XLV

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Lamento la tardanza en las actualizaciones, mi hermana me borró el archivo en mi laptop por accidente y no lo pude recuperar porque no me di cuenta hasta que lo necesite. Ahora estoy reescribiendo todo lo que puedo y de lo que medio me acordaba que iba. Lamento mucho esto.

Y a las personas sensibles recomiendo tener a la mano unas cuantas servilletas o toallitas desechables. Les va a doler este.

Feliz Lectura!!!

SAMUEL

Natasha duerme lo mejor que puede con ese vientre abultado que lleva a nuestro hijo, sonrío antes de dejar un beso en su frente. Hace mucho que no me sentía tan feliz, pero lamentablemente tengo salir de viaje mañana en la tarde y no podré quedarme a la última sesión de revisión del bebé que lleva Natasha.

El nombre de Marcus le gusto a mi padre cuando se lo dijimos hace una semana, me sorprende que mi padre allá tomado gustos raros por los Bonsais y por las plantas cuando no pareció tenerlos antes. La acomodo en la cama antes de ponerme de pie y salir al pasillo, son las nueve de la mañana y se supone que tengo una reunión en unas dos horas, estoy cambiado desde hace una hora, pero quise quedarme con Natasha un poco más.

Bajó las escaleras con mi padre y Meredith discutiendo algo que no me tomó la libertad de ponerle atención, quiero asistir la reunión para luego ver lo de los hospitales que queremos abrir Natasha y yo, además de Bastián que ya me pidió permiso para un centro recreativo que me pareció bastante interesante por las ideas tan locas que ha sacado últimamente.

Paso cerca de mi padre y de Meredith que se calla en seco cuando mi padre le recuerda algo que no me habían contado.

—Te dije que Bastián no sería un hijo nacido fuera del matrimonio—abro la boca para luego cerrarla—. Nos casamos y hasta ahí, Bastián no tiene la sensatez para coronar una nación y no lo dejaré casarse con la princesa Alexa porque tú quieres a tu hijo en un trono.

Me quedo mudo cuando mi padre suelta esas palabras que de escucharlas Bastián se pondría peor de lo que ya está.

—Me agrada saber lo que piensas, padre—joder.

Me giro sobre mis talones encontrándome a mi hermano con una mirada fría, una que ya le he visto antes y que sólo trae problemas para todos los que estamos a su alrededor, no quiero pensar en que será capaz esta vez.

—No es cosa que no supieras, Bastián.

—Por favor—mi tono salió débil y apenas audible.

Mi hermano arquea una ceja, mirando a mi padre con verdadero desafío, no terminará bien esto, no sí no me meto como rey y no cómo hermano e hijo. Por lo tanto espero las siguientes palabras de alguno de los dos.

Meredith guarda silencio junto a mi padre que no se deja amedrentar por los gestos de Bastián.

—Por eso siempre preferí la compañía de Celina a la de cualquiera de ustedes dos—señala a sus padres con verdadero odio a los dos—. Me alegra saber que esa decisión ya no les corresponde a ninguno de los dos, si no a mí, por órdenes de mis reyes actuales.

<<Y también me alegra tener el poder de mandarlos a la mierda que no me voy a casar por conveniencia y yo no quiero una estúpida corona que me mantendrá atado como lo hace con mi reina actual.

Sé qué no es por atacarme a mí, pero si dejar claro el punto de lo que es la corona para él y para Natasha. Se da la media vuelta y sube por las escaleras sin decirles nada más, suelto aire que contenían antes de ver a uno de mis empleados que tiene la carpeta que ocuparía para la junta.

La Corona Del Príncipe (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora