Capítulo 14

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Elevé mi vista y había dos hombres afuera de mi casa, mirando la escena. Michael siguió mi mirada –Oh, ellos son Thomas y James, mis guardaespaldas. Sólo querían asegurar de que estuviera seguro, venir a visitar a mi chica no es algo que está en el contrato- se encogió de hombros y yo sonreí –Me encanta cuando dices que soy tu chica- dije, pasando mis dedos por su rostro, acariciando sus labios –Eres mía- susurró, antes de unir nuestros labios en un beso desesperado.

**

Después de que Michael fuera a hablar con Thomas y James, estos se marcharon dejándole su equipaje no sin antes despedirse de mí con sus manos. Por fin estábamos completamente solos, en la oscuridad de la noche. Michael tiró su mochila en el césped, y se acercó a mí, rodeando firmemente con sus brazos mi cintura, pegando nuestros cuerpos. Rozó levemente nuestros labios e instintivamente cerré los ojos. Me sentó en la mesa de jardín, separando mis piernas y pegando su entrepierna contra mí desesperadamente –Te necesito- susurró con voz ronca, pude sentir su erección. Le tomé del cuello, uniendo nuestros labios en un beso frenético, sintiendo esa necesidad de besarlo hasta que el aire se me acabara. Nuestras lenguas jugando una guerra. Sus manos apretaron mis muslos llegando a mi trasero, masajeándolo delicadamente. Bajó sus labios a mi cuello, chupando y succionando, dejando marcas por todos lados. Subió sus manos a mi torso, debajo de mi remera y así acariciando mi estómago, apretando mis pechos por encima del bracier, sin dejar mi cuello. Arqueé mi cuerpo hacia su cuerpo, frotándome por encima de su erección, él gimió duramente. Besé sus labios, tratando de ahogar nuestros gemidos, mientras me frotaba contra él. Bajé mis manos a su cremallera y los bajé rápidamente, Michael se bajó los pantalones, incluyendo sus bóxers y su pene salió disparado, lo acaricié, tiró su cabeza hacia atrás. Llevó sus manos a mi pantalón pijama, bajándolos con mis bragas incluidas, se posicionó contra mí y unió nuestros labios, con las respiraciones agitadas. Me penetró duramente, acción que me hizo lanzar un pequeño gritó de placer, volvió a besarme, acallando así mis gemidos. Seguía penetrándome con necesidad, mientras sus manos estaban en mi trasero, apretándome contra él en cada embestida. Arqueé mi espalda por el placer, tirando mi cabeza hacia atrás, él volvió a repartir besos por todo mi cuello, bajando hasta mis pechos. Me tensé y llegué al orgasmo más maravilloso y hermoso de todos, Michael llegó un poco después. Descansó su rostro en mi hombro, abrazándome por la cintura, tratando de recuperar su respiración normal. Salió lentamente de mí, cerré mis piernas y pude sentir un leve pero placentero dolor. Me subí los pantalones, él hizo lo mismo. Me bajé de encima de la mesa, él tomó mi rostro en sus manos y depositó un besito en mi nariz, haciéndome reír como una niña pequeña –Esto es lo que me encanta de ti- susurró cerrando los ojos, besando mi frente –Deberíamos entrar- sugerí, besando sus labios fugazmente. Él asintió y tomó su equipaje. 

Michael's groupie? | mgcWhere stories live. Discover now