La Corona Del Príncipe (+18)

XXXV

Prometí actualizar en todas mis novelas y lo estoy cumpliendo así que tengan bonito fin de semana, que tengan bonito día y que disfruten de todo lo bueno de esta vida.

Feliz Lectura…

Escuchar lo que mi padre dijo hace un minuto me dejó con la boca abierta, un rey. Es hijo de un rey.

—Al parecer si se te olvidó.

Se burla mi padre de ver la cara que tiene Maximiliam en este momento, pero yo no puedo con la información que me dieron.

—Eres un bastardo de mierda—brama Maximilian con las fosas dilatadas—. Mi padre…

—Quería darme mi reino, pero no puedo ser rey al estar casado con Celina—mi madre parece a punto de sufrir un colapso—. Así que recordemos que fui entrenado para ser un rey y mis hijos también, aunque de forma discreta.

<<Y si uno de ellos reclama el trono ninguno de tus hijos será rey cuando mueras… soy el primogénito Maximilian y mis hijos los herederos de la corona de Bélgica. Y por lo tanto… Natasha tiene el poder de quitarte del trono en el que estás cómodamente sentado, ¿No lo habrás olvidado o sí?

Maximilian parece tener un ataque de ira mientras está sentado en donde está. Yo no sé ni como estoy para ser sincera, no esperaba que mis padres… bueno, que mi padre fuera el rey de Bélgica o el que debiera serlo.

—Natasha al haberse casado con Samuel la hace reina de Bélgica—abro la boca al ver a mi padre decir las cosas con cierto veneno en sus palabras—. Y tú lo único que haces es calentar el asiento que le pertenece a mi hija.

—Su sangre no es noble y lo sabes.

—Tampoco la mía lo era y ve hasta donde debí de llegar de no haberme enamorado de mi esposa—mi madre trata saliva de forma gruesa—. Natasha es reina por derecho de nacimiento y matrimonio y tú, idiota no eres nada más que un lord que se sienta en el trono.

En un momento mi respiración paso a ser otra por la información que acaba de entrar en mi sistema. Soy una reina desde hace tiempo. Mejor dicho. Somos reyes desde hace mucho tiempo.

Y mi padre biológico no es más que un bufón porque el nombre en mi acta de nacimiento es el de quién me crío y por lo tanto soy su hija, hija de un rey que cedió el trono.

Mi trono.

—Quiero tu culo fuera de mi trono—digo poniéndome de pie—. Bélgica es mía por derecho.

—No.

—No eres mi padre ante la ley—contesto seca—. Lo es Richard, y por lo tanto la corona es mía como lo acaba de mencionar.

—Natasha… no puedes…

—Si puedo y lo haré—la detengo antes de que siga—. Lo siento mucho, Sam, pero así como tú heredas un reino, yo también lo hago—me giro a Maximilian que parece querer brincarme en cima—. Te quiero fuera de mi palacio en una semana y papá—me giro al que me crío—. Sería agradable que me dieras un recorrido en mi palacio.

—Nos vamos mañana.

Sonrío porque sé que tengo poder sobre Bélgica y me preguntó cómo se tomarán la noticia mis hermanos cuando sepan esto.

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—¿Estás segura?—pregunta Samuel al verme empacar la maleta.

Dejar a todo un reino sin su rey actual para que mi apellido sea el que gobierne es algo que da de que hablar actualmente y fuera de lo que es la corona.