CUMPLEAÑOS DE MICHAAAAEL!

Espero les guste, y espero encontrar muchos votos y comentarios y así poder seguir la fic pronto

<3

**

1/3

-¿Qué pasa si se dan cuenta de mi ausencia?- susurré nerviosa, cargando mi peso en una pierna y abrazándome a mí misma, la noche estaba fría y yo sólo llevaba un vestido con una chaqueta de cuero.

-Tranquila, todo estará bien. A veces es lindo vivir un poco de aventura, eh- respondió Michael con una sonrisa, rodé mis ojos.

Nos habíamos escapado de mi casa, mejor dicho: me había escapado de mi casa con Michael y ahora estábamos aquí, en la fría noche bajo la luz de los faroles esperando por los guardaespaldas. Él me estrechó entre sus brazos, tranquilizándome. Cerré mis ojos, aspirando su hermoso aroma. De repente, unas luces de una gran camioneta negra blindada nos iluminaban, dos personas descendieron de ella medio trotando hacia nosotros. Uno de ellos tomó la maleta y el otro nos guió a la parte trasera. Michael me dejó pasar primero y luego él, sentándonos así juntos en la parte trasera de aquella imponente maquina.

El camino fue silencioso, estábamos abrazados.

La camioneta se detuvo en frente de uno de los hoteles más importantes del país, después de unos segundos la puerta trasera volvió a abrirse. Michael me tomó la mano y salimos –Michael, por favor cuídate mucho- le dijo uno de los guardaespaldas, él asintió sonriendo y tomó las llaves que le lanzó aquel hombre. Se giró hacia mí, con una gran sonrisa –Ahora por fin podremos tener una cita como adolescente normales- reí negando y él me abrió la puerta del copiloto, haciendo una chistosa reverencia que me hizo reír más. Después de cerrar mi puerta, trotó hasta ocupar su asiento como piloto, puso en marcha la camioneta y nos dirigimos a la carretera.

-¿No es un poco molesto estar siempre rodeado de gente, como los guardaespaldas?- pregunté, mirando por la ventana. Pude ver que se encogía de hombros –Forma parte de mi trabajo y ellos sólo hacen el suyo- asentí mirándolo, sonriendo. Tomó mi mano y la acarició tiernamente.

2/3

Después de manejar por varios minutos, nos encontrábamos en una carretera vacía. La luna iluminaba todo el camino, podría decirse que era una noche perfecta. En realidad, todos los momentos que pasaba con Michael eran perfectos.

Prendí la radio y una canción conocida sonaba en la radio: Long Way Home

Reí y él hizo lo mismo, subí el volumen al máximo y comenzamos a cantar con todas nuestras fuerzas. De repente el techo comenzó a abrirse, lo miré riendo y deposité un beso en su mejilla, él me dio un leve apretón en el muslo, en donde tenía depositada su mano. Me saqué el cinturón de seguridad y me paré en el asiento, sacando mi cabeza por el techo. Mi cabello comenzó a moverse descontroladamente, elevé mis brazos tocando la suave brisa, cerrando mis ojos cantando con todo el corazón:

Sitting at the red light

Kissing at the stop sings, darling

Green Day is on the radio

And everything is alright

Now we’re turning off the headlights, darling

We’re just taking it slow

 

So we’re taking the long way home….”

De repente, la camioneta se detuvo a un lado de la vacía carretera. En una señal de tránsito. Desde lo alto pude ver como Michael salía de la camioneta dirigiéndose a mi lado, volví a sentarme en el asiento y él abrió la puerta, tomando mi mano. Me miró, yo le sonreí. Bajé y él me guió hasta quedar en medio de la calle, se acercó a mí y tomó mi rostro en sus manos, pegando nuestros labios “Kissing at the stop sings, darling” susurró, sonreí ampliamente, volviendo a unir nuestros labios en un delicado beso. Simplemente no podía pedir nada más

3/3

-No quiero que te vayas- dije, tomando su rostro entre mis manos y haciendo un puchero con mis labios. Y era la verdad, no quería que se fuera. Quería tenerlo siempre conmigo, quería simplemente amanecer con su sonrisa todos los días de mi vida, caminar de la mano por la calle, que me acompañe hasta el instituto y que me de un beso de despedida, pero no, eso no existía en la vida de una groupie, porque al final de todo, eso era lo único que yo era para él, su groupie.

-Tampoco quiero irme, pero no tengo opción- dijo encogiéndose de hombros, unió nuestros labios en un beso lento, en nuestro último beso.

Nos separamos y lo miré triste –No te pongas así bebé, volveré por ti, lo prometo- susurró, besando mi frente.

Y se marchó, subiéndose a esa imponente camioneta negra, volviéndome bruscamente a la realidad. Y entré en pánico, y las ganas de llorar volvieron. Quería gritarle que no se vaya, que se quedara conmigo pero simplemente no podía. Se marchó, dejándome sola en esa fría noche.

Me abracé a mí misma, prometiéndome ser fuerte. Porque me mantendría fuerte por él, porque a pesar de todo nada podía compararse con todo lo que él me hacía sentir. Nada se puede comparar con la sensación de querer algo por tanto tiempo y ahora al fin tenerlo. Y yo lo tenía, estaba engrapada entre sus dedos, como un anillo. Simplemente no lo podía dejar ir, porque Michael Clifford lo valía todo.

Volví a mi habitación, tratando de no hacer ruido en el transcurso.

Entré a mi habitación y tomé asiento en la cama, elevé mi vista a los pósters que cubrían mi pared. Miles de fotos de él, de seguro a Michael le parecieron graciosos al verlos, reí. Creo que era hora de superar esta etapa, era hora de aceptar que Michael dejó de ser “mi ídolo”, que ahora era yo su groupie, que ahora podía conocer a los demás chicos, que podía ir de tour con él, pero simplemente no podía ver el hecho de que esto era real.

Pensaba que esto sólo pasaba en las películas, pero no.

“Te amo demasiado, que a veces duele tanto” – le susurré a una foto encuadrada especialmente, que estaba depositada en la mesa al lado de mi cama. Era la foto que me tomé con Michael el día que lo conocí, el día que todo cambió.

Michael's groupie? | mgcWhere stories live. Discover now