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Kendra Montgomery es la psiquiatra que ha asignado la Asociación el día de hoy para venir y evaluar a Alison

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Kendra Montgomery es la psiquiatra que ha asignado la Asociación el día de hoy para venir y evaluar a Alison.

Una mujer delgada, alta y de piel aceitunada que porta un vestido color azul debajo de su bata blanca y carga con ella un portafolio color rojo. A simple vista puedo ver que es una mujer extremadamente profesional y a pesar de ser pediatra no lo denota ni un poco.

-Es un placer conocerla doctora Montgomery, soy Wen Hoffman -se presenta el médico con quien hace un instante sostenía una ardua conversación.

Debí de haber previsto su repentino cambio de actitud en la audiencia del otro día. Esa propuesta la tenía oculta debajo de la manga dispuesta a salir cuando el momento fuera preciso.

La verdad es que, la proposición de Wen pone a prueba toda nuestra ética y lo único que intenta es evidenciar que en cualquier momento la Asociación podría llegar a pensar como ellos o incluso ser peores con la decisión que lleguemos a tomar.

Salvar a Alison hoy, para pretender ignorar el sufrimiento de los otros cientos de niños que continuarán en manos de los laboratorios mañana.

Estamos entre la espada y la pared y la decisión no va a ser para nada sencilla.

La niña está armando una gigantesca torre en la sala de pruebas con los mismos bloques de juguete que ha tenido desde que era tan solo una bebé. Apila todos en torres de diferentes colores con una delicadeza impecable y balbucea para si misma cosas que son inentendibles, aun con las bocinas que amplifican el volumen de cualquier cosa que se diga dentro de esa área.

-¿Qué edad tiene, de nuevo? -inquiere la médica.

-Acaba de cumplir los seis en Mayo -responde Sean acercándose a la puerta para insertar el código. Tan pronto la puerta se desliza para abrirnos paso a su habitación, la niña se sobresalta tomando la posición de firmes que se le ha inculcado desde que tiene uso de razón. Accidentalmente, toca una de sus altas torres con su cabello, haciendo que todas las piezas terminen esparciéndose por la habitación entera, con un ruido bastante fuerte.

Wen se agacha y toma una pieza de color rojo que rebotó justo en su zapato y luego mira a la niña que, haciendo su mejor esfuerzo por mantenerse inmóvil, espera instrucciones.

-Aquí tienes -Wen le ofrece el bloque de vuelta a la pequeña-. Puedes descansar tu cuerpo -le indica y de inmediato la niña se relaja tomando lo que el hombre le ofrece antes de que despeine un poco su cabello-. Hoy tienes una nueva visita, esta es la doctora Montgomery -la presenta dejando que se acerque y ante la aproximación de la desconocida, la niña se encoge en un inútil intento por protegerse.

Ha tenido decenas de visitas antes, en su mayoría personal del Centro de Control que a lo largo de los años han venido a evaluarla y a veces incluso a aplicar pruebas que requieren un experimento con su código de experimentación, y cada uno de ellos se ha aproximado a ella de inmediato para comenzar a picarla y manipularla a sus antojos sin pedirle su opinión en nada o siquiera detenerse un minuto a explicarle lo que harán, como si se tratara de un pedazo de plástico que pudieran destrozar como quisieran.

EL CÓDIGO QUE NOS UNE (Edición Final) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora