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Jimin, quien ahora es rubio completamente, observó de pies a cabeza a Taehyung. Parpadeó varias veces porque, si bien reconocía su voz a kilómetros, todavía no podía creer que ese chico a quien invitó a un club por primera vez, estaba parado frente a él.

—¿Kim Taehyung? —preguntó incrédulo en un susurro.

—Muchos se sorprendieron cuando me vieron. ¿Tanto cambié? —sonrió.

Es entonces cuando las lágrimas corrieron por sus regordetas mejillas. Trataba, de verdad que trataba de limpiarlas y aún así, seguían recorriendo aquellas de esas aguas saladas. Lo extrañaba, extrañaba mucho a su mejor amigo y sus sabios consejos. Lo necesitaba tanto que aunque estuvieran a distancia no era lo mismo como escuchar su voz clara y gruesa.

Instantáneamente se tiró encima del menor, rompiendo así el llanto. Lloraba porque eran tantas las cosas que no podía manejarlo solo. Lloraba porque aunque no le preguntara qué le pasaba, sentía aquella necesidad de hacerlo. Lloraba también por ver finalmente a Tae después de un año completo. Y lloraba porque sabía que había hecho las cosas mal y no sabía como arreglar sus errores que continuamente cometía.

Era por tanto sus lágrimas que pequeños sollozos soltó, al igual que jadeos incontrolables porque su pecho le apretaba a la misma vez que sentía alivio.

Eran tantos los sentimientos encontrados que ni sabía como explicar o manejar su situación.

{...}

Taehyung decidió hacerle un té de manzanilla a Jimin. El rubio no paraba de llorar silenciosamente y de sorber su nariz cada segundo.

Jimin-ah, no sé si estás feliz de verme o angustiado por no saber que decir.

—Siento las dos —sonó su nariz con un paño. Finalmente se había calmado—. No me dijiste que ibas a llegar hoy, es muy indignante eso de tu parte.

—De hecho, si revisas tus mensajes, te darás cuenta de que ayer te dije. No es mi culpa que no los revisaras. Me tenías preocupado.

La mirada de Jimin al recobrar su postura era vacía, agotada y distraída. Incluso se podía sentir un poco de depresión en su propia aura.

—Tae... Las cosas se me salieron de las manos. Sé que... Incluso lastimé a muchos en mi alrededor. Me siento mal por eso y también, me siento enojado conmigo mismo porque nunca hago las cosas como deberían de ser. Creo que lo único bien que hice fue elegirte a ti como amigo y a otras pocas personas que incluso me brindaron su mano, lo único que hice fue rechazarla como un malagradecido.

Nuevamente varias aguas saladas se acomularon en sus ojos. Observó el techo tratando de calmarse, siendo eso en vano porque varias lágrimas cayeron sin cesar.

—Incluso creo que lastimé los sentimientos de Min Yoongi.

Eso tomó por sorpresa a Tae. Si bien sabía que había una pequeña aventura entre ambos, no sabía que era tan extremista.

—También había otra persona envuelta. No se lo he dicho a nadie más que a ti ahora —Taehyung prestó total atención en lo que diría su amigo—. Hace unos meses empecé a trabajar también como profesor sustituto en la universidad y hay un estudiante que... En cierto sentido me llamó la atención —comentó con algo de vergüenza—. Justamente en ese tiempo también tenía una aventura con Yoongi. Creía que tenía el control sobre la situación, pero las cosas empeoraron cuando aquel estudiante acabó besándome en el salón cuando estábamos solos. Le seguí el juego. No me di cuenta cuando Yoongi había entrado y se fue sin decirme nada hasta horas después que estuvimos solos. Taehyung, me sentí realmente mal, fatal.

Don't Leave Me; KookTaeWhere stories live. Discover now