Capítulo 35

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¡Feliz Año Nuevo!

He aquí mi presente para ustedes, he juntado dos capítulos así es bastante largo.

Quisiera que los votos subieran por favor!

PD: El gif que les dejo en la multimedia + el capítulo les hará llorar ahr

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[Punto de vista de __]

Entré a ducharme, lavándome el cabello y limpiando cada parte de mi cuerpo exhaustivamente. Me sentía sucia y patética. Cuando terminé, enrollé una toalla a mi cuerpo y comencé a cepillarme los dientes, secando un poco mi cabello. Me veía mil veces mejor. Mi rostro había recuperado el color y me sentía bastante limpia y de hecho me sentía mucho mejor, una leve jaqueca pero era algo con lo que podía lidiar, aún seguía teniendo las ojeras pero no eran para tanto.

Al volver de nuevo a mi habitación, Yess seguía durmiendo como un tronco, preferiría que descansara todo lo que pudiera. Cerca de la mesita de luz le dejé una aspirina y un vaso de agua, por si despertara mientras yo no estoy. Le acaricié el rostro y le dediqué una sonrisa, ella era una buena amiga.

Me vestí con un pijama limpio color cielo y me coloqué mis pantuflas, me até el cabello en una coleta alta y me coloqué  perfume. Sabía que estaba enojada con Michael, pero extrañamente el verlo aquí alivianó el dolor que sentía por sus actos.

Era irónico porque era el causante de todo mi dolor, pero a la vez él era el único que podía hacerme sentir mejor.

Me miré por última vez en el espejo, lucía decentemente bien después de la noche que tuve ayer. Tomé un último suspiro y salí de la habitación, bajando lentamente por las escaleras.

Vi a Michael sentado en uno de los sofás con sus manos entrelazadas. Sintió mi presencia y se giró, levantándose rápidamente y caminando hacia donde me encontraba, sujetada por el barandal de la escalera. Me sonrió tímidamente, llevando una de sus manos a mi rostro, acariciando mi mejilla con su pulgar. Cerré los ojos ante su pacífico tacto, suspirando pesadamente. Michael se acercó más, rodeando mi cintura con sus brazos, atrayéndome más a su cuerpo. Coloqué mis manos en su pecho, para crear un poco más de distancia y elevé mi mirada a su rostro. Sus ojos esmeraldas me miraban brillantes, sentía ganas de llorar. Desearía con todas mis fuerzas que esos ojos me miraran de la forma en yo lo miro a él, maldita situación. Me zafé de su agarre y me coloqué un mechón de cabello detrás de la oreja

-Miriam te ha preparado café, quiere que vayas a desayunar- susurró, sonriéndome. Lo miré por unos segundos más y asentí, adentrándome a la cocina y él detrás de mí.

Punto de vista de Michael:

No podía despegar mis ojos de ella, la manera en que sus largos y delicados dedos jugaban con nerviosismo con su taza de café, y como su mirada estaba fija en la nada. El ambiente era bastante incómodo, no sabía cuándo debía comenzar a hablar y temía por su reacción

Escuché un carraspeo, me giré para encontrarme con la madre de __ apoyada por el marco de la puerta, con una sonrisa débil, sus ojos azules lucían cansados. Lucía frágil y triste, su piel estaba demasiado pálida, como si no hubiera salido al sol hace muchos días. Volví a girarme para encontrarme con los ojos cristalizados de __, tenía la mirada puesta en su madre. No sabía qué pasaba pero sabía que había problemas en esta casa y __ y su madre estaban sufriendo, ahora me sentía más incómodo y fuera de lugar.

-Hola querido- me saludó, colocando una de sus manos en mi hombro, dándome un apretón cálido. Volteé

-Hola señora Rose- respondí sonriéndole

-__, saldremos con Miriam un rato. Volveremos en unas horas, tu padre no vendrá- finalizó, pude sentir su dolor en la última frase. __ asintió y su madre se marchó, pudimos oír el sonido de la puerta abrirse y cerrarse y el sonido del coche marcharse.

-Lo siento- finalmente agregué, después de varios segundos en completo silencio. Ella elevó la vista hasta encontrarse con mi mirada

-No sabes cuanto lo siento yo también- agregó en un susurró, sentía que en cualquier momento una lágrima caería de sus bellos ojos

-No quise hacerte daño, esa jamás fue mi intención- tomé sus manos por encima de la mesa, ella se estremeció

-Sólo querías ocultármelo, mentirme- agregó amarga, sonriendo irónica pero no sacó sus manos de las mías –Pero yo soy la única patética aquí. Nosotros no somos nada, no tenemos una relación estable, tú puedes estar con cualquiera. Esto no me llevará a ningún lado- finalizó elevando la voz, quedándose sin aire, y la tan temible lágrima se deslizó por su rostro. Rápidamente la atrapé con mis dedos, no permitiría que derramara una lágrima más por mí. Cerró los ojos al sentir mi tacto

-No __, por favor…- agregué en un susurro desesperado, pasando delicadamente mi dedo índice por su rostro

-Ya no hay nada de qué hablar. Lo que teníamos se terminó, puedes ser Michael Clifford y todo lo que quieras pero tus acciones me lastimaron- exclamó, levantándose bruscamente y poniéndose de pie.

-Sé que me equivoqué ¡lo sé maldita sea! ¡pero estoy aquí pidiéndote perdón!- elevé mi voz, estaba desesperado porque entrara en razón y dejara este estúpido drama

-¡No!- gritó, y más lágrimas se escaparon de sus ojos -¡Me dolió! ¡Me lastimaste! ¡Tú maldito idiota! ¡Siempre te idolatré pensando que eras perfecto pero eres una mierda! ¡Todas las noches lloraba imaginándome una vida perfecta a tú lado!- gritó, llorando aún más -¡Ese día que te fui a buscar fue porque pensé que podía contar contigo pero te encontré follando con otra!- volvió a gritar y sus lágrimas caían más constantes, se tapó el rostro, sus manos estaban temblando

-¡Pero estoy aquí, pidiéndote perdón. No estoy con otra follando, admito que soy una completa mierda y que no debí haberte dejado sola pero soy humano y soy un completo desastre en estas mierdas de las relaciones. Estoy demasiado lejos de ser perfecto, PERO ESTOY AQUÍ INTENTÁNDOLO POR TI, MALDITA SEA! –grité exasperado, mis ojos me ardían.

-Vete- agregó, cerrando sus ojos

-¡__! ¡No por favor!- exclamé desesperado, traté de acercarme a ella pero retrocedió. Mi rabia me estaba consumiendo, era demasiado terca y no sabía qué carajos hacer -__...- susurré ahogado. Ella me miró con lágrimas en los ojos pero no dijo nada, sólo se limitó a observarme. Esto me estaba acabando

-Ya no quiero ser tu groupie- finalizó

Michael's groupie? | mgcWhere stories live. Discover now