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¿Recuerdan cuando eran niños el reto que representaba la palabra no cuando ustedes intentaban hacer algo y un adulto incomprensible se los impedía?

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¿Recuerdan cuando eran niños el reto que representaba la palabra no cuando ustedes intentaban hacer algo y un adulto incomprensible se los impedía?

Era como la invitación más grande del mundo a que hicieran exactamente eso que ellos no querían:

No te separes de mí.

Era el mejor momento para correr y ocultarte del lado opuesto del supermercado.

No escales ese árbol.

Te hacia imaginar que el árbol se burlaba de ti como si te tentara a hacer justamente eso.

No estoy interesada en ti.

Es la mejor oportunidad que pueden darme para demostrarles lo contrario.

Yo sé lo que piensan; eres un cretino, Papasavvas. Lo sé, pero eso solo hace cada segundo de mi vida más emocionante, así que tómenlo como una adicción si es lo que quieren, pero me resulta imposible dejar un trabajo a medias: por eso cuando ayer Madison intentaba desesperadamente escapar de mí, y esa niñita que lleva con ella como un amuleto a todas partes, dejó una sandalia a mitad de la calle como una Cenicienta moderna, decidí tomar el reto y darlo todo por resultar vencedor.

Aunque, he de admitir, lo está haciendo bastante complicado.

-Mis más profundas disculpas, señora Humpfrey -digo antes de que la amargada mujer azote la puerta de su apartamento en mi cara.

Y ese fue el ultimo apartamento... me digo trazando una línea imaginaria en la lista de apartamentos habitados en mi cabeza donde posiblemente ella podría estar viviendo.

-¿Dónde estás? -me pregunto golpeando la palma de mi mano con la pequeña y corriente sandalia que recogí.

Mi teléfono comienza a vibrar en el bolsillo de mi pantalón y lo saco de inmediato para atender la llamada de mi enfadoso y buen amigo Kyle.

-¿Qué? -contesto.

-¡Que hay viejo! Nos adueñaremos de unas buenas olas un rato en Malibú -comenta-. ¿Vienes?

-Nah... estoy en medio de algo -comento y escucho al resto de nuestro grupo hacer comentarios estúpidos en el fondo.

-¿En qué andas metido, Papasavvas, algo que requiere un poco de ayuda profesional? -se burla haciéndome poner los ojos en blanco-. Escucha, Malibú tiene las mejores vistas y no solo de la playa, si sabes a lo que me refiero... ¿qué puede ser más importante que eso?

Me tienta, pero la chica tras la que voy me sigue pareciendo un mejor plan.

-¿Recuerdas a la chica del otro día? -me decido por confesar.

-La de las enormes...

-No -lo callo antes de que logre decir algo más-. La que encontramos saliendo del edificio.

EL CÓDIGO QUE NOS UNE (Edición Final) ©Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon