Capítulo 57

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Punto de vista de Michael:

Mi vista estaba medio borrosa y había perdido la cuenta de los tragos que había bebido hasta ahora ¿Diez? ¿Quince? ni puta idea.

La gente me miraba raro, pero no era tan raro como ellos sólo por llevar un gorro y lentes de sol a mitad de la noche.

Sentía y pensaba demasiado y al parecer ni todo el alcohol de este maldito bar podían calmarme o llevarme a un estado de tranquilidad en el que pueda olvidarme de toda esta mierda por un momento.

Maldita sea ___ y su puto drama. Como siempre, no me dejó explicarle nada. Pero aunque pensándolo bien, cualquier mujer reaccionaría de esa manera ante esta situación, pero joder, ni siquiera era mi novia como para armar tanto revuelo.

Desde un principio todo esto fue sólo una buena follada y los sentimientos que fui desarrollando a lo largo de estos meses son sólo… calentura.

Debía de convencerme a mí mismo de que no sentía nada real por ella para que este hueco doliera menos, pero era imposible dejar de sentir con su rostro estancado en mi cabeza.

Con este deplorable estado en el que me encontraba, pequeños flashbacks me inundaban una y otra vez, haciendo que tomara un trago por cada uno y así tratar de ahogarlos pero era como una maldita misión imposible.

Me di cuenta que en este tiempo, hemos tenido más caídas que momentos felices. Y me arrepiento tanto de haberla hecho llorar más que hacerla sonreír, ___ sonriendo era una de las cosas más hermosas que había visto en mi vida y fui un maldito idiota al no hacerla feliz como realmente se lo merecía.

Yo debí haberla convencido de llevarla de tour conmigo aquel día cuando le propuse ser mi groupie, yo debí llevarle flores o bombones o cualquier mierda que tanto le gusta cada vez que fui a visitarla y no sólo llevarla a la cama.

Yo debí ser sincero con mis sentimientos en el momento en el que me di cuenta de lo real que se sentía y debí proponerle ser más que sólo “lo-que-sea-que-éramos”.

También debí contarle el sueño que tuve y la manera inexplicable en el que me sentí cuando tuve en mis brazos a aquella pequeña maravilla, que era nuestra.

Pero ya es tarde y ella está malditamente cabreada y realmente y por primera vez, no estoy seguro de si la volveré a ver… y ese solo pensamiento me vuelve loco, como un niño pequeño asustado de salir de entre las piernas de su madre.

Antes de que pueda pensarlo dos veces, con dificultad saco el móvil del bolsillo trasero de mis jeans oscuros, sabía que no me contestaría pero ya no podía seguir reteniéndome todo esto.

Cerré mis ojos y apoyé mis codos en la barra, sosteniendo el celular en la oreja y agachando la cabeza, desde el primer tono hasta el último, y segundos después al buzón.

-___- elevé un poco mi voz arrastrada y ronca, lanzando un hipo al final como todo un maldito cliché, apretando el celular a mi cara –Bebe- seguí, tropezando con mi lengua y hablando raro –Ya no puedo más con toda esta mierda, sabes – un hipo se me escapó de nuevo –Tú eres más que una buena follada nena, tú eres mejor que mil folladas buenas- lancé una risita incoherente, hablando animado pero aún arrastrando las palabras y pronunciando casi todas las palabras con ‘z’ –Nicole es sólo una perra extorsionista pero tu mi amor eres mi reina, eres todo lo que quiero, eres todo lo que está bien en mi vida- sabía que la fase “tristeza” se aproximaba -___, por favor, no me dejes- exclamé alterado, arrastrando peor las palabras y dificultando mi entendimiento –Podemos intentarlo-lo de nuevo- tartamudeé –Puedo hacer lo correcto esta vez. Sólo me acosté con ella porque me amenazó con contar lo nuestro y sabes que quiero protegerte de toda la mierda que conlleva la fama ¡Mira como la fama me está teniendo ahora!- espeté de corrido, un leve dolor de cabeza apareció, haciendo que cerrara mis ojos con más fuerza –Nunca pensé que pudieras significar tanto maldita perra, pero algo en ti me tiene malditamente hechizado- solté una risa escandalosa–Espera, tengo una canción para ti- aclaré mi garganta, recomponiéndome después de unos segundos de mi pequeño ataque de risa –Ni siquiera me gustas ¿por qué te quieres ir y hacerme sentir de esta manera? No entiendo lo que está sucediendo, sigo diciendo cosas que nunca digo –solté un hipo ahogado -Dime dónde guardas tu muñeco vudú porque no puedo controlarme, no me quiero quedar, quiero escapar pero estoy atrapado en tu hechizo- hice una pausa, terminando el vaso que tenía en frente. El ardor me quemó mientras se deslizaba por mi garganta haciendo que apretara mis ojos y soltando un gruñido -Y me duele la cabeza, en mi corazón y el pecho y estoy teniendo problemas para controlar mi respiración- solté un suspiro cansado, mientras tomaba mi cabello en puños -¿No vas a dejar de amarme hasta la muerte?- agregué en un susurro bajo, sintiéndome demasiado débil, triste y perdido. Después de unos minutos de completo silencio de mi parte en que el sólo se podía escuchar la música del bar, finalicé la llamada… las dos palabras que tanto quería decirle nunca salieron.

Pedí otra ronda más, ganándome la mirada de desaprobación del barman y de mi guardaespaldas que se encontraba sentado en uno de los asientos alejados a mí. Pero a la mierda con ellos y todo el mundo, si tan sólo pudieran sentir lo que yo.

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Canción del capítulo: Voodoo Doll - 5SOS

¿Se huele a final?     

Michael's groupie? | mgcWhere stories live. Discover now